¿Qué pasó con el monumento a Sebastián de Belalcázar?

A las 6:00 a.m. del 28 de abril, la icónica estatua del fundador de Cali, Sebastián de Belalcázar, ubicada en el Barrio Bellavista, fue derribada por un grupo de encapuchados, después los indígenas Misak se adjudicarían el hecho. Fue el primer acto en el marco de diferentes hechos relacionados con el paro nacional del 28 de abril. A la fecha su pedestal permanece vacío, 75 días después de ser abatida.

Hoy, un amplio sector de la comunidad caleña se pregunta: ¿cuándo volverá el monumento a su pedestal?, ¿cuánto costará su restauración?, ¿se pusieron las respectivas denuncias frente a los hechos?.

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Sobre estos interrogantes Ronald Mayorga, recién posesionado secretario de Cultura, tiene las respuestas frente al futuro del monumento.

Según el funcionario la estatua se encuentra en un lugar protegido, esperando iniciar el ejercicio de restauración el cual duraría de dos a dos meses y medio. Por ahora están esperando la autorización de las aseguradoras-quienes asumirán los costos- para iniciar con el proceso.

“Los monumentos de la ciudad contaban con una póliza, así que ya se le hizo una solicitud formal a la aseguradora para cubrir los daños los cuales ascienden a los $394 millones”, dice.

Según el reporte de daños suministrado por Mayorga -ver gráfico- el mayor daño a la estatua se dio en parte de su base y uno de sus pies.

Pero más allá del proceso de restauración, el tema del monumento al fundador de Cali se había vuelto polémico porque antes de derribarlo ya habían escaramuzas de atentar contra él, incluso una mañana apareció envuelto con una sabana blanca, según la Alcaldía a manera de reflexión.
“Lo que ocurrió fue un hecho que nos invita a reflexión y a dialogar
frente a nuestras estatuas y monumentos. Es un fenómeno en el país y el mundo. Lo que leemos es que debemos incluir nuevas figuras de representación de otras miradas... por eso consideramos que Sebastían tiene una parte de historia y tendrá que estar, pero también deberán estar otros simbolismos de la Cali indígena, de la Cali afro y hacia allá vamos a caminar”, explica Mayorga.

Sin embargo y tras esta reflexión, ¿Sebastián de Belalcázar volverá a su pedestal original? Lo que responde Mayorga es que lo primero es restaurarla. “Pero en el momento en que Sebastián de Belalcázar regrese también debe hacerlo acompañado de otras formas históricas de representación de Cali”, dice.

Entonces, ¿el fundador de Cali volverá al punto con otras estatua?, según el secretario de Cultura, esa es una reflexión que se está haciendo.
Frente a cuándo será puesta de nuevo la estatua en su pedestal el funcionaria explica que eso dependerá del proceso de restauración.

“Quiero hacer un llamado porque eso que ocurrió -abatimiento de la estatua- nos puso a reflexionar y pensar en la historia, en que Cali también es afro, indígena y eso hay que escucharlo, pero no desconocer que Sebastián de Belalcázar, también hace parte de esas narraciones históricas. Por eso somos una Cali diversa. Sebastián de Belalcázar debe estar pero también las otras formas de representación de Cali”, comenta.

Reiteró que el regreso de la estatua del fundador de Cali se dará, pero acompañado de las otras formas de representación histórica de la ciudad.

¿En dónde se instalarán esas otras formas de representación artística?. “La idea es que sea un ejercicio democrático, participativo e incluyente. Así que se comenzarán rápidamente esos ejercicios de reflexión desde lo académico, histórico y con distintas miradas”, precisa Mayorga.

Otras las dudas que se han generado entre la comunidad de Bellavista es el alto costo de restauración de la estatua ($394 millones), que al parecer fue afectada tan solo en uno de sus pies.

“Allí hay unos temas técnicos. Tener a un equipo de restauradores es un trabajo muy especializado. Ese es el valor que nos da la evaluadora”, responde el Secretario, quien sostiene espera que Sebastián de Belalcázar regresa junto con otras representaciones para que los caleños vuelvan a encontrarse con ellos.

Mario Fernando Prado es uno de los férreos defensores de que la estatua vuelva pronto, dice que el día en que fue derribada llamaron el alcalde Jorge Iván Ospina y les dijo que sería ubicada en el transcurso del día porque no sufrió mayores daños.

“Pero eso no fue así. La estatua está en la Tercera Brigada, según nos han dicho los daños son menores. Creo que hay unas mesas de concertación pero a mi me parece que eso termina en que se vuelve a ubicar el monumento en el mismo sitio con otras estatuas que representan otras etnias. Yo soy medianamente optimista porque veo que pasan los días y las cosas se dilatan... Eso me duele mucho y me parece que allí puede haber gato encerrado porque ha pasado mucho tiempo y hablan y hablan. Deseo que vuelva”, dice.

Para el historiador Carlos Mario Recio, más allá de ubicar de nuevo el monumento en el lugar es saber cómo lo harán. “Debe ser un proceso de participación de toda la comunidad. El monumento de Sebastián de Belalcázar tiene varios momentos históricos, y no solo se debe ver desde la coyuntura. Belalcázar no pude tener un solo significado”.

Recio explica que el primer momento de Belalcázar, como la gente lo ve, es el de conquistador y fundador de ciudades. El segundo momento es 1936 cuando se celebra el cuarto centenario de la fundación de Cali, ahí es cuando erigen el monumento, la intensión era crear un imaginario colectivo dentro de la ciudad. “Y allí una intencionalidad muy fuerte donde Sebastían de Belalcázar es quien funda la ciudad y eso no se puede desconocer; y el tercer momento es el presente y allí hay que preguntarse ¿por qué lo terminan derribando?, entonces no es un tema de sencillo”.

El historiador sostiene que si al monumento nuevamente lo ubican, sin diálogo con la comunidad, un sector de ella, volverá a derribarlo. “¿Si se va a ubicar bajo qué contexto será?: ¿Habrá un diálogo con los indígenas? pero bueno, ellos ¿representan a todos los caleños?, ¿le pondrán otros monumentos alrededor?; ¿es necesario hoy poner personajes dentro de la sociedad actual?... yo recomendaría que se diera un diálogo para generar menos tensión”.

El historiador agrega que si este debate se politiza se desdibuja. “A mi no me parece que decir poner monumentos de otros personajes sea la solución, hay que pensar desde lo colectivo, para que se dé una real participación ciudadana que nos represente a todos como caleños; no se trata tampoco de borrar cabezas...”.