¿Qué va a pasar con el negocio de la coca tras la muerte de alias Mayimbú? Hablan expertos en seguridad

En menos de un año han sido abatidos seis cabecillas de las disidencias de las Farc: Jesús Santrich, ‘El Paisa’, ‘Romaña’, ‘Arturo’, alias Gentil Duarte y ayer Leider Johany Noscue, alias Mayimbú, cabecilla de las disidencias de las Farc que operan en el departamento del Cauca y uno de los criminales más buscados de Colombia.

Su muerte fue informada este lunes por el presidente Iván Duque, a través de su cuenta de Twitter: “Quiero informarle al país que gracias a la operación Jaguar del Ejército, en el municipio de Suárez, Cauca, fue neutralizado Leider Johany Noscue, alias Mayimbú, cabecilla de las disidencias Farc y uno de los criminales más buscados del país”.

‘Mayimbú’ se encontraba en la vereda Santa Bárbara, en el municipio de Suárez, Cauca, ubicado a un poco más de dos horas de Cali. Estaba en una vivienda rodeado por su principal círculo de confianza cuando diez uniformados, de la Tercera División del Ejército, ingresaron al lugar y lograron que cinco de los criminales que lo protegían huyeran para, posteriormente, abatir al cabecilla.

El ministro de Defensa, Diego Molano, en medios de comunicación nacional se refirió a lo complicado que ha sido recuperar el cuerpo del guerrillero, pues no han podido sacar el cadáver de la zona de combate porque hay un grupo de indígenas que se oponen a continuar con las labores de las autoridades.

De acuerdo con Néstor Rosanía, director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz, “la muerte de alias Mayimbú, líder de las Disidencias del Comando Coordinador de Occidente, en términos del negocio del narcotráfico no va a tener mayor impacto, porque la producción de la cocaína no va a parar, las rutas siguen funcionando y las ventas ya están hechas.

Por otra parte, sobre lo que significaba ‘Mayimbú’ para el grupo armado, sí representa un golpe importante porque era uno de los comandantes que tenía buena relación con otros miembros de la estructura. Además, él fue el encargado de unificar el Frente Sexto de las Disidencias de las Farc”.

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Además, aseguró que no es claro quién tomará el liderazgo en el norte del Cauca, pues se ha logrado evidenciar un cambio de generación donde los nuevos líderes de las disidencias de las Farc quieren permanecer en el anonimato para seguir con los negocios del narcotráfico y pasar desapercibidos ante las autoridades.

Jhon Marulanda, presidente de la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares de Colombia, puntualizó que aunque es un golpe fuerte para este grupo armado, no cabe duda de que las disidencias de las Farc y especialmente la de ‘Gentil Duarte’, como el Frente 30, van a seguir con el negocio del narcotráfico, pues Colombia es el primer productor mundial de cocaína.

“Es casi nulo que el negocio se vea afectado, ya que son más de 1200 toneladas métricas de cocaína al año que produce Colombia. Además, aún quedan otros cabecillas muy significativos como Iván Márquez y Néstor Gregorio Vera, conocido como alias Iván Mordisco”, dijo Marulanda.

Aunque los expertos coinciden en que aún no se conoce la identidad del posible sucesor de alias Mayimbú, algunas versiones indican que quien tomaría el manejo terrorista de esta zona del país sería Óscar Eduardo Sandoval, alias El Mocho.

De acuerdo con las autoridades, ‘El Mocho’ es considerado uno de los disidentes más sanguinarios de Colombia, pues hizo parte del anillo de seguridad de Manuel Marulanda Vélez, alias Tirofijo, en las antiguas Farc.

Actualmente, este delincuente es el cabecilla del Frente Carlos Patiño, una de las doce estructuras que conforman el Comando Organizador de Occidente, que opera en el departamento del Cauca.

Según Néstor Rosanía, aunque las autoridades han dado de baja a varios cabecillas de las disidencias de las Farc, esto no representa golpes significativos a las estructuras, y por el contrario se deben tomar medidas que apunten a una regulación de las drogas para acabar con el lucro del narcotráfico.

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“Las autoridades van a seguir haciendo lo que han hecho en los últimos 30 o 40 años de lucha contra las drogas: adelantar labores de inteligencia, identificar los nuevos cuadros o mandos y empezar a plantear lo que ellos llaman los objetivos de alto valor estratégico. Pero esta metodología preestablecida no lleva a una solución final, esto es mucho más complejo hasta que no se establezca un plan de regulación o legalización de las drogas”, enfatizó Rosanía, quien es director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz.

Frente a este planteamiento, Jhon Marulanda expresó que “estas bajas representan un golpe relativo, son acciones episódicas y se han venido dando desde años atrás. Sin embargo, seguimos con los mismos problemas de hace 60 años, donde grupos armados irregulares están delinquiendo en la frontera con Ecuador, Panamá y Venezuela”.

Alias Mayimbú era reconocido en el suroccidente colombiano como uno de los principales jefes de los reductos de las disidencias de las Farc. Las autoridades lo tenían fichado como la mano derecha en Corinto y Toribío, en Cauca, de Miguel Botache Santillana, alias Gentil Duarte, quien murió tras un ataque con explosivos el mes pasado en Venezuela.

‘Mayimbú’, de 31 años de edad, era buscado por actos de violencia cometidos desde 2010, entre ellos el asesinato de varios líderes sociales en el Cauca, como la candidata a la alcaldía de Suárez, Karina García, asesinada en 2019. También se le señaló de instalar un carro bomba en Santander de Quilichao, acción que dejó tres policías muertos. Además, ese mismo año se le acusó del secuestro y asesinato de un funcionario del CTI , en un retén ilegal en Caloto.

En su contra existían cinco órdenes de captura por una masacre registrada en la vereda de Palma de Coco, en el municipio de Olaya Herrera, Nariño, y cuatro homicidios en Cauca.

‘Mayimbú’ fue expulsado de la Jurisdicción Especial para la Paz en 2019 y por información que permitiera su captura se ofrecían $1000 millones, dinero que según el Ministro de Defensa, será pagado a una persona que ayudó a las autoridades a dar con su paradero.

La exclusión de la JEP le implicó la pérdida de todos los beneficios y garantías otorgados en virtud del marco normativo que desarrolló el Acuerdo Final de Paz, incluidas la suspensión y cancelación de órdenes de captura, las amnistías, los indultos y las libertades.