Cultura
Fundador de Caliwood, el museo de la cinematografía destacado por National Geographic, explica por qué está entre los mejores del país
Este lugar cuenta con aparatos icónicos, que solamente se encuentran en los más importantes museos del mundo.

Caliwood, el museo del cine caleño, fue destacado por National Geographic, un prestigioso portal de viajes internacional, en el top 5 de uno de los mejores museos para visitar en el país.
No es extraño. Ya antes, en Francia, la revista de séptimo arte Info París lo había referenciado como “el museo de cine más importante de América Latina, dedicándole un reportaje de seis páginas” y el sitio web Colombia Travel lo sugiere como un atractivo turístico y turistas provenientes de todo el mundo llegan a visitarlo.
Curiosamente, no todo caleño sabe de su existencia. Ubicado en la avenida Belalcázar # 5A-55, en el edificio El Retiro, este museo fue fundado por Hugo Suárez Fiat, el 22 de octubre del año 2012, aunque desde el 2008 este cinéfilo empezó su emblemática colección cinematográfica.
“No sabemos qué periodista o quién fue la persona que calificó el sitio como uno de los institutos culturales museológicos más importantes del mundo; la noticia empezó a circular, y es un gran honor para este museo de la cinematografía de Caliwood que lo incluyan en un listado”, le cuenta a El País su creador y actual director.

“Si bien tenemos una colección temática exuberante, en nuestro museo de apenas 220 m² hay mucha limitación de espacio, contamos, eso sí, con un teatro de 24 m², sin embargo, lo que hizo que nos calificaran tan bien, es que la colección que ha hecho el museo, a partir del año 2008, ya es reconocida en muchos lugares, y es, como dicen los norteamericanos: ¡Amazing! ¡Asombrosa!”, cuenta este abogado caleño apasionado por los autos antiguos clásicos y el cine.
Y no exagera. Este lugar cuenta con aparatos icónicos, que solamente se encuentran en los más importantes museos del mundo. Su última adquisición es un daguerrotipo de 1840, que perteneció a la familia Abreu Otero y los Caldas Abreu lo conservaron. “El aparato, o lo que quedaba de este, lo encontramos en una cabaña en el Lago Calima, tenía la óptica, la agarradera y algunos de los pasadores. Y nosotros, en el Museo, lo reconstruimos y lo volvimos completamente funcional”.
Otra pieza que atesora Caliwood y que ha hecho más famoso al Museo a nivel internacional fue una que hallaron en el municipio de Bolívar, en el departamento del Cauca, hace 16 meses, un proyector de cine, que estaba incompleto, fabricado entre 1906 y 1908 en Estados Unidos. en Nueva York, de la marca Nicholas Powers, con todos los accesorios originales.
Al museo llegó sin la lámpara, y allí le restauraron la caja de proyección y ya está funcionando. De hecho, ya fue alquilado a una producción cinematográfica. Cuenta Suárez Fiat, que “en su época, era activado con una manivela, el aparato no tenía un motor convencional y la película había que moverla manualmente, trasladando el carrete arriba y el carrete abajo, moviendo la mano aceleradamente. Ese tipo de productores fueron de uso mundial más o menos hasta 1924″.

La colección del museo crece cada día más, aparte de la cámara o daguerrotipo de 1840, ya tiene 18 cámaras con cuerpo de madera fabricadas entre 1880 y 1920. Otro tesoro que alberga son las dos cámaras más grandes del mundo, fabricadas en Filadelfia en 1922. El público queda embelesado ante lo que ve. Mientras hacíamos este reportaje, una joven peruana, aspirante a cineasta, nos convencía de que contamos con “un museo único”.
Un museo que permanece abierto todos los días del año, de lunes a viernes, de 8:00 a. m. a 12 m. y de 2:00 p. m. a 6:00 p. m. ; los sábados, de 3:00 p. m. a 7: 00 p. m. y los domingos, desde las 10:00 a. m., en jornada continua, hasta las 6:00 p. m. Y si el lunes es festivo, se llama a su director y lo abre. La entrada vale: $20.000. Hay 25 proyectores de cine operables, para que el público aprecie cualquiera de las 200 películas animadas de los años 20, 30 y 40 que tienen. Y hay una exposición itinerante, en un salón cerca del Hotel Intercontinental con 320 teléfonos antiguos.

Don Hugo, abogado que litigó durante 34 años, pone dinero de sus ahorros y también algunas personas contribuyen con obsequios importantes para Caliwood, una idea que se le metió entre ceja y ceja a quien cofundó también el Museo Nacional de Transporte, junto a José Guillermo Pardo Borrero y Luis Eduardo González y que funcionó de 1998 al 2009.
A Caliwood solían llegar decenas de estudiantes a diario, pero, debido a la invasión digital, se mermaron las visitas. “Queremos que nos visiten más caleños”, pide Suárez Fiat: “Acabamos de recibir a la profesora Paula Ortiz Campaz, del Liceo Pacífico de Buenaventura, quien salió descrestada y prometió traernos a sus 30 alumnos de básica primaria, les vamos a dar las entradas sin costo”.
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