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Se viene un nuevo año electoral: estos son los retos políticos que le esperan al 2019
Las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo, la imagen del presidente Iván Duque y la paz, entre los temas que estarán bajo la lupa, según analistas.
Fijar unas líneas de Gobierno claras, definir si se implementa totalmente el Acuerdo de Paz o se hace ajuste a la implementación (propuesta que ganó la elección presidencial) y continuar con la política de cero mermelada al Congreso de la República, son los principales retos que tiene el gobierno de Iván Duque.
Así lo sostienen varios analistas políticos, quienes aseguran que lo más importante es que los colombianos aclaren sus dudas sobre el norte que tendrá el presidente Iván Duque en sus cuatro años de Gobierno.
“De Álvaro Uribe recordamos claramente la política de seguridad democrática; de Juan Manuel Santos, la paz y la infraestructura. De Duque, es necesario fijar tres o cuatro ideas de largo aliento que lo caractericen”, dice el analista político Diego Cediel.
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A juicio de Juan Manuel Charry, experto constitucionalista, es un reto para el próximo año definir si se va a mantener la independencia de la Justicia Especial de Paz (JEP) para que adelante los procesos en contra de los exjefes de la guerrilla de las Farc (especialmente el caso Santrich) y qué hacer con la manutención de los excombatientes de base.
Pero también hay aspectos como las elecciones locales y regionales de octubre que le inquietan a expertos en marketing político como Pedro Viveros. Incluso se atreve “pronosticar” que la mayoría de las ciudades y los departamentos del país tendrán más candidatos por firmas que en representación de los partidos.
Mientras el analista político Andrés Agudelo dice que en esa contienda electoral el Centro Democrático, que es el partido de Gobierno, tiene que saldar una deuda “gigantesca” que quedó por los “malos resultados obtenidos en las elecciones de 2015”.
Explica que el partido del Presidente tiene la mayoría en el Congreso de la República y eso debe ser revalidado en los resultados electorales de alcaldías y gobernaciones si pretenden continuar en el poder por más de cuatro años, como es lo que se supone debería ser la aspiración de la colectividad.
Los escándalos de corrupción hacen parte de otro de los temas pendientes para 2019 y que se espera sean aclarados por las autoridades.
Consolidar la credibilidad
El principal reto que tiene Iván Duque Márquez como presidente de los colombianos en 2019 es consolidar su credibilidad.
En ello coinciden varios analistas. El politólogo Andrés Agudelo considera que el Jefe de Estado es un hombre inteligente y bien intencionado, sin embargo, reconoce que pese a su preparación, la oposición le critica continuamente su falta de experiencia en materia de alta gerencia.
“No importa las buenas decisiones que tome, ni lo efectivas que sean, el problema del Presidente es que no tiene un buen equipo de comunicaciones y sus ideas y acciones ni se venden bien, ni se ven bien; sigue pareciendo que improvisa, que los zapatos de la Presidencia le quedan grandes. Puede ser verdad, puede ser mentira, pero el peso de sus decisiones se deben notar porque ya lleva seis meses al frente del país”, precisa.
Para Diego Cediel, analista político, la necesidad de Duque ronda sobre los temas que debe fijar como su hoja de ruta para que “no haya esa sensación de que no hay timonel o que el capitán del barco está desconectado de la realidad”.
Al igual que Agudelo, sostiene que hay muchos errores en el equipo de comunicaciones que se deben corregir y “aunque a amplios sectores del país no les guste, debería hacerle más caso al senador Álvaro Uribe, que es un lobo de mil batallas, tiene experiencia y es el líder natural de su partido”.
Cediel insiste en que Duque debe saber combinar el consejo de Uribe y reforzarlo con tres ideas de Gobierno.
El constitucionalista Juan Manuel Charry cree , de otro lado, que dependiendo de cómo vayan las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo, al Presidente le va a tocar replantear su gabinete, pues son varios los ministros que han sido duramente cuestionados en los primeros seis meses de gestión.
Entre ellos, la ministra del Interior Nancy Patricia Gutiérrez; la de Justicia, Gloria Borrero; el de Hacienda Alberto Carrasquilla; y el de Defensa, Guillermo Botero.
Sobre las visiones de Cediel y Agudelo, el constitucionalista precisa que el Gobierno Duque ha dado pinceladas que debe remarcar: “Creo que él va a terminar de definir su perfil con el tema de la equidad y el imperio de la ley y la crisis en Venezuela como ha venido haciendo hasta ahora”.
Precisamente sobre el último aspecto, asegura que una de las decisiones más importantes que debe tomar el Primer Mandatario es resolver el tema de la migración venezolana.
¿Cero mermelada?
Buscar la aprobación de iniciativas importantes en el país sin recurrir a la ‘mermelada’ en el Congreso de la República fue una promesa de campaña de Iván Duque.
