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Así operaba Estraval, la 'fábrica' de estafas que afectó a casi 300 vallecaucanos

Pagarés libranza que eran revendidos y el ‘gemeleo’ de esos títulos, entre las prácticas que tienen en líos judiciales a 7 exdirectivos de esta compañía.

25 de enero de 2017 Por: Redacción de El País

Muchos de los 4500 inversionistas que destinaron su dinero a la compra de pagarés-libranza para ganar fabulosas rentabilidades, están hoy al filo de perder todo o buena parte de su dinero.

Tanto que el propio fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez,  afirmó -tras la captura de siete exdirectivos de esa empresa- dijo “que este es un caso de defraudación similar o superior al de InterBolsa, en cuanto al valor”.

Y está en lo cierto. Según los peritos del ente investigador, a la fecha están embolatados unos $600.000 millones, lo que puede ser la punta del iceberg ya que las estafas podrían superar ese monto, pues muchas de las víctimas no  han  denunciado.

En solo Cali y el Valle se habla de al menos 300 estafados. Un solo inversionista tendría en vilo $2000 millones.

Hubo gente -relata uno de los afectados   que omitió su identidad- que llegó a recibir $200 millones al mes en intereses. Hoy, ni capital ni intereses aparecen. La mayor parte del andamiaje que se montó para la negociación de libranzas  fue liderado por César Fernando Mondragón y Juan Carlos Bastidas Alemán, cofundadores de Estraval. 

Lea también: Capturan a siete directivos de Estraval por desfalco en el manejo de libranzas

Cómo estafaban

De acuerdo con las investigaciones adelantadas, Estraval y sus filiales Estrategias en Valores, Estradinámicas, Estrategias en Liquidez y Técnicas Financieras montaron un millonario negocio basado en  el ‘gemeleo’ de las libranzas, práctica que consistía en la venta del mismo documento o título valor a varios  inversionistas. 

También se acudía a operaciones sin respaldo por los montos ofrecidos al público, venta de libranzas que estaban en mora o que ya habían sido canceladas y que se volvían a negociar. A muchos clientes les hacían firmar hasta tres veces un pagaré para luego revenderlo, dijo  la Fiscalía.

El gran atractivo era que se ofrecían intereses que oscilaban entre el 15% y el 18% mensuales, casi  tres veces lo que paga un banco por un Certificado de Depósito a Término, CDT, (hoy del 6,8% anual).

Pero todo no paraba ahí. Como una forma de sostener ese negocio, Estraval y sus filiales acudieron al apoyo de una red de cooperativas -muchas de ellas de papel- para no solo hacer préstamos, sino para captar masivamente dineros del público.   

El año pasado por esas operaciones irregulares se liquidaron siete de esas cooperativas y otras están en la mira. 

“Ahí es cuando el negocio (de Estraval) entró a parecerse a una pirámide, aunque no es una pirámide persé. Cuando la gente prepagaba (el crédito), los tenedores de los títulos buscaban que la base siguiera creciendo y los recursos  les llegaran y permitieran pagarle a los que ya estaban adentro del negocio”, explicó hace poco Alejandro Reyes, jefe de estudios económicos de Ultraserfinco.

Julio César Alonso, director del Centro de Economía y Finanzas de la Universidad Icesi, compara tales operaciones con lo sucedido en Estados Unidos en la crisis del 2007 a través de los créditos hipotecarios ‘sub prime’ que estaban amparados en ‘bonos basura’ por parte de algunos bancos.  

Un descalabro anunciado

Los negocios de Estraval S.A. empezaron hace 16 años aprovechando el ‘boom’ del mercado de las libranzas. 

El derrumbe comenzó en el 2014 cuando decenas de personas que tenían créditos bajo libranzas cayeron en mora, otros se jubilaron (pensiones son inembargables) o porque fallecieron. Ello provocó que Estraval dejara de percibir nuevos flujos de caja, lo que llevó a su iliquidez, y la imposibilidad de pagar cumplidamente a quienes habían invertido en pagarés-libranza.

