Once años después, las Megaobras de Cali siguen enredadas

Sentado sobre un muro del parque lineal río Cali, bajo el sol candente que precede al mediodía, Luis Giraldo cuenta ladrillos. Él, un ingeniero de sistemas que vive en el barrio Versalles, dice que suele pasear por ahí mirando esos rectángulos naranjas para despejar la mente y, a veces, simplemente, para sentir que alguien recorre esa ribera del río.

“Nadie camina o monta bicicleta por aquí. Es increíble que lleven más de cuatro años haciendo este parque, una obra que en cualquier parte del mundo habrían podido acabar en un año. Lo peor es que en el 2011 pagué $3,5 millones por megaobras y nada que las terminan”, rezonga el hombre, quien mira los ladrillos con decepción, como quien da por perdida la que consideraba una inversión.

Giraldo, como el resto de los dos millones de personas que residen en Cali, no está cerca de ver finalizadas las 21 megaobras. Este macroproyecto que se planeó, durante el gobierno de Jorge Iván Ospina, para sacar a Cali del atraso urbanístico en el que estuvo sumida durante décadas hoy tiene incierta su fecha de culminación, pues ni siquiera está claro el panorama para garantizar los recursos para ejecutarlas o si hay voluntad política para agilizar su cierre.

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De acuerdo con la Secretaría de Infraestructura, once años después de iniciarse el recaudo y desarrollo de las 21 megaobras, ocho ya están entregadas, cuatro se encuentran en ejecución, seis están ejecutadas parcialmente y otras tres ni siquiera están en plan de licitarse (Ver mapa).

En total, el Municipio ha invertido $900.000 millones en la contratación de las obras que ya se ejecutaron y que actualmente están en labores civiles. No obstante, hasta junio del presente año se recaudaron $825.519 millones de contribución por valorización, que es el principal insumo de financiación del proyecto.

Y aunque en el 2009, cuando el Concejo Municipal expidió la resolución distribuidora especificando el gasto de las megaobras, el costo estimado de los frentes era de $960.309 millones, hoy la situación es distinta. De acuerdo con las proyecciones de la Secretaría de Infraestructura, en la actualidad este plan de obras tiene un valor de $1,6 billones.

Por ejemplo, la prolongación de la Avenida Circunvalación entre carreras 78 y 82, que se había estimado costaría $127.363 millones y finalmente se adjudicó el pasado viernes para ser terminada, luego de declararse la caducidad del contrato inicial, hoy tendría un costo que ronda los $214.754 millones. Entre tanto, la rehabilitación de 250 kilómetros de vías, que se proyectó en $195.144 millones y aún tiene pendiente la ejecución de 110 kilómetros, asciende a $451.013 millones.

Esta actualización de costos, explica el secretario de Infraestructura, Ferney Camacho, obedece a modificaciones en la planeación. “No es lo mismo haber hecho una obra hace cinco u ocho años a hoy, porque los precios cambian, los trazados cambian, la dinámica de la ciudad también se transforma y hay que replantear cosas en cuanto a diseños”, afirmó el funcionario.

Camacho es prudente. Dice que si bien faltan cerca de $800.000 millones para completar todo el paquete de obras que están pendientes por ejecutar, el proyecto no está desfinanciado. “Las megaobras se tienen que terminar porque son un mandato. Los recursos que ya pagaron los caleños han sido invertidos, de los 48 frentes de obra que tienen las 21 megaobras, ya se tienen avanzados 24 proyectos. Será potestad de las siguientes administraciones la priorización para continuar las obras”, señala Camacho, quien dice que la ejecución estará sujeta al recaudo de valorización.

Precisamente, el recaudo es, históricamente, uno de los puntos flacos del proyecto. Hoy, por concepto de megaobras, los caleños adeudan $375.837 millones, de los cuales $131.382 millones corresponden a capital, $17.787 millones a financiación y los intereses de mora suman $226.668 millones (Ver nota anexa).

En ese sentido, contribuyentes, entes de control y veedores coinciden en que los problemas que ha tenido el Municipio para recaudar recursos y la falta de planeación y estudios que tuvieron las obras han llevado a que el proyecto se dilate y no evidencie los avances esperados.

El contralor Diego Mauricio López indica que el nivel de ejecución del paquete de las 21 megaobras “es muy bajo y la cartera es muy grande. Al no haber acciones efectivas de cobro, esto hace que las megaobras estén totalmente desfinanciadas; ha faltado voluntad y fuerza por parte de las administraciones para hacer ingresar esos recursos y pagar y agilizar las obras”.

