METROCALI
Los detalles y críticas a la licitación de buses eléctricos para el MÍO
Metrocali abrió la licitación para ingresar nuevos vehículos y reforzar el sistema en el primer trimestre del 2020. La flota divide opiniones.
El proceso para ampliar la flota del sistema de transporte masivo de Cali, con lo que se pretende mejorar los tiempos de viaje de los usuarios y, al mismo tiempo, subir más pasajeros a los buses del MÍO no parece tener marcha atrás.
Con la publicación de los prepliegos de la licitación para conseguir la provisión y operación de 109 buses eléctricos, Metrocali aspira a constituir la flota más grande del país amigable con el medio ambiente.
De acuerdo con Ingrid Ospina, presidenta del ente gestor del MÍO, este proceso estará adjudicado en agosto de este año y se espera que el nuevo lote de vehículos empiece a circular por las calles de la ciudad en febrero del 2020.
“Lo que tenemos concebido es que vamos a tener una propuesta conjunta con dos contratos, donde un concesionario proveerá la flota y otro se encargará de la operación y el mantenimiento de la misma. De esta forma, el proveedor siempre deberá estar pendiente de que se hagan los adecuados mantenimientos y la operación de su flota para poder garantizar parte de su remuneración. Así nosotros tendremos la garantía de que podemos contar con la flota en el momento en el que un operador no nos trabaje bien”, dijo Ospina, quien señaló que dichas concesiones tienen un valor indeterminable.
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La funcionaria señaló que lo que está en juego es una concesión por 13,5 años. De este tiempo, seis meses serán para que el concesionario concrete la preoperación, las gestiones y compras para entregar la flota; doce años serán de operación neta, así como de mantenimiento de los buses; también habrá, finalizando la concesión, un plazo máximo de seis meses para hacer la transición del operador a su reemplazante.
Asimismo, habrá una ventana de máximo seis meses para cerrar la desvinculación del operador y otros seis meses para liquidar el contrato.
Estos automotores deberán ser complementarios duales, es decir que tienen puertas a ambos costados, por lo que pueden recoger pasajeros en los paraderos y en las plataformas de las estaciones y terminales. Además, los vehículos tendrán aire acondicionado y capacidad para movilizar 50 pasajeros.
“Estamos buscando tener un mejor servicio al usuario y esto se traduce en más flota y amigable con el medio ambiente. Con esto buscamos que los caleños tengan menos trasbordos, pues sus características los hacen más ágiles, garantizando la frecuencia y puntualidad”, explicó Ospina, quien añadió que los buses estarán equipados con sistemas de accesibilidad para personas con movilidad reducida.
El alcalde Maurice Armitage indicó que con este proceso se está dando un paso hacia la consolidación del plan de sostenibilidad del MÍO, con el mismo que se espera que en la ciudad estén rodando 1000 buses al finalizar el 2019.
“Estamos preparados para asumir este reto. Los mayores proveedores de estos buses eléctricos son los chinos y ellos están dando financiación, de manera que creería que las cosas nos funcionen bien. Celsia se metió a traer los primeros buses eléctricos, entonces no veo problemas de conexión de energía para cargar los buses”, dijo Armitage.
El Mandatario señaló que esta nueva flota eléctrica se sumará a los 26 buses de esta misma tecnología que el concesionario Blanco y Negro Masivo integrará al MÍO en el segundo semestre de este año. En total, el sistema tendrá 135 buses de cero emisiones de gases contaminantes.
Para Ciro Biderman, exdirector de la compañía de transporte de Sao Paulo, SP Trans, e investigador asociado del Departamento de Estudios Urbanos y Planeación del Instituto Tecnológico de Massachusetts, en el proceso de tener un grupo de la flota con energía eléctrica también debe pensarse en el consumo y provisión de energía.
“Si se cambia a buses eléctricos y no hay suficiente energía generada de forma limpia (eólica o solar), sino que se complementa con energía de termoeléctricas es una muestra de que se siguen necesitando combustibles fósiles, así el impacto positivo en el medio ambiente no es mucho. Esto puede hacerse con ánimo experimental, pero en estos casos es mejor implementar buses híbridos, que gastan 30 % menos combustible que un bus normal”, advirtió Biderman.
El experto agregó que ante un cambio a buses eléctricos, en los sistemas de transporte masivo, lo más aconsejable es probar varios tipos de tecnología.
“Entonces, si yo compro 100 buses eléctricos, elegiría cinco tecnologías diferentes, 20 buses de cada una, para aprender a usar cada una y ver cuál puede ser la más efectiva a largo plazo”, concluyó.