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Reconocido narrador argentino recordó la forma tan dura como trataron a Diego Maradona en sus últimos años de vida
La justicia argentina sigue investigando a los acusados por la muerte del 10.
Juan Manuel Pons, más conocido como ‘El Bambino Pons’, es el encargado de ponerle música a sus relatos de la Premier League, por televisión cada fin de semana.
El veterano narrador argentino, que estará el domingo en Cali en una charla a puro fútbol, tiene un estilo que lo ha convertido en el preferido de los aficionados, además por su facilidad de ‘bautizar’ con apodos a los jugadores más reconocidos.
‘El colorado’ Paul Scholes, ‘el osito’ Ivan Perisic, ‘el oficinista’ Harry Kane, ‘el ilusionista’ Bruno Fernández o ‘Mi pobre angelito’ Kevin de Bruyne, son algunos sobrenombres con los que ameniza sus relatos.
Pons, amigo muy cercano del desaparecido astro argentino Diego Maradona y del técnico campeón del mundo Carlos Bilardo, además de muchos jugadores colombianos, habló con El País sobre su gran pasión: el fútbol.
Viene a charlas en varias ciudades de Colombia. ¿De qué se trata?
Vamos a hablar de fútbol, de anécdotas, de historia y de jugadores. Son charlas que hemos hecho en otras partes, hablamos de los apodos, del cántico en mi relato y de lo que es el fútbol. Cuento algunas anécdotas con Bilardo y Maradona, con los que transité 30 años de mi carrera. Ahí van saliendo los temas y seguramente el público me preguntará del fútbol colombiano que conozco desde Bilardo y Zubeldía.
¿Qué le contó Bilardo del fútbol colombiano?
Con Bilardo tengo una afinidad muy grande, es el padrino de bautizo de mi hijo Pablo Bari. Hace mucho que no lo veo porque está pasando por un trance muy difícil. Él vive a seis cuadras de mi casa. Para mi es el mejor entrenador del mundo; una vez me dijo que el fútbol colombiano era de muy buena técnica, pero poco profesional, poco afecto al trabajo por la rumba. Eso fue por los años 70 y los 80. Porque después salieron jugadores muy competitivos como lo es hoy Luis Díaz y muchos otros.
¿Bilardo fue un adelantado?
El adelantado fue Zubeldía que inventó hace 50 años con Estudiantes todo que se ve ahora. Un día dijo que eran muy previsibles los tiros de esquina y comenzó a poner a los zurdos a cobrar desde la derecha. Y la tiraban al primer palo donde llegaba un compañero para ‘peinar’ la pelota y cambiarle el rumbo. Ahí quedaba todo el mundo loco. Dar el paso adelante para el fuera de lugar fue otra de sus tantos inventos.
¿Cuál es la anécdota que más recuerda de Bilardo?
Yo vivo en el barrio de Caballito en Buenos Aires, a unas cuadras de la casa de Bilardo. En la época cuando comenzaron los entrenamientos de Bilardo con la Selección, él me llevaba en su carro. Yo me paraba en la puerta de su casa a esperarlo. Un día Bilardo, que les exigía puntualidad suiza a sus jugadores y que nunca llegaba tarde a un entrenamiento, me pidió la hora; cuando le dije que eran las 8:30 de la mañana, me dijo angustiado que íbamos a llegar tarde, que le hubiera tocado el timbre. Al día siguiente no durmió y salió con unos calzoncillos largos hasta las rodillas en pleno invierno, el buzo de la selección y zapatos de vestir. Le pregunté por el pantalón y me dijo que no tenía tiempo. Sacó el carro a las carreras y salimos rumbo al predio de la AFA; cuando llegamos allá me hizo bajar del carro y le pidió al masajista de la Selección que le trajera un pantalón. Ese es Bilardo.
También tuvo gran amistad con Maradona. ¿Cómo nació esa cercanía?
