El ‘trabajo’ de conservar el talento

Los empleados le dedican la mayoría de su tiempo a la compañía. Una empresa no es nada sin los empleados. De modo que ellos esperan la retribución correspondiente por esa entrega, en principio, con instalaciones cómodas y apropiadas para trabajar, equipos en buen estado, dotación adecuada para desempeñarse, cubrimiento en salud y seguridad social. Ese es el punto de partida para empezar a establecer una relación laboral de confianza, porque de esta manera el trabajador entenderá la seriedad del trato, respaldado por buenas condiciones.

Establecer una política de retribución económica de acuerdo a los logros conseguidos impulsa a los colaboradores para que desarrollen su trabajo de mejor manera y cultiven actitudes de cara a renovados objetivos. Compensar económicamente el buen rendimiento a través de un plan de estímulos basado en el desarrollo de ideas productivas es una de las medidas que más han calado entre las organizaciones modernas, que entendieron la importancia de incorporar a sus dinámicas nuevos equipos de trabajo nacidos justamente ahí, en la gestión y optimización del talento ‘hecho en casa’.

En las organizaciones, tan importante como la definición del escalafón salarial es la implementación del ‘salario emocional’. Este es un rango que no se refleja específicamente en la cuantía del pago, sino en valores agregados que tienen que ver con el papel del trabajador dentro de la empresa, en concordancia con su experticia. Es un reconocimiento de otro tipo, pero de igual vitalidad. Un ‘plus’ que fortalece la conexión entre la organización y el colaborador. El ‘salario emocional’ contempla reconocimiento de logros, respeto, flexibilidad laboral y equilibrio entre la vida personal y laboral.

Un empleado siempre quiere desarrollar sus capacidades y evolucionar profesionalmente. Las organizaciones no solo deben entenderlo, sino crear programas que lo permitan, estableciendo políticas de promoción interna que premien méritos y logros profesionales. La retención se ha convertido en un gran desafío para las compañías, ya que su talento humano es la pieza alrededor de la cual giran el cumplimento de los objetivos corporativos, la competitividad y productividad de la compañía.

Hoy día las empresas se esmeran por identificar a sus líderes positivos a través de estrategias que no solo tienen que ver con ascensos o cambios de cargos que los alejen de su naturaleza productiva. Lo que hacen es promover la continuidad de su desempeño motivándolo a convertirse en replicador de su ejemplo. Para ello, crean mejores condiciones para su desempeño y lo impulsan a seguir creciendo. La oportuna identificación de talentos cada día gana más espacio en el funcionamiento organizacional, pues esos líderes son quienes generalmente cuentan con mayores aptitudes para innovar. Los mejores son aquellas personas que dejan huella, crean cultura, equipos, se entregan por completo, y son responsables.

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