VENDEDORES AMBULANTES
Realizarán censo de vendedores ambulantes de Cali
El censo no solo busca caracterizar a vendedores estacionarios, sino también los que se movilizan a lo largo de la ciudad con su puesto personal. La caracterización se adelantará hasta septiembre.
Hasta el 30 de septiembre se adelantará el registro de los más de 30.000 vendedores ambulantes que se estima que hay en Cali, una estrategia de la Alcaldía que no solo busca darle nuevas oportunidades laborales a esta población, sino también liberar el espacio público en puntos críticos, como el centro de la ciudad.
“Esto nos permitirá contar con información imprescindible, como determinar cuántos vendedores hay en todo Cali, dónde están ubicados, cuál su diferencia étnica, de género... Y con esto haremos una caracterización para crear programas y proyectos a la medida de cada uno de ellos, por ejemplo, capacitaciones y capital semilla para nuevos emprendimientos”, anotó Jimmy Dranguet, subsecretario de Inspección, Vigilancia y Control.
El llamado está dirigido para todo tipo de vendedor: ambulante, estacionario y semiestacionario, ya sea que labore en la zona urbana y rural. Es por eso que desde ayer fue habilitada una plataforma para que cada uno se inscriba en la página web www.cali.gov.co/seguridad.
Esto vendrá complementado con jornadas presenciales de la Secretaría de Seguridad para inscribir a quienes no tienen acceso a Internet o dispositivos digitales en sectores como el Bulevar del Río, el parque El Ingenio o el centro de Cali. Dranguet también informó que se podrá solicitar información al respecto en los Centros de Administración Local Integrada.
El llamado de las autoridades también está dirigido hacia la población migrante que labore como vendedor informal.
“Esto nos invita a buscar talentos en el espacio público y promover otro tipo de ocupaciones, pues en la calle hay artistas, artesanos o ciudadanos con conocimientos técnicos. Esta política nos permitirá que una vez ayudemos a formalizarlos, solucionemos el problema del espacio público en la capital del Valle”, señaló el Subsecretario.
Hay que recordar que a raíz de la pandemia la informalidad aumentó de manera importante en Cali: el indicador se ubicó en mayo del presente año en 48,6 %, según datos más recientes del DANE.
De hecho, estimaciones de la Alcaldía dicen que mientras el año pasado había cerca de 20.000 vendedores informales en la ciudad, para este año la cifra se incrementó en alrededor de 30.000.
El censo hace parte de la política pública para vendedores informales que laboran en el espacio público desde 2016, el Acuerdo Municipal 0424 de la Alcaldía.
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Para Jimmy Núñez, presidente del Sindicato de Vendedores Ambulantes y Estacionarios de Cali, esta estrategia, “más que recuperar el espacio público busca organizarlos para que convivamos nosotros con los del sector formal, sin atropellar tanto a peatones como conductores. Los vendedores están por toda la ciudad, pero destacan algunos nichos en el centro, las estaciones del MÍO o la Calle Novena”.
Una vez concluya la caracterización, Núñez afirmó que buscarán discutir con el Municipio hasta 40 estrategias para organizar dicha población.
“Sería ideal que hubiese un proyecto de amoblamiento (transformación urbana) en diferentes parques o corredores de la ciudad para atraer a más personas en donde laboran vendedores informales. Incluso, esto se puede aplicar en los más de 1200 kioscos en donde venden gaseosas y comida”, expresó el líder de la agremiación.
Además, agregó: “Otra propuesta que debería contemplar la ciudad es realizar ferias 0 encuentros periódicos para aquellos vendedores informales que les cuesta formalizarse, algo que se puede hacer por temporadas. Y lo otro es ubicar en lugares estratégicos a quienes cuentan con carros o vehículos para la venta de comidas rápidas y que tengan permiso de la Alcaldía, con el fin de no generar ningún caos vial”.
Frente a esta iniciativa, Luis Fernando Aguado, director del Departamento de Economía de la Universidad Javeriana, comentó: “El distanciamiento físico y el confinamiento en los hogares afectó al sector informal. Fue de los primeros sectores en “cerrar”, exceptuando el llamado transporte pirata. Luego vinieron los bloqueos y el vandalismo, que igualmente lo afectó. Esto no había pasado en crisis anteriores. Es por eso que el aumento de la informalidad no lo podemos atacar con las mismas medidas que veníamos usando en anteriores crisis”.
Además, llamó la atención sobre la importancia de incluir a la juventud en estos programas. “¿Cómo arrebatarle estos jóvenes a la informalidad? Con programas integrales que vinculen lo económico y lo social. Por ejemplo, con agresivos programas mixtos de formación y empleo, dinamizando sectores intensivos en mano de obra vinculados al sector cultural en la ciudad, sector que hoy día está literalmente paralizado. De pronto necesitamos menos leyes y más acción”, aseveró el PhD en Economía.
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Sobre informalidad
Para Lina Martínez, directora del Observatorio de Políticas Públicas de Cali, Polis, “la informalidad es muy amplia, cubre desde un reciclador hasta un profesional free.lance. Lo mismo la persona que vende por catálogo, una panadería que puede ser formal, pero que contrata informalmente a sus trabajadores. El espectro es muy grande”.
Según investigaciones de Polis, la economía informal no solo genera empleo para los estratos 1 y 2, pues el 45% de la clase media caleña desarrolla alguna actividad informal.
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