Dulzura: historias de caleños que se la juegan toda por los animales

Tyson fue el primer perrito que dejaron al frente de mi casa y se entró; luego Tania, después Muñeca, y a ellos se sumaron muchos más rescatados por mis hijos”, cuenta Carmenza Pinzón Gómez, uno de esos ángeles de los que no tienen voz y que en Cali abundan.

Ahora siguen a esta caleña, donde quiera que va, 110 perros que si no fuera por ella seguramente habrían muerto. En estos días rescató a un lobo siberiano y a un pitbull a los que pudo dar en adopción, “pero a mis criollos pocos los miran, entonces me los duermen, ¿y qué es dormir? Matarlos”, dice con el corazón dulce de una madre que hace lo que sea por sus cachorros.

Sueña con comprar la finca donde los alberga en Montebello, sector de Miravalle, para poder quedárselos todos, porque si se va de allí solo podría conservar quince. Hasta el 30 de junio tiene esta líder de la Fundación Canina San Lázaro para comprar la propiedad.

Lleva 17 años rescatando y protegiendo a los canes de Cali y aunque ha contado con almas nobles, como la de un señor que les daba mensualmente seis bultos de alimento, por la cuarentena se ha visto en apuros para suministrarles a sus hijos peludos lo que requieren.

Antes del aislamiento por el coronavirus estaba haciendo campañas para reunir los $110 millones que cuesta la finca. Alcanzó a recabar en una cuenta en Estados Unidos US$ 210; en otra, con la Fundación Somos Vida-Bogotá $2.000.000 y en otra, $6.000.000, de los que ha tenido que sacar para alimentar a los animales. También tenía planeada una teletón en La Tertulia para 11.000 personas que aportaran, cada una, $10.000, pero todo se frenó con el confinamiento. Sin embargo, quienes deseen apoyarla con lo que puedan, aún tienen tiempo.

Hay también caleños que arriesgan sus vidas por amor a los animales, como Mónica Campo, quien tuvo que salir de su barrio porque le envenenaron trece gatos y hasta la amenazaron. Sin embargo, no desistió en su lucha y dice que Dios le tocó el corazón a la dueña de la casa donde vive. “Aunque hubo gente que recogió firmas para hacerme desalojar, las autoridades vieron que tengo todo en regla y aquí estoy hace seis años”.

Mónica, líder de la organización sin ánimo de lucro Ángeles de Cuatro Patas, diariamente rescata animalitos en condición de calle “maltratados, atropellados, en los huesos, que han arrojado amordazados en costales a un caño, historias que le remueven a uno las fibras y le parten el corazón en mil pedazos, pero que a su vez son el motor para seguir adelante”.

Pero también hay almas de gran corazón, médicos veterinarios y auxiliares que, sin cobrarle nada, ayudan a Mónica a salvar animalitos con erliquia, babesia o fracturados, que son revisados, desparasitados, esterilizados, tratados y estabilizados y algunos dados en adopción.
Hoy en día tiene 48 perros y 27 gatos rescatados.

Ella junto a su cuñada y su sobrina hacían jornadas de adopción en el Parque del Perro, pero como ahora no se puede por la cuarentena, se dedican a alimentar a las palomas y a una colonia del Jarillón donde hay recicladores hasta con doce perros cada uno. Y con la ayuda de Animaltón, una sumatoria de esfuerzos de 17 albergues para animales en Cali, desde hace cuatro años llevan toneladas de pienso para la población canina y gatuna.

Más de 2500 animales de calle, fundaciones y albergues afectados por la coyuntura de la pandemia han resultado beneficiados por programas como Pasión Animal Tv., que a través de su espacio en el Canal 2 concientiza sobre los derechos de los animales y además recoge alimentos y medicinas que la comunidad caleña dona.

“Debido al desconocimiento, alguna gente asocia, erróneamente, el virus del Covid-19 con los animales. Las cifras de abandono se pueden incrementar. Conocí el caso de una señora que abandonó a su gato por miedo a que le transmita el coronavirus”, cuenta Johann Peñafield, vocero del programa regional Pasión Animal Tv.

