¿Qué viene para Cuba sin los Castro en el poder?

“Yo creo que el apelativo castrismo es más una categoría que se le ha impuesto a Cuba desde afuera. Desde hace mucho tiempo el papel de los Castro se redujo. Desde julio de 2006, cuando Fidel Castro se retiró del Consejo de Estado, ya tanto la importancia de él como la de Raúl se había disminuido”.

Así analiza el politólogo internacionalista Mauricio Jaramillo la trascendencia dada a la renuncia del heredero político del legendario Comandante a la presidencia del Partido Comunista Cubano, PCC, conocida el pasado viernes y que ha llevado a muchos a calificar el hecho como el fin del castrismo.

“Raúl fue importante porque dirigió la transición a la era pos Fidel Castro y todas las reformas que se hicieron. Por ejemplo, se eliminó la reelección indefinida del Presidente y se puso un límite de edad para participar, lo que marcó una renovación, hasta el punto de que el hoy presidente, Miguel Díaz-Canel, es de una generación posterior a la de la Revolución”, dice el experto.

Y agrega: “Yo pensaría que hace mucho tiempo los Castro hicieron la transición y particularmente creo que no existe el castrismo sino el comunismo a la cubana, del mismo modo que existe el comunismo a la vietnamita, como hay un comunismo a la china. Ningún país del mundo ha adaptado el comunismo ortodoxo, todos lo han tratado de adaptar a sus circunstancias”.

De igual forma, en el Congreso del PCC que termina hoy en La Habana también se determinó que Díaz-Canel será el sucesor en el cargo de Raúl y la otra gran pregunta es qué viene para la isla caribeña y sus habitantes, sobre todo a partir del arribo al poder de Joe Biden en Estados Unidos.

Esto porque, como se sabe, el hermano de Fidel fue coautor, en 2014, del deshielo entre los dos países, junto con el entonces presidente norteamericano Barack Obama, que puso fin a medio siglo de fuerte confrontación y reactivó las relaciones diplomáticas, rotas desde 1961 y restablecidas en 2015.

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Sin embargo, tras su llegada a la Casa Blanca, Donald Trump desmanteló buena parte de lo avanzado por su antecesor demócrata e implementó un duro reforzamiento del embargo vigente desde 1962.

Pero el internacionalista Jaramillo no espera que se vayan a producir muchos cambios después del relevo anunciado el pasado viernes.

“El último gran cambio que hubo en Cuba fue hace dos años, cuando se reformó la Constitución y se creó la figura del Primer Ministro y se le dieron más prerrogativas a la Asamblea Nacional.

Eso sí, reconoce que entonces se dejaron algunos pendientes, como el reconocimiento al matrimonio entre parejas del mismo sexo que había prometido el régimen, así como los derechos de la población LGBTI.

Y ya sobre el aspecto económico, el experto señala que “el principal objetivo es aprovechar la llegada de Joe Biden para que haya un cambio en el Departamento de Estado y Cuba salga de la lista de países promotores del terrorismo para poder tener relaciones con Estados Unidos, como ocurrió en la época de Obama, y que, producto de esas relaciones, se levanten las sanciones, como ocurrió también con Obama, cuando hubo más turismo y se eliminaron algunos límites a los estadounidenses para comprar ron o tabaco en la isla”.

Entonces Jaramillo considera que estas necesidades no van a variar con la salida de Castro de la jefatura del partido de Gobierno.

Otra cosa piensa el novelista Leonardo Padura, para quien “la salida del panorama político activo de Raúl Castro lógicamente que entraña un vuelco histórico más o menos visible en lo inmediato”. “Pero la gente necesita más. No solo para hablar, sino para vivir mejor. Creo que después de tantos sacrificios, los cubanos nos lo merecemos”, añadió.
Lo cierto es que, al retirarse, Raúl dejó una petición: “Desarrollar un diálogo respetuoso y edificar un nuevo tipo de relación con los Estados Unidos”. Pero para algunos será, como tildan la salida del castrismo, “solo algo simbólico”.