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Sergio Jaramillo hace su balance sobre los 5 años del acuerdo con las Farc

Sergio Jaramillo, excomisionado de Paz, se dice optimista realista ante la implementación y pide una estrategia de seguridad para el posconflicto

Sergio Jaramillo, excomisionado de paz. | Foto: Foto: Especial para El País

Danna Doncel Navia

26 de nov de 2021, 01:25 a. m.

Actualizado el 24 de may de 2024, 01:34 p. m.

“Sin la supervisión directa del Consejo de Seguridad de la ONU y el trabajo incansable de los países garantes y todos los demás que apoyan, no sé si el proceso hubiera sobrevivido”.

Esa es la percepción del ex alto comisionado de Paz Sergio Jaramillo, a propósito del quinto aniversario del Acuerdo del Teatro Colón, firmado el 24 de noviembre del 2016. Y dice que ese contundente respaldo de la comunidad internacional a lo convenido en La Habana se debe a que en los últimos quince años no ha habido un proceso de paz más importante que el de Colombia.

“La burbuja mediática y la oposición a la paz como estrategia electoral no nos dejan ver lo que afuera reconocen con nitidez: que Colombia logró algo muy difícil y que todos deberíamos estar orgullosos”.

¿Qué balance hace de la implementación del Acuerdo de Paz tras cinco años de haberse firmado?

Que el Acuerdo tiene tanta fuerza, que ha podido mantenerse a flote a pesar de todas las adversidades. Además, ahora somos un país distinto, que al fin se puede mirar al espejo y ver los tremendos problemas que tiene que resolver, en lugar de estar hablando todo el día de las Farc.

¿Y qué significado tiene para usted que el Secretario General de la ONU haya venido a Colombia para esa conmemoración?

Sin la supervisión directa del Consejo de Seguridad de la ONU y el trabajo incansable de los países garantes y de todos los demás países que apoyan, no sé si el proceso hubiera sobrevivido. Esa vigilancia internacional marcó el campo dentro el que se podía mover el Gobierno. La visita del Secretario General, que se da luego del acuerdo con la Corte Penal Internacional y el anuncio de Washington de sacar a las Farc de las listas (de terroristas), sella ese apoyo al proceso y le da un nuevo aire. Guterres le hizo un llamado al resto del mundo para que se siga el ejemplo de Colombia, incluso a los etíopes, que están cayendo en una guerra civil.

¿Por qué cree que la comunidad internacional le da tanta importancia al Acuerdo de Paz en Colombia?

Porque en los últimos quince años no ha habido un proceso de paz más importante que el de Colombia. En el Consejo de Seguridad de la ONU los miembros permanentes viven agarrados, pero sobre Colombia los americanos, los rusos y los chinos votan unánimemente en todo. La burbuja mediática y la oposición a la paz como estrategia electoral no nos dejan ver lo que afuera reconocen con nitidez: que Colombia logró algo muy difícil y que todos deberíamos estar orgullosos.

A propósito, desde el Gobierno Duque se asegura que ellos han hecho más en cuanto a la implementación de los Acuerdos que el Gobierno Santos, que los firmó. ¿Qué piensa al respecto?

Me parece que esa es una discusión inútil. El Gobierno actual dice, por ejemplo, que solo encontró 2 Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, Pdet, y que ahora hay 16. Pues claro: participaron más de 200.000 personas en la elaboración de los Pdet y solo 2 procesos de planeación habían terminado para agosto de 2018, cuando comenzó el nuevo Gobierno. ¿Qué sacamos con esas comparaciones? Nada, concentremos más bien en lo que falta por implementar, que es la mayor parte del Acuerdo.

“¿Dónde está la Fiscalía judicalizando con la Policía y con la protección del Ejército a toda la gente que mueve la coca en el departamento del Cauca?”.

¿Y cuáles deberían ser las prioridades de esa implementación para evitar la crisis de seguridad que se está registrando en varios de los territorios más golpeados por el conflicto armado en el país?

Lo primero, como ya lo dije hace unos meses, es tener una estrategia de seguridad para el posconflicto, que no existe. ¿Dónde está la Fiscalía judicalizando con la Policía y con la protección del Ejército a toda la gente que mueve la coca en el Cauca? Mientras se sigan moviendo hasta los narcos mexicanos como Pedro por su casa, no hay nada qué hacer. Segundo, la economía de la coca solo la expulsa permanentemente con alternativas creíbles de empleo legal. El plan de sustitución, como está en el Acuerdo, probablemente se queda corto, se necesita empleo masivo. Y también volver a la concepción del Acuerdo de trabajar con comunidades enteras y con un enfoque territorial y no haciéndole transferencias a cada familia, como se hizo en la implementación del Pnis (Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos). Eso no funciona, no hay con qué pagarlo y crea incentivos perversos.

¿Pero usted es optimista frente a que el Acuerdo de Paz pactado en La Habana va a llegar a buen puerto en cuanto a la implementación?

Sí, yo propongo un optimismo realista. Si mira lo que está pasando en Nariño o en el departamento del Cauca, se puede preguntar: ‘¿Cuál paz?’. Pero esa violencia brutal contra los líderes es una consecuencia del posconflicto, en la medida en que bandas fragmentadas pelean por las rentas que alimentaban el conflicto y matan para mostrar que mandan. Con empeño y dedicación, esa violencia se puede doblegar. Se necesita crear masa crítica.

¿Y cómo se puede lograr eso en Colombia, en medio de la polarización que genera el proceso que se realizó con las Farc?

Mostrándole a la gente que el Gobierno va en serio, y que está dispuesto a oír. Yo me alegro de que el Gobierno actual haya adoptado los PDET, pero en el terreno no se hacen sentir, porque se están implementando sin el resto de la Reforma Rural Integral (de los 16 planes sectoriales del Acuerdo para proveer bienes públicos, hay 7 que ni siquiera se han aprobado) y porque dejaron de lado la participación. Hay que volver a meter a la gente y a la sociedad en el proceso. A las comunidades, por supuesto, pero también a empresarios, iglesias, ONG, a todo el mundo. Si todos se mueven al son de una misma partitura y se oyen mutuamente, se crea masa crítica y se recupera la credibilidad. Fácil de decir y difícil de hacer, pero no imposible. De eso se trata la paz territorial.

Llamado de la JEP

La Sala de Reconocimiento de la JEP convocó para el 29 de noviembre una audiencia reservada sobre hechos violencia sexual y de género ocurridos durante el conflicto armado en el sur de Valle y norte de Cauca, dentro del Caso 05. La misma se realizará en la sede de la JEP en Bogotá y contará con la presencia de organizaciones de víctimas y defensoras de Derechos Humanos acreditadas ante la Jurisdicción, así como de los abogados que las representan a través del Sistema Autónomo de Asesoría y Defensa de Víctimas, y del Grupo de Investigación Especializado en Violencia Sexual de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP.

Danna Doncel Navia

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