La historia de Leila Cobo, presentadora y músico caleña que triunfa en EE.UU.
La pianista, periodista y presentadora caleña Leila Cobo Sefair es también destacada novelista en los Estados Unidos. Piensa y sueña en español y escribe en inglés.
La pianista, periodista y presentadora caleña Leila Cobo Sefair es también destacada novelista en los Estados Unidos. Piensa y sueña en español y escribe en inglés.
Primero pianista. Posteriormente periodista, presentadora. La letra P ha marcado a la caleña Leila Cobo, desde el principio hasta el presente.Desde antes de tener uso de razón se dedicó al piano. El guitarrista Héctor González estudió de niño en el conservatorio con Leila: Era de las mejores. Tenía talento natural, era juiciosa y seria.Ella no recuerda su primera presentación en público: En cambio sí me acuerdo de la primera vez que me pagaron. Cuando estudiaba comunicación en la Javeriana, en Bogotá, un día le pedí cita al señor que hacía la programación de la Sala Skandia, para que me dejara hacer un concierto. Me preguntó si yo sabía tocar la Sonata patética de Beethoven, y como la sabía, me programó. Yo estaba feliz porque me pagó, pero ya no sé cuánto, cuenta.La madre, doña Olga Sefair de Cobo, explica que su hija estudió periodismo porque el papá (Álex Cobo) le dijo que la mandaría a Nueva York sólo cuando cumpliera 20 años. Por eso se fue para Bogotá.Leila tiene otra explicación: Siempre estuve en el dilema de ser pianista o periodista. Yo no estaba TAN comprometida con la música. Pensaba en hacer muchas cosas, sí, con el piano al lado.Cuando estaba en cuarto semestre se fue para un festival a los Estados Unidos. Mandó casetes a dos conservatorios y le dijeron que no pasaba la prueba. Entonces le rogó al papá que la dejara presentarse en una audición en el Conservatorio de Manhattan, donde estuvo tres años.En diciembre de 1990 regresó a Cali y al año siguiente montó grupo con el flautista José Luis Trujillo, el guitarrista Héctor González, el bajista Luis Alfredo Patiño, todos caleños, y el baterista germanobugueño Larry Joseph, para hacer un conciertoen el Festival Internacional de Arte, con música del francés Claude Bolling.Nada, ese grupo era superdivertido y tocamos mucho. Era un grupo de jazz como más suave, recuerda Leila.González añade: Fue una experiencia muy agradable. La parte del piano era muy difícil y Leila la hizo con solvencia. Me sorprendió, porque esa música es difícil para un músico de conservatorio. Cuando parecía que ella se dedicaría al piano, ganó una beca Fulbright y se fue para Los Ángeles a un postgrado en comunicación en la University of Southern.Mientras estudiaba trabajó en Fox y en Telemundo, y tocaba en un piano que alquiló. Por esa época hizo breve corresponsalía para la Gaceta Dominical, en la que escribió unas cuatro columnas de música latina: Se me había olvidado por completo, confiesa.En ese tiempo seguía pensando en combinar música y periodismo. Toqué mucho y venía a hacer conciertos en Colombia, cuenta la caleña. Pero se casó con el pianista estadounidense Arthur Hanlon y entonces le di prioridad al periodismo. El primer artículo lo escribí para La Opinión de Los Ángeles, una entrevista con el músico cubano Paquito D'Rivera, a quien invité a almorzar. No me pagaron. Hasta el almuerzo corrió de cuenta mía, recuerda.Como una desempleada másLeila tocó muchas puertas en busca de trabajo, hasta cuando una amiga colombiana, Clara Potes, le habló de un puesto en Los Ángeles Times: Me ayudó a hacer la solicitud y me entrenó, porque había que presentar examen. Entré a la sección de entretenimiento a escribir de música y fue cuando empecé a dejar el piano, rememora la caleña. Allá estuvo casi tres años y me retiré porque quedé embarazada. Se volvió jefe de prensa de un concejal de Los Ángeles, porque el cabildo tenía una guardería buenísima, donde podía dejar la niña. Eso sí, seguí escribiendo como freelancer. En esas se enteró de que en el Miami Herald buscaban quién hiciera críticas de música pop: Con Arthur decidimos que era buena idea movernos para Miami. Eso fue hace trece años, precisa Leila. Y como una cosa lleva a otra, luego resultó una vacante en la revista Billboard: Fui una de un montón de aspirantes, pero me dieron el puesto. En ese tiempo lo único que tenía que hacer era escribir una columna a la semana.Hoy es directora ejecutiva de Contenido y Programación para Música y Entretenimiento Latino, organiza la Conferencia Billboard de la Música Latina, considerada como la más prestigiosa de la industria del entretenimiento en el mundo, y me toca también ayudar con los premios de Billboard. Hoy escribo menos que hace cinco años, admite. Ha entrevistado a casi todos los grandes músicos, menos Luis Miguel: Entre los que me han deslumbrado están Marc Anthony, un tipo increíblemente talentoso; Laura Pausini es espectacular y divina, y es una delicia sentarse a hablar con ella; con Juan Luis Guerra se habla de música todo el tiempo y no menciona el negocio para nada, enumera Leila. Entre los colombianos, Juanes es muy interesante, un músico único, muy él. Me encanta hablar con Carlos Vives. Jorge Celedón y Jimmy Zambrano son estupendos entrevistados, añade. El escritor Juan Carlos Garay, miembro del consejo editorial de la revista Rolling Stone, dice de Leila: Me gusta lo que escribe. Es buena entrevistadora y se nota que investiga a los personajes.Hoy la caleña es considerada como una de las grandes conocedoras de la música latina en los Estados Unidos: Pues me parece muy chévere que digan eso, porque conozco bien el mercado latino y me mantengo muy informada, dice.Incansable que es, desde que había estado en Fox le quedó el deseo de hacer televisión, porque pensaba que sería muy lindo llevar a la pantalla las entrevistas. Entonces fui al canal V-Me, donde les encantó la idea, y así fue como comenzó Estudio Billboard, que se transmite semanalmente.La presentan los sábados a las 4:00 p.m., pero no he podido volver a verla. Se me perdió el canal, se lamenta la madre, doña Olga.Y añade Amparo de Carvajal: He visto el programa y es muy bueno, porque domina el tema, tiene facilidad de expresión, es muy cálida y humana. Por supuesto, a Leila todo esto la hace feliz, pero a veces me hace falta la música y me siento muy bien cuando me siento a tocarla.Lea en los siguientes enlaces las otras partes del especial 360º:Los comienzos de Leila Cobo en CaliLa nueva etapa que Leila Cobo está afrontando en su vida
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