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La librería Lello está ubicada en la Rua das Carmelitas 166, en Porto, rodeada de grandes iglesias y lugares de interés. | Foto: Paola Guevara

PORTO

La librería de Portugal en la que JK Rowling se inspiró para crear el mundo de Harry Potter

Con estilo neogótico la librería Lello, de Porto, Portugal, es una de las más hermosas del mundo.

18 de septiembre de 2019 Por: Texto y fotos de Paola Guevara, editora de Vé

Para muchos, la librería más hermosa del mundo. Aunque la guía de viajes Lonely Planet la situó en un discutido tercer lugar.

El encanto no reside por supuesto en su tamaño, pues en realidad es bastante pequeña. La clave está en su arquitectura neogótica, en su exquisita escalera roja de caracol que al final se bifurca para dar paso a las columnas laterales.

La madera labrada y la forja de hierro que embellece todos sus detalles, y también la luz que se filtra como seda por sus vitrales y ventanales antiquísimos la hacen un bálsamo para la mirada.

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Fue la primera construcción de Porto hecha en concreto reforzado, un lujo para 1869, cuando Ernesto Chardron abrió una venta de libros en la Rua dos Clérigos.

Pero el nombre actual de la librería, que hace relación a los hermanos de apellido Lello, proviene de 1894. En este año la familia Lello comenzó la construcción que terminó con la apertura en 1906.

La obra final se le debe al arquitecto Xavier Esteves, quien combinó elementos neogóticos, art nouveau y eclécticos. La famosa fachada tiene las pinturas de José Bielman que son un homenaje al arte y la ciencia, y en el interior hay representaciones de los fundadores, José y António Lello.

También se incluyeron bustos de brillantes escritores portugueses como Eça de Queirós, Camilo Castelo Branco y Teófilo Braga. Pero el eje central es la imponente escalera de madera y carmesí.

Pronto se convirtió en el centro vital de la cultura en Porto, y el lugar de encuentro de su alta intelectualidad. Sobrevivió a la austeridad de los años del dictador Salazar, y en épocas recientes estuvo a punto de ir a la quiebra por la caída en las ventas de los libros y la irrupción de las redes sociales y el libro digital.

Sin embargo, una británica recién divorciada de un portugués y a cargo de los gastos de su hijo salvaría la librería con su imaginación estelar.

Se trata de JK Rowling, la creadora de Harry Potter y quien vivió en Porto durante años duros de su vida. Se inspiró en Lello para crear el universo de Hogwarts, y en particular la librería Flourish And Blotts, donde Harry Potter y otros aspirantes a hechiceros compraban sus útiles escolares para la escuela de magia.

El éxito global de la saga puso de nuevo a Lello en la mira de todos, y las redes sociales no han hecho otra cosa que multiplicar la belleza y la historia de la librería portuguesa, visitada al año por más de 40.000 personas.

Al reducido espacio de la librería llegan cada día centenares de visitantes de todas partes del mundo, amantes de los libros y en especial adictos a la saga de Harry Potter.

Es un lugar obligado si tiene unas vacaciones en Porto, pero también la multitud ruidosa y los maniacos de las selfies hacen que la experiencia de apreciación se vea, en buena medida, interrumpida.

No obstante, será siempre estimulante visitar este templo para hallar los clásicos portugueses o plumas literarias actuales como José Luis Peixoto y Afonso Cruz. Cualquier tumulto, al final, vale la pena.

5 euros y una larga fila

Entrar a la librería Lello se ha convertido en toda una odisea, la verdad sea dicha. Para lograrlo, vaya al almacén de la esquina de la calle donde está Lello y compre un boleto de 5 euros para entrar. La buena noticia es que el dinero puede ser redimido si compra un libro durante su visita.

Adentro, la librería está llena de ejemplares comerciales en idiomas como portugués, inglés, español, alemán, y venden por montones pequeñas ediciones muy vistosas de clásicos como El arte de la guerra o Alicia en el país de las maravillas, en un ánimo comercial masivo muy claro.

Para los buscadores de tesoros de Fernando Pessoa y Saramago, no hay grandes sorpresas. Pero los amantes de Harry Potter tienen al fondo un salón especial con los libros de la saga en varios idiomas.

La espera para entrar puede tardarse más de 45 minutos bajo el sol, así que lleve sombrilla. Soporte el bullicio, y saldrá feliz.

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