CULTURA
Leidy Rivas, la bailarina de salsa vallecaucana que conquistó al mundo en Puerto Rico
Historia de una bailarina apasionada por lo que hace.
Mover los pies al son de la salsa significa, para la bailarina Leidy Rivas, recordar a su padre Óscar. A sus cinco años partían desde su natal Florida (Valle) a todas las ferias del departamento. Su progenitor, que lo caracterizaba tener un sombrero porque imitaba a Michael Jackson, la llevaba por todo el departamento a bailar.
Entonces el baile se volvió ese espacio de encuentro y amor, un relato íntimo del pasar de los años y las vivencias; los recuerdos de quien fue y también en lo que se convirtió. A sus 36 años, luego de ganar cinco mundiales de salsa en diversas partes del mundo (Cali, Corea, China -dos veces- y Puerto Rico), la canción que la ancla a su pasado es ‘Se te quemó la casa Marcela’.
Si la escucha, rememora a su padre enseñándole los pasos básicos, diciéndole cómo moverse en una pista de baile. Todo ello siempre fue desde su experiencia empírica. A ‘Carrasca’, como le dicen de cariño, le debe ese amor a la salsa.
-Haber ganado este Congreso Mundial de Salsa en Puerto Rico significa mucho para mí. Desde hace muchos años no competía porque tuve a mis dos hijos y emprendí mi proyecto de psicología que se llama Bailar para sanar- dice Ortiz, estando aún en Puerto Rico, pocos días después de ganar la competencia realizada del 13 al 16 de julio.
La bailarina añade que pudo llegar a ese país debido a que ganó una convocatoria de Estímulos en la modalidad Ventanilla Abierta que apoya a la circulación nacional e internacional de artistas. Además de eso, desde el Mundial de Salsa de Cali, Viviana Vargas (directora), “me apoyó para que estuvieran pendientes de mi alimentación y hospedaje”.
El baile la ayudó a comprenderse y sanar cosas de su pasado. -Trascendí todo este tipo de dinámicas y se trata de ayudar a otros-, comenta Rivas, de 36 años. Durante su carrera ha pasado por dos escuelas de salsa: Hermandad Latina, donde aprendió de Jacky el sazón y cadereo, y Constelación Latina le enseñó a volar mediante sus acrobacias.
El título obtenido en Puerto Rico como solista es el primero en su vitrina. Para esto tuvo que competir contra otras 18 mujeres de España, Argentina, México, Puerto Rico, Estados Unidos, El Salvador, Guatemala y República Dominicana. El Mundial de Salsa de Cali (2009), Corea (2013), China (2014 y 2015) fueron en la modalidad cabaret.
La salsa, para la artista, es el nerviosismo antes de una competencia, la alegría que corre por su cuerpo cuando baila al son de la clave; el mensaje de su madre antes de subirse a una tarima en el que le da calma y también los recuerdos de su padre ligados a ‘Se te quemó la casa Marcela’.
Sin embargo, pese a haber estado en diversas competencias en el mundo, la que mayor valor sentimental tiene es el Festival Mundial de Salsa de Cali. “Este es el primero que te abre las puertas y te dice que puedes. Además accedes a todo gratis y lo único que realmente importa es ensayar fuerte y darlo todo. Es algo muy bonito. Te abre fronteras y nuevas oportunidades”, concluye la bailarina.