Ómicron no fue tan leve: las secuelas que deja en Cali la variante más contagiosa del covid

En Cali la velocidad de contagio por la variante ómicron ha empezado a disminuir en los últimos días, pero no así la cifra de mortalidad, que sigue disparada. Algunos expertos señalan que esta tendencia se mantendrá por una o dos semanas más en la ciudad, y advierten que la vacunación y la dosis de refuerzo son fundamentales para detener la espiral.

Para entender un poco la magnitud de lo que está pasando, basta decir que en el 2021 murieron a causa del Covid-19 un total de 4832 personas, un promedio mensual de 402.

Sin embargo, y cuando muchos catalogaban a ómicron como una simple gripita, que sería incluso el fin de la pandemia, la capital vallecaucana registró en enero la cifra más alta de decesos de todo el país, con 675 casos.

Situación que algunos han atribuido a las actividades sociales desarrolladas durante diciembre: Feria de Cali, Petronio Álvarez, verbenas, etc, sin las mínimas medidas de autocuidado que, unido a la alta transmisibilidad de la variante, provocaron un cuarto pico más alto de lo que se esperaba, con un alto costo en salud y en términos de mortalidad.

La secretaria de Salud de Cali, Miyerlandi Torres Agredo, aseguró que el porcentaje de positividad ha bajado de un 45 a 50 % en las dos primeras semanas de enero, a un 20 o 25 % a partir del 25 de ese mismo mes.

Además, el índice de RT (velocidad de contagio) también disminuyó esta última semana, del 2,4 a 0,5 %, por lo que cree que el cuarto pico ya está cediendo.

No obstante, continúa alta la ocupación en UCI que esta semana era de alrededor del 85 % en términos generales, (40 % con casos de covid), si bien también presenta una tendencia a la baja, pues hace unas semanas era del 44 %.

¿Y por qué pasa esto? Según la funcionaria, cuando una persona se infecta, a los ocho o diez días puede derivar a hospitalización o a UCI, de ahí que estas unidades tarden una o dos semanas más en descongestionarse.

“Si disminuimos la velocidad de transmisión, esperaríamos que en una semana las UCI estén bajando, igual pasaría con el tema de mortalidad”, sostuvo.

El epidemiólogo Fernando De la Hoz coincide con Torres Agredo en señalar que la mortalidad se retrasa dos o tres semanas con respecto a la infección.

“Las personas que se hospitalizan y llegan a UCI demoran de dos a cuatro semanas, incluso para morir. Esto significa que veremos muchas muertes hasta la próxima semana”, enfatizó.

Es importante señalar que desde mediados de diciembre las cifras de contagio se han hecho exponenciales en el país, aunque ahora están a la baja.

Dionne Cruz, presidenta de la Asociación Colombiana de Salud Pública, precisó que en los últimos siete días Colombia acumuló 113.931 nuevos casos detectados de contagio.

Un número muy alto si se tiene en cuenta que ha venido bajando el número de pruebas que se aplican en el país (60 mil diarias cuando hay capacidad para 120 mil diarias), debido a cambios en los lineamientos del Ministerio de Salud.

Decisión que ha sido muy controvertida por la agremiación, que ha planteado su preocupación al respecto porque, dice, esta es una de las herramientas más importantes para el control y el manejo de la pandemia.

“Al tener menos pruebas se subestima el comportamiento real de la pandemia, por eso no hay que fiarse en el asunto de los contagios, sino que debemos ver las cifras con beneficio de inventario”, subrayó.

Reiteró que en los últimos siete días en el país murieron 1751 personas, y se estima que cada seis minutos está falleciendo un colombiano a causa del Covid-19.

Una cifra preocupante comparada con otros países con mayor número de población, donde, a pesar del incremento en los contagios, la mortalidad se mantiene en niveles bajos de 30 a 40. El otro problema que también explica este escenario es la vacunación.

