Para celebrar sus 25 años, Incolballet inicia su temporada con Giselle; detalles de esta obra

La más conmovedora historia de pasión, traición y redención, que lleva al público a un viaje de emociones intensas y una belleza escénica única, vuelve a escena después de dos años de haber impactado al público caleño.

Se trata de Giselle, obra del repertorio universal del ballet clásico, que estará el 19 y 20 de marzo, a partir de las 7:00 p. m., a cargo de la Compañía Colombiana de Ballet Clásico, de Incolballet, que abre con esta su temporada 2025, en la que celebra sus 25 años, y que completarán posteriormente El Lago de los Cisnes y La Bella Durmiente.

Dos años después de la última presentación de esta pieza de ballet en Cali, Giselle regresa, con 35 bailarines en escena, para envolver tanto a los amantes del género como a nuevos espectadores con la historia de Las Willis, mujeres que mueren por amor.

“Esta obra que elegimos para el inicio de nuestra temporada 2025 con la Compañía Colombiana de Ballet, de Incolballet, es Giselle, uno de los clásicos del ballet romántico. La maestra Natalia Berrios, coreógrafa residente de la Compañía Incolballet, hizo esta hermosa coreografía, una versión adaptada de la original, que se estrenó el 28 de junio de 1841 en la Ópera de París, obra que está en el repertorio de todas las compañías mundiales de ballet”, le contó a El País José Manuel Ghiso Tejada, director artístico de Incolballet, ayer en medio de un ensayo.

Admite el director, que es una obra que tiene muchísimos desafíos para los bailarines, pero no solo a nivel de los pasos o de lo técnico sino, además, en la interpretación, “llegar a desempeñar los roles de la obra y que el público entienda quién era Giselle, quién Hiralión, el príncipe Albrecht, es importante. Llevamos cuatro años trabajando con este equipo para estar al nivel, y hoy en día podemos decir con orgullo que tenemos una de las mejores compañías de Colombia y de Latinoamérica”.

La historia —contó Ghiso Tejada— gira en torno a una joven aldeana, Giselle, quien vive con su mamá en una villa, todos los aldeanos la cortejan y en plena vendimia es nombrada reina del cultivo, incluido el príncipe Albrecht, recién llegado a la comarca, quien se disfraza de aldeano para cortejarla, porque siendo noble no debe hacerlo. Pero Hilarión, un leñador que también pretende a Giselle y todos los días le lleva ofrendas, descubre su engaño y lo desenmascara ante Giselle, sin contar con que, al enterarse de la verdad, ella tendrá un ataque cardíaco y morirá.

Durante el segundo acto —uno de los más bellos del ballet clásico, de tutú blanco romántico, en una escena de bosque, oscura, dramática y mágica— Giselle se levanta de entre los muertos, junto a otras doncellas fallecidas, conocidas como las Willis: espíritus de jóvenes traicionadas por hombres y que salen a medianoche para matar a los que encuentren en su camino.

En su intento por acabar con Albrecht lo hacen bailar, pensando que morirá, pero el príncipe baila sin parar hasta que sale el sol y mientras ellas desaparecen con la luz, él se salva. No cuenta con la misma suerte Hilarión.

Hoy, en el primer día de función, estarán los primeros grandes bailarines: Diana Muñoz y Felipe Vargas. Mañana: Mariana Restrepo, de Medellín, y Óscar García, otro egresado de la compañía que estaba en Estados Unidos, y regresó a casa para mostrar su talento.

Pero esto no para aquí. Según Karola Hernández Ortega, directora de Incolballet: “Para estos 25 años celebraremos con grandes clásicos: ahora, con Giselle; el 22 y 23 de mayo, con El Lago de los Cisnes; el 11 y 12 de julio, con La Bella Durmiente, y el 20 y 21 de noviembre, con Cascanueces”.