Todo se destapó en el 2016 cuando centenares de inversionistas, no volvieron a recibir los intereses.

La Superintendencia de Sociedades intervino la firma, ordenó el embargo de sus bienes y luego su liquidación.

Otros ‘cerebros’ de Estraval son: Rosalba Fonseca Melo (representante legal), Pedro Harold Carvajal (director de la filial Tepinsa), Ángela Marina Daza Saavedra (gerente comercial). Asimismo,  José Iván Castiblanco Fúquene y Fernando Joya Rodríguez  deberán responder por los delitos de concierto para delinquir, estafa agravada, lavado de activos, enriquecimiento ilícito y otros.

¿Y dónde está el dinero?

La Fiscalía General, con el apoyo de las autoridades de Estados Unidos, adelanta hoy un rastreo de todos los dineros obtenidos por Estraval que podrían haber ido a parar a cuentas bancarias en el exterior.

Se investiga, por ejemplo, una supuesta negociación de activos que habría adelantado César Fernando Mondragón en los Estados Unidos por US$6 millones.

Mondragón fue capturado el lunes  a su llegada de Miami, ciudad a la que habría viajado portando presuntamente US$100.000.

Otro posible destino de los millonarios recursos de Estraval sería la ciudad de Panamá.

Es de tal magnitud la defraudación, que el abogado de las víctimas, José Luis Giraldo, en declaraciones a varios medios radiales calculó que la estafa podría llegar a los $800.000 millones, pues “las oficinas (de Estraval y sus filiales) podían recaudar entre $200.000 millones y $300.000 millones y la ley los protegía”.

Las autoridades buscan embargar nuevos bienes y cuentas bancarias para poder reparar a las víctimas de las estafas de Estraval, pero aún es incierto el paradero de los millonarios recursos. 

Las firmas implicadas y en liquidación han ofrecido devolver el dinero con la venta de un lote cerca al municipio de Funza (Cundinamarca), del que se dijo tiene un avalúo de $300.000 millones. 

Sin embargo, el predio tiene líos jurídicos, lo mismo que unas acciones en  Colpatria y de Davivienda que estarían pignoradas, según se estableció.

“Fui muy incauto”

Un  reconocido profesional caleño —quien  pidió no revelar su identidad, admite que fue “muy incauto” al haber invertido su dinero en Estraval.

Relata  que “una persona que conocía me llevó a una oficina en el sur de Cali en el 2015”, “pues allí se ofrecía una buena rentabilidad si invertía en libranzas”.

”Me mostraron  maravillas sobre cuánto me podía ganar y hasta un un listado de quienes habían invertido”.

Y agrega:  “Me pagaron cumplidamente intereses hasta marzo del 2016.  Averigüé sobre lo que pasaba y luego surgió el escándalo. Dicen que nos pagarán en febrero, pero no creo”.

Se declararon inocentes

La Fiscalía General de la Nación le imputó cargos a siete de los fundadores e integrantes de la junta directiva de la firma de libranzas Estrategias en Valores S.A. (Estraval), por presuntamente defraudar a miles de inversionistas, en un desfalco superior a los 600 mil millones de pesos. 

El ente investigador les imputó cargos a los cofundadores de Estraval César Fernando Mondragón, Juan Carlos Bastidas Alemán, José Iván Castiblanco Fúquene; a la representante legal de la firma, Rosalba Fonseca Melo; la gerente comercial de la empresa, Ángela Marina Daza Saavedra; el gerente operativo Fernando Joya Rodríguez; y el director y representante legal de Tecfinsa, compañía del grupo Estraval, Pedro Harold Carvajal. En la diligencia judicial todos los detenidos se declararon inocentes de los cargos de concierto para delinquir, falsedad en documento privado, estafa agravada, captación masiva y habitual de dineros del público, no reintegro producto de la captación, enriquecimiento ilícito y lavado de activos, que le fueron imputados por la Fiscalía. La audiencia seguirá este miércoles, y en la misma el ente investigador pedirá que los acusados sean cobijados con medida de aseguramiento, en centro carcelario. 

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