Los grandes retos que tendrá el nuevo Congreso de la República

El que se posesionó ayer, de acuerdo con analistas y politólogos, es un Congreso distinto, en todos los sentidos, a los que lo han antecedido. No solo por los cambios sustanciales en su conformación ni sus aspectos ideológicos, sino por los grandes retos que asume ante el país, según los anuncios que ha hecho hasta ahora el presidente electo, Gustavo Petro.

Entre esas ‘papas calientes’, la de mayor repercusión será el estudio de la reforma tributaria estructural que ha anunciado el próximo gobierno y a través de la cual se busca recaudar $70 billones. La misma que buscó el presidente Iván Duque por $25 billones y que derivó en el paro del 2021, que dejó enormes pédidas al país.

Según lo anunció el próximo ministro de hacienda, José Antonio Ocampo, el día en que Gustavo Petro recibió su credencial como presidente electo, la reforma tributaria se estaría radicando en el Congreso de la República el propio 7 de agosto, día en que Petro se posesionará como nuevo presidente de la República, y con mensaje de urgencia para ser discutido.

Para el analista y politólogo Jorge Luis Yarce, uno de los mayores retos del Legislativo será encontrar soluciones efectivas para las actuales circunstancias del país, donde sabemos que uno de los puntos más críticos será esa reforma tributaria.

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“La reforma, como se anuncia, va a tocar de manera sensible a amplios sectores del país y tendrá el Congreso la enorme responsabilidad de encontrar un punto de equilibrio entre las grandilocuentes aspiraciones del presidente electo y la realidad económica de los colombianos”, explica Yarce.

Pero no es solo la reforma tributaria. Sobre el papel se han anunciado otras cinco grandes reformas con las que se impactaría la estructura del país como hasta ahora. Entre ellas la reforma agraria, a la salud, la pensional, la política y la reforma al mismo Congreso de la República.

Esta última propuesta, de los senadores del Pacto Histórico Iván Cepeda y Gustavo Bolívar, y la representante a la Cámara electa Cathy Juvinao, cuyo propósito es transformar y cambiar varios aspectos del Legislativo.

Los principales ejes de la propuesta incluyen limitar la reelección indefinida de los congresistas a un máximo de tres periodos en cada Cámara, esto para que el Congreso se renueve periódicamente y se logren nuevos liderazgos.

Cualquier reforma constitucional que se tramite no entra en vigencia sino hasta mediados del 2023, por cuanto requiere de dos vueltas. Es decir, tener los ocho debates.

Aunque el presidente electo sumó una ‘aplanadora legislativa’ con su coalición de gobierno, en la que prácticamente están todos los partidos, creen los analistas que otro de los retos del Congreso será mantener esa unidad ante ideas tan distintas de país en cada movimiento.

Tradicionalmente el primer año de sesiones del Congreso es cuando los gobiernos de turno aprovechan para tramitar las principales reformas, esto porque está en la llamada ‘luna de miel’ política porque tiene un amplio respaldo de las bancadas y porque es el tiempo adecuado para que puedan empezar a poner en marcha sus proyectos para los tres años restantes de administración.

“Será fundamental para el gobierno de Gustavo Petro presentar ante el Congreso sus reformas e iniciativas en el primer año, que es donde mejor trabaja la coalición. De lo contrario podría haber rupturas que afecten sus intereses. Sobre todo en iniciativas en las que se necesitan las mayorías calificadas”. asegura el analista Diego Luis Sánchez.

De acuerdo con la hoja de ruta definida por el Pacto Histórico en el Congreso, buscarán también la aprobación del Presupuesto General de la Nación 2023, que estaría por el orden de los $380 billones y que debe ser aprobado antes de finalizar octubre.

El 7 de agosto conocerían tambiénlos congresistas otras iniciativas claves, pero que no serán leyes antes de un año como los proyectos de separación de la Policía Nacional del Ministerio de Defensa, la creación del Ministerio de Paz, Seguridad y Convivencia y del Ministerio de la Igualdad.

Por su parte, la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) resaltó la necesidad de que se continúe trabajando por el fortalecimiento de las instituciones, las regiones y las reformas encaminadas al bienestar de los colombianos.

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“Tener un nuevo Congreso de la República es la oportunidad de continuar con el fortalecimiento de las instituciones, la representación política y regional, y la democracia de Colombia”, dijo Sandra Forero Ramírez, presidenta de Camacol.

A los retos del Congreso se suma la elección del nuevo contralor general de la República y la renovación del Consejo Nacional Electoral, ambas elecciones que se tendrán que dar antes de septiembre.

Lo más complejo, por ahora, es la elección del sucesor de Carlos Felipe Córdoba como contralor general de la República, proceso que por mandato de ley le correspondió dejarlo listo al Congreso de la República que va saliendo, pero en los últimos días ese mecanismo ha sido durante cuestionado, al punto que tuvieron que intervenir los jueces.

Por su parte, en el Consejo Nacional Electoral se definirán los nueve magistrados, enlos que habrá clara mayoría de izquierda, del Pacto histórico y de la Alianza Verde. Mayorías que estaban en manos de conservadores y del Centro Democrático.

No es de poca monta entonces los desafíos que asumieron ayer los 108 senadores y 186 representantes a la Cámara ante el país, donde tendrán por fin asiento los representantes de las 16 curules de paz.