Estos son los factores que han llevado al dólar en Colombia a niveles mínimos en casi 10 meses

La disminución de los precios internacionales del petróleo y los obstáculos para la aprobación de las reformas son dos de los factores que han llevado al dólar en Colombia a cotizarse a la baja en las últimas semanas.

Con la caída de 54 pesos registrada ayer, la tasa representativa del mercado (TRM) del próximo lunes se situará en 4.355,80 pesos. Este es el nivel más bajo registrado en el país desde el 18 de agosto pasado, cuando la moneda se ubicó en 4.316,47 pesos, pocos días después de la posesión del presidente Gustavo Petro.

Es importante recordar que cuando el Presidente asumió el cargo, la moneda se encontraba en 4.337,28 pesos. Durante su segunda semana en la Casa de Nariño cayó a 4.185 pesos, el valor más bajo durante su mandato, y posteriormente comenzó a subir.

Incluso, llegó a superar la barrera de los 5000 pesos. Durante los últimos meses de 2022, a nivel internacional la Reserva Federal de Estados Unidos implementó tasas de interés más elevadas con el objetivo de controlar la inflación y mitigar los temores de una posible recesión. A nivel local, la incertidumbre se debía a la reforma tributaria, que finalmente fue aprobada por un monto de aproximadamente 20 billones de pesos.

En este 2023 la moneda ha experimentado una disminución gradual a medida que diversos riesgos se han reducido. A nivel internacional se observó que la breve crisis financiera global se solucionó mediante la implementación de medidas regulatorias por parte de los bancos centrales para asegurar la liquidez necesaria. A nivel nacional, el mercado comenzó a reconocer que la implementación del conjunto de reformas, incluyendo las laborales, de salud y pensionales, requería más discusiones y consensos fundamentales.

En total, el valor del dólar estadounidense ha caído 105 pesos a lo largo de la semana y ha descendido aproximadamente 357 en el último mes. Aunque la mayoría de las monedas emergentes han mostrado un comportamiento similar en mayo y han ganado terreno frente al dólar, el peso colombiano ha sido la moneda de mejor desempeño, experimentando una revaluación del 5,4 %.

“El dólar viene cayendo en toda la región; sin embargo, en Colombia lo está haciendo de una forma más profunda debido al alza en los commodities que beneficia a los países productores y la dificultad de aprobar las reformas que habrían generado un impacto fiscal elevado”, afirmó Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa.

En la jornada del viernes tanto el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) como el Brent aumentaron después de que el Congreso y el Senado de Estados Unidos aprobaran una propuesta de ley para elevar el techo de deuda y evitar la suspensión de pagos en el país.

El WTI registró un incremento del 2,64%, cerrando en 71,74 dólares, mientras que el Brent finalizó en 76,08 dólares en el mercado de futuros de Londres, mostrando un aumento del 2,45% en comparación con la sesión anterior. Actualmente, los inversores están pendientes de la reunión que se llevará a cabo este fin de semana entre los países productores de petróleo y sus aliados, conocidos como la OPEP+.

Además, se considera que la Reserva Federal de Estados Unidos podría mantener las tasas de interés estables este mes, pero dejaría abierta la posibilidad de aumentarlas en julio.

A pesar de que la prima de riesgo de Colombia se mantiene considerablemente más alta que el promedio de América Latina, ha disminuido ligeramente desde sus niveles máximos de los últimos meses. Según Germán Cristancho, gerente de investigaciones económicas y estrategia de Davivienda Corredores, esto ha favorecido el desempeño del peso colombiano.

“La incertidumbre local sigue siendo alta y se traduce en amplia volatilidad del dólar. Factores internacionales también han ayudado a la moderación del precio del dólar en Latinoamérica y el mundo”, señaló.

Además, destaca que la economía colombiana ha mostrado señales claras de desaceleración, lo que ha resultado en una disminución de las importaciones tanto por parte de las empresas como de los hogares, lo que ha significado una menor demanda de dólares.