Acelerar la Reactivación
El balance económico de Cali y el Valle del Cauca al cierre de 2020 fue relativamente favorable en varios de sus principales sectores y Clusters empresariales. Desde la perspectiva de gestión de salud pública, se deben destacar los esfuerzos y resultados del gobierno local y departamental en el fortalecimiento de la infraestructura de Unidades de Cuidados Intensivos, la realización masiva de pruebas, así como la estrategia escalonada de aperturas que permitieron el reinicio de la operación de distintos sectores acompañados de protocolos de bioseguridad. En este frente, la estructura productiva también hizo aportes destacados, pues en Cali y las ciudades intermedias del Departamento operan varias clínicas y hospitales, tanto públicos como privados, que han soportado los picos de contagio y hospitalizaciones. Además, la industria farmacéutica y de insumos médicos facilitó el abastecimiento oportuno y regular de la red hospitalaria.
En materia económica, el proceso de reactivación de Cali y el Valle del Cauca tras los cierres más estrictos registrados en marzo, abril y mayo fue destacado entre las principales ciudades y departamentos del País que ha contrastado con un deterioro relativamente mayor en el mercado laboral, tanto en tasa de desempleo como en el número de personas ocupadas. La economía regional habría registrado una contracción anual cercana a 6% en 2020, frente a una contracción de la economía nacional de 6,8%.
El mejor desempeño relativo de Cali y el Valle del Cauca se asocia principalmente a la resiliencia y la capacidad de recuperación de los empresarios de todos los tamaños y que operan en diversos sectores. Son varios los frentes en los que se destaca nuestra región en el contexto nacional. Por ejemplo, somos los principales productores agrícolas y agroindustriales del País, la principal región productora de alimentos procesados, contamos con la operación de grandes productores y exportadores de elementos de aseo personal y del hogar, así como con una envidiada infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria que nos permitió mantener el acceso a mercados nacionales e internacionales. Además, esta estructura productiva a podido mantener el acceso a fuentes de energía y combustibles que permitió mantener la operación a lo largo del año sin sobresaltos asociados a este frente, que suele ser un dolor de cabeza para la industria y el comercio en algunas regiones del País. Mención especial merece el sector de la construcción, el cual, impulsado por el segmento VIS, registró record en ventas de viviendas nuevas en 2020.
Pero el inicio del año 2021 ha sido menos dinámico a lo esperado. La gran mayoría de la población reside en la cabecera de ocho ciudades, incluida Cali, y las dificultades de operación para el comercio minorista, los hoteles y el sector de restaurantes, bares y discotecas han representado el principal desafío para la reactivación económica y la recuperación del empleo en la región. Al cierre de febrero de 2021, Cali registró un déficit de cerca de 110 mil puestos de trabajo frente al mismo mes del año anterior y una tasa de desempleo de 19,3%, solo superada por Bogotá (19,5%) entre las cinco principales ciudades del País. A escala departamental, al cierre de 2020 se registró una tasa de desempleo de 18,9%, el más alto entre los cinco principales departamentos.
¿Cómo acelerar el proceso de reactivación económica y generación de empleo? Tomando como referencia nuestras fortalezas competitivas y capacidades de los principales Clusters productivos, en el marco de la Comisión Regional de Competitividad e Innovación del Valle del Cauca -presidida por la Gobernación y respaldada técnicamente por los equipos de la Alcaldía de Cali, la Cámara de Comercio de Cali, la Andi, Camacol, el Sena y la Rupiv, con los aportes de ProPacífico, la CCI y más de 50 gremios, universidades e instituciones, diseñamos a finales de 2020 la Estrategia de Impulso a la Competitividad y la Reactivación Económica. Esta es una hoja de ruta que recoge las iniciativas de 55 actores con más de 126 proyectos accionables en infraestructura, obras públicas, innovación, emprendimiento, atracción de inversión, comercio exterior y fortalecimiento empresarial. Este paquete de acciones nos permitiría recuperar en el segundo semestre de 2021 buena parte de los puestos de trabajo perdidos por la pandemia.
Esta estrategia parte de la premisa de que para recuperar y fortalecer la senda de crecimiento de nuestra economía nos debemos apalancar en sus fortalezas competitivas y robustecer la productividad e internacionalización de las cadenas productivas más potentes, en las que participan miles de empresas de diversos tamaños, y que tienen la capacidad de dinamizar la actividad de toda la base empresarial de manufacturas y servicios, conformada principalmente por micro y pequeñas empresas.
La propuesta contempla, además, un principio de sostenibilidad, por lo cual no debe apalancarse principalmente en un aumento extraordinario del gasto público en actividades de bajo impacto en el largo plazo, sino, por ejemplo, en la construcción y mantenimiento a infraestructura estratégica y el fortalecimiento de capacidades productivas. Esta estrategia facilitará que buena parte de la población desempleada pueda vincularse a actividades.
Especial énfasis requerirá impulsar la internacionalización de empresas pequeñas, medianas y grandes para que sus productos y servicios lleguen a economías más desarrolladas, como EE.UU., Europa o los países asiáticos que se han visto menos afectados por la pandemia.
La reactivación económica del Valle del Cauca ya inició. El trabajo acumulado de más de un siglo, que permitió configurar la estructura productiva más diversificada y sofisticada del País, según los más recientes resultados del Índice Departamental de Competitividad elaborado por la Universidad del Rosario y el Concejo Privado de Competitividad, nos permitió soportar la embestida de una pandemia y la crisis económica más severa registrada en Colombia. Sigamos siendo Un Valle que se Atreve.