Proyecto Tiger es otra iniciativa liderada desde hace cinco años por voluntarios, veterinarios y zootecnistas caleños que hacen esterilizaciones masivas y gratuitas a colonias de gatos en situación de calle. Este año ya llevan esterilizados 250 animales.

Y es que los protectores de los animales no descansan en la ciudad: Elizabeth Ospina desde hace quince años rescata a perros y gatos en el albergue Huella de Esperanza, donde tiene un centenar al que ayuda, al igual que Nancy Díaz en su refugio Esperanza Animal, y Daniel Buchelli, quien a través de su Fundación Creciendo Juntos también brinda apoyo a fundaciones caninas y a animales de la calle en Cali y otras ciudades del país.

Si hay alguien en la capital del Valle que ha librado una batalla sin pausa por la defensa de los derechos de la fauna es Liliana Ossa, directora de Paz Animal, que durante 25 años ha sido hogar de tránsito para muchas especies.

Además de albergar a 60 perros, tiene más de 50 caballos que fueron incautados por la Policía y que se los dejaron sin tener en cuenta los gastos de sostenimiento.

Paz Animal ha sido el receptor de muchos seres desamparados y enfermos, ya que en la ciudad no hay un centro de bienestar animal para ese fin. Actualmente la entidad genera diez empleos directos y seis indirectos, pero sin recibir consultas por la cuarentena no tienen cómo solventar los gastos.

Esa es una de las razones por las que cerrarán la clínica veterinaria en Cali, aunque todavía cuentan con el apoyo de Almacenes Herpo. En junio se trasladarán a un albergue rural de 17 hectáreas, donde atenderán a Dagua y Loboguerrero, contando con una infraestructura y un quirófano idóneos.

Pero la cuarentena también tiene sus ventajas para la fauna. “Debido a la disminución en el flujo de personas y vehículos, la ciudad tiene más espacio para especies que aparecían más al caer la tarde, al anochecer o en la madrugada. Con el aislamiento de los humanos se han visto perritos de monte, guacharacas, zorritos cañeros y diversidad de aves”, constata Gustavo Alberto Trujillo, biólogo de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC.

Él recomienda a la gente que si avista uno de estos animales, “hay que dejarlo circular, no perseguirlo, no alimentarlo y no tratar de capturarlo. La fauna silvestre no es mascota, se debe disfrutar en libertad”.

Así que si ve alguno en peligro, avise al Dagma, que opera en Cali, o a la CVC, que atiende el área rural y los otros municipios del departamento. Así lo hizo la comunidad del Danubio en diciembre pasado, cuando reportó al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre la caída de una hembra de ocelote en una trampa. A la felina se le hizo la evaluación y recuperación física, y el 8 de abril fue liberada en una zona boscosa de Dagua.

Gracias al trabajo de la comunidad con las autoridades ambientales de Cali este año respiran en libertad 289 animales: iguanas, tortugas, loras, perros de monte, guatines, boas y armadillos.

Carmenza Gómez requiere ayuda para salvar a sus 110 perros. Llame al 3113369050 o escriba por WhatsApp al 31083782224.

Liliana Ossa, su directora, alimenta a colonias de palomas, loras, canarios, zarigüeyas y gatos en varias zonas de la ciudad.

Programa de Tv. del Canal 2. Es encabezado por Mary Luz Betancourt y Johann Peñafield. @pasionanimaltv 3176393050
3218322576

• Huellas de Esperanza. Elizabeth Ospina hace quince años rescata animales. Tiene a su cargo 107 perros y 19 gatos. Ayudas: 3145620430. 3147665224.
• Ángeles de Cuatro Patas: Mónica Campo lleva catorce años rescatando animales en situación de calle. Tel: 3218695941.
• Refugio Esperanza Animal. Nancy Díaz desde hace diez años rescata animales en condiciones de abandono. 3163315455.
• Proyecto Tiger. Desde hace más de cinco años voluntarios y médicos hacen esterilizaciones masivas a gatos ferales

o en situación de calle. Este año llevan 25.

• Fundación Creciendo Juntos. Daniel Buchelli, de la fundación que opera en siete ciudades y tres municipios del Valle, que es gestora de oportunidades para niños vulnerables, ayuda también a fundaciones caninas. Tel: 3187767565.