¿Usted se quitaría ya el tapabocas? La reveladora respuesta de la Secretaria de Salud del Valle

María Cristina Lesmes es contundente al decir que la pandemia del Covid-19 no ha terminado y que, pese a que muchos quisiéramos ya olvidarnos del virus, es vital que las medidas de control sigan porque no se sabe qué puede venir en el futuro inmediato.

También asegura que ella es una de las personas que seguirá usando el tapabocas en espacios abiertos y cerrados, pues considera que este elemento ha sido clave para evitar una mayor transmisión de la enfermedad. Esto pese a que el Gobierno Nacional permite ya que en las poblaciones con una vacunación mayor al 70%, con esquema completo, se elimine el uso de la mascarilla al aire libre.

La funcionaria, quien recibió esta semana un reconocimiento de la Asociación Colombiana de Clínicas de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, Asoclicper, por las acciones efectuadas durante los momentos más duros de la pandemia, se mostró de acuerdo con la reciente decisión de la Corte Constitucional de despenalizar el aborto en el país hasta la semana 24 de gestación.

Además alertó sobre una eventual epidemia de dengue para el mes de abril, por lo que prendió las alertas del sistema de salud pública.

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Esta semana usted anunció que finalizó el cuarto pico del covid en el Valle, ¿qué balance dejó?

Fue un cuarto pico largo, duró más de 50 días, tuvimos cerca de 120.000 casos diagnosticados y un número indeterminado de gente no diagnosticada y lo más preocupante fue que tuvimos 1.581 personas fallecidas, casi todas mayores de 60 años.

En este cuarto pico se mezclaron varias cosas: un alto número de casos, logramos que todos tuvieran los servicios requeridos y tuvimos un solo día con una fila larga en UCI. Asimismo, se tuvo una letalidad muy baja, como consecuencia de la vacuna.

Si no hubiéramos vacunado a una gran parte de la población, la tasa de letalidad sería el doble, es decir 3000 personas habrían muerto y fallecieron 1500, pese a lo triste que es despedir a ese número de ciudadanos estamos satisfechos porque la tasa de mortalidad bajó de 3% a 1,5%.

¿Quedó en evidencia que las vacunas sí funcionaron?

Claro que funcionaron, teniendo la tasa más alta de positividad, que nunca habíamos alcanzado, 34,6%, logramos la tasa de letalidad más baja y eso simplemente es el efecto de la vacuna. Las personas que murieron tenían dos condiciones: algunas estaban vacunadas, pero tenían más de 6 meses de haber recibido la segunda dosis y los otros no tenían vacuna. Esto vuelve a demostrar la importancia de vacunación para generar un covid leve.

En este momento no hay variantes del covid preocupantes, parece que todo vuelve a la calma, ¿se puede hablar de que se acabó la pandemia?

No. Lo único que podemos decir es que hemos acabado el cuarto pico y que hemos bajado el número de casos diarios, pero tenemos aún personas fallecidas, es decir que sigue siendo un problema complicado.
La pandemia no se ha acabado y falta tiempo para que eso pase. Tenemos que seguir haciendo desde salud pública vigilancia epidemiológica y por parte de los ciudadanos, mantener los cuidados porque en cualquier momento el panorama puede cambiar.

¿Usted cree que nos puede llegar un quinto pico de covid?

Depende de la cantidad de personas vacunadas y la capacidad de respuesta del ser humano después de la inmunización. Nosotros esperamos que no haya más picos, pero eso no es palabra de Dios. Si todos los vallecaucanos se vacunan, la posibilidad de un quinto pico se reduce y de existir o darse por nuevas variantes, estaríamos en capacidad de responder.

¿Cuánta gente se ha contagiado del covid en el Valle, según sus estimaciones?

Nosotros tenemos un dato de que el 70% de los vallecaucanos ya se contagió, pero la cifra no se ha acabado de definir, eso lo hacemos con el Instituto Nacional de Salud, pero ya sabemos que dos terceras partes de la población ya ha estado en contacto con el virus.

¿Qué municipios del Valle siguen retrasados frente a la vacunación?

De Buenaventura no tengo la información porque este municipio es un Distrito certificado en salud. Del resto de territorios podemos decir que los peores en vacunación son Jamundí, Buga, Tuluá y Palmira. Los mejores son los del norte del Valle.

Creo que en algunos momentos hubo dificultades en los municipios, por no tener vacunas disponibles, pero también hay una resistencia de la población.

En diciembre, por ejemplo, no se vacunaban porque se decía que no se podía tomar alcohol. Pero en realidad la vacuna no tiene contraindicaciones, la única restricción es para las personas con gripa. Usted puede ponerse vacuna e irse a bailar, es más en países como Israel cambian la vacuna por cerveza.