Pero el presidente de la Asociación de Ingenieros del Valle, Miguel Charry, insiste en que a la ausencia de recursos para sacar adelante el proyecto se suma una falta de planeación crónica.

“En esta Alcaldía se arrancó con las obras del Sur sin siquiera terminar las megaobras que estaban pendientes de anteriores administraciones. Hay una especie de divorcio entre la ejecución de la Secretaría de Infraestructura y la concepción de la movilidad; entonces inician obras sin estar claros aspectos tan básicos como el número de predios a comprar, eso genera que muchos trabajos se queden a medias y la ciudad continúe en una situación crítica”, dice Charry.

El presidente de la Asociación de Ingenieros del Valle enfatiza en que es imperante establecer una ruta clara y un cronograma de ejecución de las obras que trascienda la Administración de turno. “Esto quedó embolatado y la ejecución no puede seguir supeditada a la voluntad de un Alcalde con promesas populistas, hay que exigir cumplimiento”, sentencia.

Por su parte, la veedora ciudadana Luz Betty Jiménez afirma que once años después de haberse decretado la ejecución de las 21 megaobras “los resultados han sido muy inferiores a sus objetivos, los cuales estuvieron precedidos de la improvisación, la falta de una adecuada planificación, de sobrecostos y del incumplimiento de los plazos en la entrega de las obras”.

El también veedor Pablo Borrero indica que, a lo señalado por Jiménez, se suma “el cobro irregular por parte de la Administración Municipal de la totalidad de unas obras que no se construyeron pero que fueron pagadas por la mayoría de los contribuyentes de valorización. Además, la Administración Municipal no logró recaudar oportunamente el valor de la contribución que no podrá exigirse en la actualidad, al tiempo que las acciones legales ya prescribieron. Esto, sin duda, amerita sanciones disciplinarias y penales para los responsables de tal despropósito”.

Mientras eso pasa, hay quienes seguirán contando ladrillos, admirando pérgolas y bancas, mientras esperan que se les entreguen las prometidas 21 megaobras.

Son cuatro los frentes de trabajo que actualmente se encuentran en ejecución: la prolongación de la Avenida Ciudad de Cali, el parque lineal río Cali, la ampliación de la vía a Pance y la intersección de la Carrera 100 con Calle 25.

Pese a que la prolongación de la Avenida Ciudad de Cali entre carreras 50 y 80 se inauguró el 31 de octubre de 2018, aún están pendientes detalles de la capa de rodadura en el retorno de la Carrera 50 y la ciclorruta. La apertura del corredor sirvió para mejorar los viajes entre Sur y Norte. El avance es del 98 %.

En el parque lineal río Cali, cuya primera fase se ubica en la Avenida 2N entre calles 15 y 25, este mes terminarán las obras sobre el puente de la Calle 21, se semaforizará para que quede en doble sentido (Norte - Centro y Centro - Norte); su avance es del 96%. La segunda etapa, entre las calles 8 y 15, está en ejecución y este año terminarían los trabajos de adecuación de 15.000 metros cuadrados de espacio público. Para el 2020 quedaría pendiente el 45% del proyecto.

En la ampliación de la vía a Pance ya se entregaron los primeros 1,6 kilómetros de vía y ciclorruta. Aún restan 2 kilómetros por intervenir. El avance es del 80% y se entregaría este año, aunque queda pendiente la ejecución de 1,4 kilómetros, para los que se deben contratar estudios y diseños.

La intersección de la Carrera 100 con Calle 25, que servirá para agilizar el paso hacia Jamundí y hacia Valle del Lili, inició este año y se entregaría en diciembre de 2019. Va en el 12%.

Actualmente son 81.860 los predios que deben la contribución por valorización y agrupan los $375.837 millones de cartera por megaobras.

De estos deudores, 79.836 son predios urbanos y 2024 son rurales. Donde se concentra el grueso de la deuda es en 66.930 propiedades residenciales, que están pendientes de pagar $147.049 millones.

Según la Dirección de Hacienda Municipal, hay 62.672 procesos persuasivos que suman $247.111 millones, pero también se han emitido 19.188 acciones de cobro coactivo por el orden de $128.726 millones. En total, por no cancelar la valorización han sido congeladas las cuentas de 1000 contribuyentes.

El Secretario de Infraestructura Municipal advierte que sí hay una gestión de cobro a quienes aún deben las megaobras y que, además de los cobros coactivos que se han emitido, los recursos también se han gestionado con estrategias como el ‘papayazo’, que rige hasta el 31 de octubre y otorga descuentos del 50 % en los intereses de mora del compromiso.

De acuerdo con el reporte de Hacienda Municipal, con dicha medida se recaudaron $15.927 millones entre enero y junio de este año.