Hasta el pasado lunes, en el país el 61,3 % de la población total tenía esquema completo. Por lo tanto, hay un porcentaje muy alto de colombianos que no tienen la primera dosis o no han completado su esquema de vacunación. Adicionalmente, hay un altísimo porcentaje que no tiene la dosis de refuerzo.

El escenario más grave, manifestó Cruz, es que aún hay nueve millones a los que les falta la primera dosis.

“En Colombia hay un riesgo latente y, si le sumas condiciones alimentarias deficitarias, hacinamiento, informalidad, con estos nuevos lineamientos de no hacer pruebas, no se está realmente tomando decisión sobre el tema de aislamiento y se le deja al ciudadano que no tiene otra opción que salir y seguir expandiendo la enfermedad. Esto es muy peligroso”, indicó Cruz.

Y agregó: “Es evidente que el país tiene mucho por hacer y que la variante ómicron, considerada como una gripita leve, no era tal, con estas cifras de mortalidad que tenemos. Por eso, hay que ampliar la cobertura del Plan Nacional de Vacunación, retirando todas las barreras”.

Entre tanto, Marco Eduardo Martínez, líder del Grupo Médicos Covid del Valle, precisó que la mortalidad que persiste con la pandemia obedece a varios factores.

Primero, a la alta contagiosidad de la variante ómicron, ya que diez personas contagian a cien y así sucesivamente. La segunda, las personas no vacunadas y, tercero, los esquemas de vacunación incompletos que generan una falsa sensación de protección.

“Una dosis de Janssen o dos de Sinovac aplicadas el año pasado no sirven para ómicron, porque los anticuerpos disminuyen. Si son mayores de 50 años o con comorbilidades y no tienen las tres vacunas de una buena calidad, como Moderna o Pfizer, están en alto riesgo”, reiteró.

“La tercera dosis es vital para evitar las complicaciones por ómicron, en especial con vacunas de tecnología ARN mensajero (ARNm), como Pfizer o Moderna, que han demostrado tener mucha efectividad”, insistió.
La vacuna cambió la historia natural de la enfermedad considerando que el 2020 fue una tragedia total, pues un gran porcentaje de las personas con Covid - 19 morían.

Asimismo, José Oñate, médico infectólogo, cuestionó que en Colombia se dejaron de contar los casos, puesto que solo se hacen las pruebas de acuerdo a los lineamientos del Ministerio de Salud, es decir, que las cifras son mucho más altas a las reportadas.

Pero además se debe hacer un llamado a la comunidad en cuanto a que no es una ‘gripita’, como dicen, porque si bien ómicron tiene una menor virulencia, causa morbilidad, mortalidad y puede ocasionar todas las cifras que se están registrando.

El Gobierno debe ponderar la disponibilidad de biológicos en todo el territorio nacional. Colombia es un país rico, que tiene todas las posibilidades para adquirir las mejores vacunas”. Dionne Cruz, presidenta de la Asociación Colombiana de Salud Pública.

“En las clínicas donde atiendo, el 90% de los que están en UCI no son vacunados. Los mayores de 50 años y con comorbilidades de cualquier edad deben tener la dosis de refuerzo, no podemos subestimar este virus de ómicron como una simple gripita”, manifestó Oñate.

La situación se torna más compleja, pues de acuerdo con la Asociación Colombiana de Salud Pública, hay más de cinco millones de personas mayores de 50 años que constituyen grupo de edad de riesgo y no tienen dosis de refuerzo.

64,1 % de la población caleña cuenta con esquema completo, o sea que el 35 % de la población o bien no tiene la primera dosis o está sin completar el esquema. Una proporción muy alta en riesgo de contagio, enfermedad severa, hospitalización y muerte.

Según el Ministerio de Salud, una persona no vacunada, de entre 40 y 49 años, tiene 35% veces más riesgo de morir por Covid-19 que una persona vacunada.

El jefe de esa cartera, Fernando Ruiz Gómez, dijo que “el mejor tratamiento para el Covid-19 es la vacuna”, pues tiene una efectividad de 78 % en promedio en Colombia.