Hay una especie de estancamiento en la vacunación, ¿qué estrategias piensan implementar para seguir avanzando?

Estamos trabajando para tener más presencia en los municipios, este fin de semana estaremos en Ulloa para lograr una vacunación total. Ya los puntos fijos no sirven y ahora nos toca ir a buscar la gente, hablar con ellos, acercarnos a la población porque la gente no vendrá a nosotros. También estamos concentrados en vacunar a los niños y a toda familia.

¿Usted es partidaria de eliminar el tapabocas en espacios abiertos?

Si, esta decisión es un estímulo adicional para la vacunación, necesitamos que la gente acceda a la segunda dosis. En el Valle estamos cortos, tenemos el 62% de la población con esquema completo, nos falta 8 puntos. Pero sí tenemos 16 municipios por encima del 70% como son: Yotoco, La Victoria, Bolívar, El Cairo, Argelia, Riofrío, Dovio, Ulloa, entre otros.

Eliminar el tapabocas en espacios abiertos es darle un poco de descanso a la gente, pero yo le cuento que personalmente no me lo voy a quitar, ni en el espacio público, ni en espacios cerrados, yo en la calle sin tapabocas, no.

¿Qué aprendizajes le deja esta pandemia?

Hay muchas lecciones. Desde el punto de vista de la salud aprendimos que somos capaces de organizarnos, los sectores público y privado, para dar respuesta y eso es una cosa positiva, pues trabajar juntos da mejores resultados.

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Nos enseñó a movernos rápidamente en nuestra programación y con agilidad, acabamos por ser menos restrictivos, a trabajar virtualmente, conectados 24 horas, pese al cansancio mental.

Lo peor que nos deja la pandemia es la alteración de la salud mental de muchos vallecaucanos, la pobreza extrema incrementada y el deterioro en algunos indicadores de salud pública, el más lamentable de ellos la muerte materna que registró el peor indicador de 10 años.

El aislamiento incrementó también la violencia y una desconfianza de la gente en el sector público.

¿En términos de la salud de los vallecaucanos qué preocupa en este momento?

Hay varias cosas, entre ellas el dengue porque creemos que vamos a tener un brote epidémico después de abril. Nosotros tenemos un método para seguir epidemiológicamente las enfermedades y se prevé que este año nos toque epidemia de dengue. Calculamos sobre abril, cuando empiecen las lluvias duras en el Valle, que tendremos ese pico y para ello nos estamos preparando.

Esta semana la Corte Constitucional despenalizó el aborto en Colombia, ¿qué piensa de la decisión?

Recibí con satisfacción la decisión de la Corte por dos aspectos: primero porque independientemente de lo que esté pensando la gente, el aborto no se va a incrementar, pero sí disminuirá la mortalidad materna que se genera a consecuencia de abortos clandestinos.

El aborto no es un método de planificación ni se va a convertir en un método de planificación y es un derecho que tienen las mujeres.
Creemos que ha disminuido el aborto de forma notoria en el Valle, pero tenemos un número alto de interrupciones voluntarias del embarazo a alta edad gestacional, que es traumático, porque las mujeres no pueden acceder tempranamente.

Lo recibo, desde el punto de vista de salud pública con beneplácito, tengo la absoluta tranquilidad que ninguna mujer se practicará un aborto por placer ni que se convertirá en una medida anticonceptiva, no habrá incremento de abortos, pero sí disminuirá la mortalidad materna y eso es fundamental.

Además, la Corte Constitucional reconoce que las mujeres tenemos, como todos los seres humanos, el libre albedrío que permite decidir de forma lógica y consciente sobre nuestra vida.

¿Qué cifras de abortos conoce de la región?

Como toda esta práctica es clandestina es imposible saber con exactitud. Pero lo que se vivía hace 20 años no es lo que se vive hoy, porque hemos trabajado mucho en los métodos de anticoncepción.

El embarazo en adolescentes ha bajado 14 puntos en el Valle, tenemos planificación desde temprana edad en niñas, que ya no necesitan autorización de los padres para esto.

Los métodos de planificación han mejorado y ahora se tienen implantes y otro tipo de alternativas. En el Valle la educación sexual ha mejorado mucho, trabajamos en derechos sexuales reproductivos buscando que se tenga una sexualidad sana, segura y responsable.

Por eso no creo que vayamos a tener abortos como método de planificación, jamás. Es una decisión que las mujeres toman en su conciencia cuando es no deseado y es un inconveniente en su vida. Pienso que la Corte Constitucional obró en derecho como debía ser.