Tras su llegada al Gobierno nacional así ha venido trabajando. Y pese a que muchos resaltan su determinación, es claro que son varios los proyectos de ley y reformas constitucionales que se estancaron en el primer periodo legislativo por falta de consensos. Es el caso del paquete anticorrupción, la Reforma a la Justicia y algunos aspectos de la Reforma Política.
El Mandatario aseguró recientemente que si ese es el precio que hay que pagar por defender esa independencia, “pues ese precio lo tenemos que pagar, pero a lo que tenemos que darle trascendencia y respetar de una vez por todas es que se acabó la mermelada y se acabaron ese tipo de prácticas entre los poderes públicos”.
Para el analista político y constitucionalista Juan Manuel Charry hay que ver si el Presidente mantiene esa misma política o la replantea. “No lo pondría en términos de mermelada, que me parece que es equivocado, sino si va a haber participación política en el Gabiente”.
Y es que las primeras tareas para el Congreso en esta legislatura será sacar adelante el Plan de Desarrollo y también los proyectos que quedaron en estudio como la Ley de TICS y la Ley de Financiamiento.
Justo sobre este tema, el analista Diego Cediel dice que debe haber una serie de mecanismos y formas de reestructuración del sistema tributario colombiano.
“No puede seguir la costumbre que cada ocho años, o cada gobierno haga un reajuste vía reforma tributaria, improvisada, sin que haya un mecanismo de redistribución del ingreso Estatal, que sea fijo, constante y predecible”, precisa.
Agrega que este aspecto es vita porque de ello depende la confianza inversionista y al no haber unas reglas claras, “en esa oscuridad los inversionitas extranjeros se previenen y naturalmente eso es muy perjudicial sobre todo, para el empleo no calificado. Eso debe ser un gran reto político económico del Presidente”.
Pulso electoral
En octubre de 2019 se realizarán las elecciones para escoger autoridades locales y regionales en todo el territorio nacional. A juicio de Pedro Viveros, experto en marketing político, uno de los retos para este año serán, precisamente, esos comicios.
Dice que debido al debilitamiento de los partidos políticos, en la mayoría de las ciudades y departamentos de Colombia, podrían presentarse más candidaturas por firmas que en representación de las colectividades tradicionales.
Así mismo se atreve a pronosticar que la “democracia callejera”, es decir, la aprobación de movimientos estudiantiles y de ‘paros’ se impondrá en ciudades como Buenaventura y Quibdó.
Mientras el politólogo Andrés Agudelo sostiene que en estas elecciones se medirá el aceite de los dos grandes sectores políticos del país: el uribismo y las fuerzas que rodean al petrismo.
“Si el Partido Centro Democrático quiere continuar en el poder por más de cuatro años, tendrá que imponerse en las elecciones locales. Lo mismo deberá ocurrir con la izquierda que sacó más de ocho millones de votos en las presidenciales”.
El analista explica que más allá de los problemas jurídicos o formalistas que tiene la Colombia Humana en el Consejo Nacional Electoral, en estas elecciones tendrá que demostrar que ese apoyo no fue producto de la indignación sino que tienen un electorado cautivo, leal, independientemente de las variaciones temporales.
El futuro de la paz
Durante los últimos seis años la Paz fue el eje central del Gobierno y se habló de ella en todos los rincones del país. Ahora, pese a que se cambió de administración, este no deja de ser un tema importante para Colombia: Desde el seguimiento de la implementación de lo pactado con la antigua guerrilla de las Farc hasta el incierto futuro de los diálogos para terminar el conflicto con el ELN. Incluso, hay quienes aseguran que este año también será vital para definir el futuro del sometimiento de las bandas criminales.
El analista Andrés Agudelo dice, sobre el ELN, que el Gobierno ha mantenido una “tensión o hasta una paquidermia política, si se quiere, con el fin de agotar las posiciones de esa guerrilla para que quede obligada a negociar sin tantas ventajas como con las que contaron las Farc”. Agrega que el Gobierno no ha hecho una mala gestión en ese sentido. Pero el 2019 debe ser decisivo para levantar definitivamente la mesa y arreciar la persecución a los cabecillas del ELN o empezar un diálogo real.
Para el politólogo Diego Cediel es necesario que el presidente Iván Duque empiece a cumplir las “altas expectativas” que generó durante su campaña sobre la reestructuración de algunos aspectos del Acuerdo con las Farc y eso “le aportará a mejorar la percepción de la gente sobre su Gobierno”.
Este año, agrega, debe dársele matices, precisiones sobre las reservas que hay frente la Justicia Especial de Paz, la reintegración de los excombatientes, porque por eso, como principal razón, es que lo eligieron.