Mejora calidad del aire en Cali, según datos del Dagma

Con la reactivación paulatina de la ciudad -después del levantamiento de las cuarentenas por covid- en la que ha implicado un mayor movimiento de vehículos, mayor operación de industrias y personas en la calles, surge la pregunta ¿cómo estamos hoy en calidad del aire en la ciudad? Este 7 de septiembre en el Día Internacional del Aire Limpio, expertos cuentan, según el monitoreo que se hace en Cali, el comportamiento que se ha observado durante este año.

La ciudad, según explica Gisela Arizabaleta, coordinadora del Grupo de Calidad de Aire y Mitigación al Cambio Climático del Dagma, este año tiene “un comportamiento relativamente bueno en todas las estaciones de calidad del aire en términos de material particulado PM10, es decir que hay una tendencia a la reducción versus el comportamiento que teníamos, por ejemplo, en el año 2019 donde se notaba un incremento notorio e igual comportamiento lo tenemos también para los equipos que monitorean material particulado PM2.5”.

Es importante aclarar que las partículas que quedan suspendidas en aire son generadas por muchos procesos, por ejemplos, industriales, de combustión en los carros, el polvo que levantan los vehículos al transitar por carretera, quemas agrícolas, chimeneas industriales o caseras, construcciones, entre otros.

Las partículas que no se ven pero sí quedan suspendidas en el aire pueden estar entre 2,5 y 10 micras de diámetro se conocen como gruesas, y las partículas que son de 2,5 micras de diámetro y más pequeñas, son las ‘finas’ y estas se encuentran mayoritariamente en el humo, también en las que son emitidas en incendios forestales, o se puede formar con los gases emitidos por plantas generadoras de energía, las industrias, entre otros. Estas son las más riesgosas para la salud ya que por su tamaño se inhalan más fácil y llegan al sistema respiratorio.

El sistema de vigilancia, de monitoreo y calidad del aire del Dagma, opera 24/7 y mide el estado y el comportamiento de la calidad del aire en la ciudad distribuido en nueve puntos estratégicos en donde hay cubrimiento de los cuatro puntos cardinales de la ciudad para material particulado y gases.

De acuerdo con la profesional Arizabaleta, el comportamiento temporal muestra la incidencia de que están asociados a la movilidad en la ciudad, “es decir que en las mañanas y en las tardes que son los horarios donde hay más desplazamiento, pero finalmente lo positivo es que tanto el material particulado PM10 como el PM 2.5 muestra una tendencia a la baja para este año comparado con el año 2019 en el que teníamos condiciones de funcionamiento normales de la ciudad”.

La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 7 de septiembre como el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul, tras el interés de la comunidad.

Hay que tener en cuenta que la medición de este aspecto se representa en una escala de Índice de Calidad del Aire (ICA), que consiste en una tipificación por colores y números para hacer más entendible el comportamiento para los ciudadanos sobre el estado de la calidad del aire.

“Hay una escala de colores para el ICA que es la forma más fácil para presentarla a los usuarios y establece unos rangos donde de 0-50 es de color verde y significa que es buena, de 51 a 100 es amarillo y significa que es aceptable, de 101 a 150, es naranja, de 151 a 200 que es rojo y es dañina para la salud, 201 a 300 que es color púrpura que es muy dañina para la salud y 301 a 500 que es color marrón que es peligrosa para la salud humana. Estos son los valores en escala que nosotros podemos presentar para que sea familiar o fácil de analizar o interpretar para los usuarios”, explicó la profesional de calidad del aire del Dagma, al tiempo que contó que la tendencia de la ciudad ha sido buena, se mantiene en el color verde de 0-50.

De hecho, enfatiza que lo que se ha observado “es que todo está dentro de los rangos permisibles y si se compara por ejemplo el 2020 de lo que llevamos del 2021 todas las estaciones en este momento están cumpliendo (...) en este año tenemos que decir que hay menos registros en la contaminación”.

En este sentido, Walter Torres, profesor del Departamento de Química de la Universidad del Valle, afirma que en términos generales en los últimos años, “los datos de calidad del aire son razonablemente buenos, están razonablemente controladas, lo que pasa es que con el tiempo tiende a aumentar en la medida que el parque automotor de la ciudad aumente. La gente cree que las mayores contribuciones a esos contaminantes son los vehículos automotores, sobre todos los buses, pero es una percepción equivocada, porque hoy también las motocicletas contribuyen un porcentaje alto, casi que la mitad de contaminación del aire en la ciudad está asociada con las motocicletas porque son muchas”.

No obstante, esta no es la misma percepción que se tiene en algunos ciudadanos. Por ejemplo, Jair Llanos, veedor ambiental de la Comuna 2 y miembro del Sistema de Gestión Ambiental Comunitario de Cali (Sigac), señala que la calidad del aire en la ciudad “sigue siendo complicada a pesar de lo que digan las autoridades uno siente los cambios y más acá en el norte con el tema de industrias en Acopi y Yumbo que es terrible la contaminación del aire. Si se hace investigación de cuáles son los parámetros que se usan internacionalmente respecto a la calidad del aire se ve que en Colombia prácticamente no se cumplen”.

Por ello, comenta que se debe realizar un mejor control a la calidad del aire porque “el riesgo más complejo y más visible son los niños y los adultos mayores, somos los que más podemos sufrir o estamos sufriendo la contaminación por el aire, somos los más afectados, entonces es un problema muy grave que estamos teniendo en Cali”.

• De acuerdo con el resultado del último Inventario de Gases de Efecto Invernadero (GEI), realizado por la WWF Colombia como apoyo técnico a la ciudad, se establece que el principal emisor de estos gases es el sector transporte, es decir, todo tipo de combustibles vehiculares. Lo siguen la energía estacionaria como viviendas y edificaciones; la industria y lo que mueve la economía, sumando en estos dos componentes un 84% de GEI.

• Se estima que el arbolado urbano absorbe, aproximadamente, 4850 toneladas de Dióxido de Carbono (CO2eq), del total de emisiones generadas por la ciudad en un año. Sin embargo, el incremento del parque automotor en Cali hace que esta cifra sea mínima, frente a la cantidad de emisiones que generan los vehículos.