¿Qué hacer con una deuda si no tiene la capacidad de pagar?

En el actual panorama financiero, las obligaciones de deuda son una realidad con la que muchas personas deben lidiar. Ya sean préstamos o tarjetas de crédito, estas responsabilidades pueden tornarse abrumadoras si no se gestionan adecuadamente. Por esta razón, aprender a manejarlas con responsabilidad es esencial para mantener una situación financiera sólida.

Dentro del ámbito de las deudas, se distinguen dos tipos principales: las deudas de inversión y las deudas de consumo. Las primeras se refieren a aquellas en las que los recursos prestados se destinan a adquirir bienes que mantienen o incrementan su valor a largo plazo, como préstamos para adquirir propiedades inmobiliarias o para emprender negocios propios.

En contraste, las deudas de consumo implican el uso de los recursos recibidos para adquirir bienes que pierden valor con el tiempo y no generan rentabilidad, como préstamos para vacaciones, vehículos, ropa o electrodomésticos.

Las deudas pueden acumularse por diversas razones, entre ellas, llevar un presupuesto irresponsable, no reducir gastos cuando los ingresos disminuyen, carecer de un fondo de emergencia adecuado, incurrir en gastos imprevistos, no controlar el flujo de efectivo o solicitar préstamos para cubrir otras deudas.

Para identificar si la deuda está descontrolada, es importante estar alerta a señales de advertencia como utilizar crédito para compras que antes se hacían con efectivo, recurrir a préstamos o prórrogas para pagar deudas, utilizar ahorros para cubrir préstamos o depender del crédito para gastos básicos.

¿Cómo gestionar sus deudas?

Gestionar la deuda implica detener la acumulación de nuevas obligaciones, modificar hábitos de gasto, elaborar y seguir responsablemente un presupuesto, establecer un plan para pagar las deudas, no pedir prestado más de lo que se puede pagar, evitar cubrir deudas con nuevas deudas y ahorrar regularmente para emergencias a fin de no recurrir a préstamos adicionales.

Reducir los gastos también es fundamental para manejar las deudas de manera efectiva. Limitar las compras a lo estrictamente necesario, elaborar un presupuesto detallado y mantenerse fiel a él, así como eliminar gastos innecesarios, pueden tener un impacto significativo en la administración financiera personal.

En caso de sentirse abrumado, es recomendable buscar asesoría financiera para recibir orientación sobre cómo consolidar todas las deudas en una sola y desarrollar un plan más efectivo para enfrentar las obligaciones económicas.

Gestionar la deuda de manera adecuada es un proceso que requiere disciplina y planificación, pero al hacerlo, se puede alcanzar una mayor estabilidad financiera y prevenir problemas futuros relacionados con las obligaciones económicas. Mantener un control responsable de la deuda permitirá a las personas disfrutar de una mayor tranquilidad y libertad en su vida financiera.

¿Cómo cancelar tarjetas de crédito?

Todas las instituciones bancarias ofrecen tarjetas de crédito a través de diversos planes, dependiendo de la solicitud y las capacidades de pago de cada cliente. La entidad y el usuario deben tener en cuenta, por ejemplo, la cuota de manejo establecida, los plazos para liquidar el saldo de la tarjeta y el límite de crédito acorde a sus gastos e ingresos.

Asimismo, es importante tener en cuenta que cada tarjeta de crédito cuenta con sus propios términos y condiciones, que incluyen información sobre la tasa de interés, los cargos y otros costos asociados a la cuenta.

El banco cobra al cliente un porcentaje por este servicio y, en algunos casos, una cuota fija anual.

Sin embargo, hay personas que optan por cancelar este servicio y prefieren darlo de baja. Por eso, en este artículo encontrará el procedimiento para llevar a cabo este proceso.

Para cancelar una tarjeta de crédito sin generar comisiones o intereses, se deben seguir los siguientes pasos:

1. Verificar que el saldo disponible esté en cero y que no exista ningún movimiento pendiente, ya que de lo contrario, seguirá acumulando gastos.
2. Notificar al banco la intención de cancelar la tarjeta, ya sea por teléfono o acercándose a una sucursal de la entidad bancaria.
3. El banco revisará la información de la tarjeta y dará inicio al proceso de cancelación.
4. Finalmente, se debe entregar físicamente la tarjeta al banco.