¡Arquitecto del sabor! El proyecto del chef Francisco Prado que lleva el arte culinario a casa

Encontrar una pasión a muy corta edad puede ser una de las cosas más gratificantes de la vida, pero abrirse paso en el mundo con ella, es algo más complejo. Sin embargo, no lo fue para el talentoso chef Francisco Prado, quien desde muy pequeño ya había resuelto lo que le gustaba en la vida, la cocina y sus exquisiteces.

Hoy este destacado caleño, arquitecto por profesión, pero chef por vocación, ha sabido sortear las dificultades que llegaron con la pandemia, y se abre paso en las mesas de los caleños ante un desafío que ha buscado asumir con su empresa FP. Catering para eventos y una propuesta innovadora, asequible para todos y atenta a las nuevas tendencias gastronómicas.

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Se trata de ’FP.Catering to go’ una idea que surgió para que las familias caleñas pudieran llevar lo mejor de su comida a casa, empacada al vacío, sin necesidad de tener al chef presente.

“Este era un menú que yo había pensado mucho, pero lo tenía literalmente guardado en el computador y ahora, dada la contingencia, está funcionando perfectamente y deleitando los paladares de todos los caleños”, dice Pacho Prado, como algunos de sus amigos lo llaman, quien consiente de la emergencia global y la crisis que ha afectado a emprendedores como él, decidió no cerrar las puertas de su cocina y entregar lo mejor de ella, sin tener que prescindir de su equipo de trabajo.

“Es la mejor manera de mantenernos a flote, pues este es un momento en el que nosotros ni vamos a ahorrar, ni vamos a tener excedentes de caja, ni nos vamos a enriquecer, es una forma de mantenernos, sostenernos y poder pasar este momento amargo lo más pronto posible”, resalta el caleño, y añade que “este proyecto nos dio una luz no solo para sostener la parte económica, sino para para sobrellevar el aislamiento, mantener la cabeza ocupada en algo y pensar en que estamos siendo productivos”.

Su cocina es de autor, experimental, influenciada por la gastronomía peruana, francesa, española y tailandesa, pero sin dejar de lado los sabores autóctonos de nuestra región, disfrutando de la gran variedad de alimentos que nuestra despensa agrícola le proporciona.

“Mi cocina es de inspiración, de gustos, de ensayo y error, con técnicas e ingredientes que me gustan”, destaca Prado, quien es además socio de Citadino, el Falso Olivo, de Borondo y, además, chef ejecutivo y socio de la Hacienda del Bosque.

Antes de que comenzara el confinamiento obligatorio, Francisco se mantenía al frente de su servicio de catering, y de sus restaurantes. Sin embargo, la cuarentena llegó para revolucionarlo todo, y no para mal.

“Este tiempo me ha servido para disfrutar de mi familia, pasé todo un mes a las afueras de la ciudad en compañía de mi esposa, mi hijo que solo tiene 15 meses, mi hermano y su familia, cocinando para ellos. Con la carga de trabajo normal solo los veía por la mañana y a mi hijo escasos 40 minutos. Hoy disfruto poder preparar su desayuno, tenerlo conmigo por mucho más tiempo, así que este cambio ha resultado ser una oportunidad para compartir con los que amas”.

“Ese primer mes estuve desconectado total, fue un momento de tranquilidad, de descanso, entre todo realmente fue un espacio de encuentro conmigo mismo y de tranquilizarme un poco ante el agite del trabajo”, confiesa Francisco, quien ahora ha mermado el ritmo laboral, pero se mantiene activo en su cocina.

“Me encanta preparar platos con influencia oriental pues estos permiten una infinidad de mezclas en sabores, especias y texturas en la cocina”. 

Su historia detrás del fogón inició a los siete años de edad. Un amor que comenzó a tomar forma luego de preparar, en un horno de barro hecho por su padre, -otro amante de la buena mesa-, su primer pan, de ahí en adelante todo supo cada vez mejor.

Su gusto por la cocina, cuenta Francisco, le fue heredado de sus tías Lucía y Luz Ángela, dos talentos del arte culinario que no fueron mucho más allá de su don.

Sin embargo, y aunque Francisco disfrutaba de la gastronomía y sus infinitas posibilidades, no vivió de su pasión hasta que se graduó como arquitecto de una renombrada universidad en Bogotá, claro que desde mucho antes había comenzado su verdadera carrera como aprendiz del prestigioso restaurante Harry Sasson, su escuela.

Nunca ejerció su profesión, pero diseñó su propia vida y hoy, este amante de los libros de cocina, planifica exquisitos menús a la conquista de sus comensales.

Recientemente FP. Catering fue ganador del premio Zankyou International Awards 2019, en la categoría Catering. Los premios más prestigiosos del sector de las bodas.

Francisco Prado fue nominado a los premios La Barra 2018, como ‘Mejor chef’ y ‘Mejor empresario gastronómico’.

Fue docente de la Escuela Gastronómica de Occidente.

900 Bodas ha realizado este empresario caleño con su servicio de Catering.