GUSTAVO PETRO
¿Para dónde va Álvaro Uribe? Las hipótesis sobre su actitud conciliadora con Gustavo Petro
Analistas aseguran que la actitud conciliadora del líder de la oposición se debe a un cambio en el discurso para retomar la legitimidad que ha perdido la derecha durante los últimos años.
“Fue un buen diálogo. El Presidente tiene una doctrina muy firme, pero nos escuchó, le hablamos con toda franqueza y con todo respeto y él procedió de la misma manera”.
Con ese tono conciliador se expresó el expresidente Álvaro Uribe Vélez tras su segundo encuentro en la Casa de Nariño con el actual jefe de Estado, Gustavo Petro, sucedido el martes de la semana que termina.
Una actitud que ha llamado la atención entre los analistas y observadores políticos, quienes se preguntan si hay alguna estrategia detrás del proceder del jefe natural del Centro Democrático, partido llamado a liderar la oposición al Gobierno del Mandatario de izquierda.
Además, el proceder del exmandatario antioqueño contrasta con el de otras figuras representativas de su colectividad, como las senadoras María Fernanda Cabal y Paloma Valencia.
De hecho, el también senador Miguel Uribe, a quienes muchos califican como el elegido por el expresidente para prepararlo para que sea la cabeza del uribismo, se preocupó por dejarle en claro a Petro que salió a marchar en contra de su Gobierno.
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En cambio, Uribe Vélez le “confesó” que ni promovió ni participó en ninguna de las manifestaciones que se llevaron a cabo el 26 de septiembre en distintas ciudades del país para rechazar las reformas anunciadas desde el Ejecutivo.
“Les cuento como anécdota, el expresidente Uribe mencionó que están un poco bravos con él quienes marcharon, porque él no convocó las marchas ni las promovió, eso marca que se separe un poco de esa protesta que se da a un mes y medio de instalado el Gobierno”, dijo el ministro del Interior, Alfonso Prada, luego del encuentro.
Y Humberto de la Calle, quien como jefe del equipo negociador del Gobierno con las Farc en La Habana fue ‘víctima’ de las desaveniencias entre el exmandatario antioqueño y el entonces presidente Juan Manuel Santos, tampoco se quedó callado.
“Estupendo que Uribe discuta de manera tranquila con Petro. Pero paradoja: con Petro, su antagonista radical, sí se pudo. Con Santos, menos distante ideológicamente, hubo ferocidad. ¿Cuánta polarización tuvimos que soportar por razones al menos parcialmente personales?”, afirmó en su cuenta de Twitter el hoy senador.
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¿Qué hay detrás?
Para el analista político Pedro Viveros, con el que ha sido su proceder desde que Gustavo Petro asumió el poder, el jefe natural del Centro Democrático está intentando configurar nuevamente la figura que tenía en la política colombiana, la cual se ha venido desdibujando, como lo evidenció la elección del primer Gobierno de izquierda en Colombia.
Álvaro Uribe “entiende que, si quiere recuperar el poder algún día, la derecha no puede seguir con el mismo discurso que ha mantenido durante 20 años. La única forma de reformularlo es parecer una persona que va a hacer oposición, pero más constructiva y menos populista”, añade.
El docente Jorge Munevar coincide con Viveros y asegura que el exmandatario está en una situación totalmente diferente a la que venía enfrentando hace algunos años, particularmente en temas jurídicos.
“Con un gobierno de izquierda, su situación jurídica e histórica empieza a ser más delicada. Está cuidando su imagen dentro del contexto nacional, que empezó a decaer desde el Gobierno de Iván Duque”, anota sobre Uribe.
Y continúa: “Se está intentando recuperar de esa caída. Hay una perspectiva política de posicionarse como un ente conciliador y un político histórico. También están los intereses personales, de su legado histórico”.
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En su concepto, “los políticos se acomodan a las realidades. El expresidente está actuando acorde con las circunstancias, que son adversas; en ese sentido, es tomar una posición de conciliación. Son dos veteranos de la política tratando de establecer sus posiciones personales. También está ligado el ego político y sus intereses”.
En esa misma línea, la docente e investigadora Patricia Muñoz sostiene que tanto Uribe como Petro “son políticos supremamente competentes, pueden leer muy bien la opinión pública y quieren enviar mensajes simbólicos claves”.
Según ella, además de presentarle sus reparos a los diferentes temas anunciados por el actual Ejecutivo, el exmandatario antioqueño también está enviando un mensaje que evidencie que sigue manteniendo un liderazgo en el plano político nacional.
“Es un mensaje simbólico a la sociedad frente a la manera cómo está asumiendo lo que sería un nuevo rol de liderazgo político para el Centro Democrático y sus seguidores”.
Para la profesora Muñoz, Uribe Vélez es un gran lector de la opinión pública, “sabe entender los procesos de opinión, entiende cuál es su papel y el del Centro Democrático en estos momentos como partido de oposición”.
De su lado, el politólogo Jaime Gutiérrez, director de Innopolítica, sostiene que Uribe “comienza a configurarse como la voz de los empresarios, los inversionistas, la banca, la de los grandes capitales nacionales que están buscando que el Gobierno de Petro, si bien es de izquierda, respete las reglas de juego democráticas y en esa medida buscan una interlocución amigable con una figura de igual reconocimiento que el Presidente para entenderse”.
¿Viraje de la derecha?
De otro lado, el analista Viveros plantea que la estrategia política desplegada últimamente por el exmandatario también podría estar evidenciando una reformulación de la derecha colombiana.
“Si siguen con la misma tesis de la seguridad democrática, con el concepto más radical y neoliberal que han venido teniendo, van a volver a fracasar. Se están reformulando internamente y él está enviando un mensaje de que se quiere volver más de centroderecha que de derecha radical”, considera el politólogo.
Y Munevar coincide en que si la derecha quiere recuperar el poder, no puede seguir con la misma actitud que traía, ya que “si lo siguen haciendo como antes, vuelven a perder. El expresidente está entendiendo que les toca reformular la derecha y esa forma es cambiando su estrategia de hacer oposición y no continuar tan radical como lo había hecho antes”.
“Y, como individuo, Álvaro Uribe está buscando suavizar unas posiciones que le permitan retirarse de la escena política por la puerta de adelante, no por la puerta atrás”, señala.
Entre tanto, el politólogo José David Benavidez coincide en que la estrategia del expresidente va encaminada a recuperar el partido, pero también a ir consolidando la figura del Centro Democrático que podría enarbolar las banderas de esa colectividad dentro de cuatro años.