Yo trabajaba en una radio y cubría los entrenos de Argentinos, el equipo donde salió Diego en el 76. Le hice la primera nota él con 17 años. Me invitó a su casa que estaba cerca del estadio, y le hice una nota para Diario Popular. Le hice un poco de entrevistas, me abrió las puertas de su casa, lo acompañé en los mundiales del 82, 86 y 90, cuando fue al Sevilla, lo fui a ver a Nápoles. En el 2020 fue la última vez que lo vi cuando dirigía a Gimnasia, nos dimos un abrazo y me dijo en broma que yo estaba joven, que si le estaba dando al viagra. Después no nos volvimos a ver porque lo encerró la gente que lo rodeó mal. Lo metieron a una casa-quinta, no lo cuidaron y se nos fue en el 2021. Pero con él siempre tuve una gran relación.
¿Cuándo Maradona llegó a la cima del fútbol, fue difícil encontrarse con él?
Con Diego siempre tuve oportunidad de hacerle notas, incluso en el peor de los problemas. Lo llamaba y me atendía al otro día. Cuando dirigía a la selección argentina, antes de un partido con Escocia, me llamó a mi y a mi hijo Pablo Bari, que también es relator, para pedirnos referencias de los jugadores de Escocia porque muchos jugaban en la Premier. Y nosotros le dimos toda la información. Me dijo que era que sus ayudantes no conocían a nadie. Ese era Maradona, un tipo que podía ser frágil en privado y no la locomotora pública que podía llevarse a todo el mundo por delante.
¿Nunca le advirtió del camino equivocado que había tomado?
No, porque Diego no se dejaba aconsejar. Yo lo conocía muy bien y si le decía algo, era perder una amistad. No había manera. Estaba rodeado de gente malísima cuando comenzó con la adicción en el 82. Ni los jugadores grandes que estaban con él podían decir algo porque estaba perdido. A él lo tiraron por el lado de la droga. Yo lo quería mucho, pero no tenía ningún derecho a decirle nada. Pasó muchos momentos feos, el de Punta del Este en el 96 cuando casi se muere. Era un tipo para vivir 15 o 20 años más incluso con toda la porquería que se metió en el cuerpo.
¿Pensó que iba a terminar así?
No porque pasó por muchos episodios difíciles, él zafó de ese instante gravísimo en Punta del Este, y de otros que lo tuvieron en coma. Lo operaron de la cabeza, no sé para qué, unos personajes que lo acompañaban y que no voy a mencionar para evitarme una demanda. A mi me dijeron que no necesitaba esa operación. Esa gente que estaba con él lo tenía secuestrado porque no dejaban entrar a nadie. Estaba consciente, pero no sabía qué pasaba porque le escondían cosas. No dejaban que los amigos y parte de su familia lo llamara.
¿Fue muy influyente Maradona hasta fuera del fútbol?
Diego era un tipo único. Se reunió con Gadafi, el dictador libio. Le dijo que quería su vestido y Gadafi se lo regaló. Al Papa le dijo que no le tocara el hombro. Y justo al Papa le tocó esperarlo media hora porque Diego llegó tarde a la cita. Generaba mucho ruido, la gente se le tiraba encima. No era fácil ser Maradona. Él vivió entre la locura y la felicidad.
¿Se puede comparar a Maradona con Messi en lo futbolístico?
A mi me gana el corazón porque es que a Maradona lo vi en tres mundiales, lo vi en Argentinos Juniors en el 77, lo vi patear tiros libres, lo vi como entrenador, lo vi en todos los estados y es imposible que lo compare con Messi. Si tengo que elegir una tripleta argentina pongo a Maradona, Messi y Kempes.
Aunque se habla de una opción para Sao Paulo, ¿qué opinión le merece que James Rodríguez haya estado mucho tiempo sin equipo?
Lo seguí en el 2008 cuando fue campeón con Banfield. Jugó en el Real y en el Bayern. Puede que esté buscando una carrera con comodidad como Messi. Está joven como para dilapidarla. No ha pasado mucho de lo que hizo en el Mundial de Brasil. Tiene tiempo. Si es por dinero, podría ir a México o a Brasil. Por mucho que Cristiano diga que la Liga de Arabia es mejor que la MLS, no es cierto. A los estadios en Arabia van 40 personas. Allá se pierde.
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