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SEGURIDAD

Así patrullarán en Cali los 620 militares tras la llegada del nuevo batallón

Tras la llegada de 270 nuevos soldados, Cali contará con 620 militares que patrullarán la ciudad con un objetivo central: disminuir las estadísticas de muertes violentas. Hasta el 15 de noviembre habían asesinado a 1013 personas.

18 de noviembre de 2018 Por: Redacción de El País 
Los hombres del Batallón de Policía Militar, desde hace varios meses, vienen haciendo operativos de control en la comunas donde más se cometen homicidios. | Foto: Giancarlo Manzano / El País

Desde el lunes pasado, Cali cuenta con uno de los Batallones de Policía Militar más grandes de Colombia, tras la llegada de 270 nuevos soldados. En el primer semestre del próximo año arribarán otros 120 hombres, con los que la ciudad pasaría de tener un Batallón de Policía Militar tipo B (800 soldados) a uno tipo A, como Bogotá, con 1100 hombres disponibles para patrullar las calles.

“Esto nos proporcionaría la capacidad de tener más soldados en más puntos de la ciudad al mismo tiempo, siempre en coordinación directa con la policía y la Alcaldía”, dijo el Comandante de la Tercera Brigada del Ejército, coronel Roger Gómez Herrera.

El Batallón, en el caso de Cali, tiene una misión específica: actualmente 620 de sus hombres se encargan de patrullar las comunas con los índices de violencia más altos, para intentar disminuir las estadísticas de homicidios en la ciudad.

Lea también: Más militares para Cali: batallón de 270 hombres llega a reforzar patrullajes

“A la fecha llevamos más de 1000 patrullajes, en los que hemos logrado 300 capturas por orden judicial y en flagrancia. También, la incautación de armas largas tipo fusil, armas cortas tipo pistolas y revólveres, algunos de estos elaborados de manera artesanal. En los controles igualmente hemos incautado miles de dosis de sustancias alucinógenas y casi 3000 armas blancas. Todo esto ha sido puesto a disposición de la Fiscalía. En cuanto a los homicidios, nuestros registros indican que en lo que va del año se ha presentado una reducción de un 5% aproximadamente, que representan 50 vidas salvadas”, agregó el coronel Roger Gómez.

Sus datos coinciden, en parte, con los del Observatorio de Seguridad de la Alcaldía.

Según el Observatorio, hasta el pasado 15 de noviembre en Cali habían asesinado a 1013 personas desde que empezó el año, 39 asesinatos menos si se compara el mismo periodo del año anterior, aunque aún sigue pareciendo una cifra de una ciudad en guerra.

La mayoría de los homicidios están concentrados en las comunas 6, 13,14, 15 y 21, en el oriente de la ciudad, y en las comunas 20 y 18, zonas de ladera como Siloé.

El mapa de los sectores donde más matan gente en Cali coincide con el mapa de lo sucedido el pasado puente festivo, cuando asesinaron a 23 personas. La mayoría de esos crímenes ocurrieron en las comunas 6, 13, 14, 15, 16 y 21. De las 22 comunas de la ciudad, en once se registraron cero homicidios, por cierto.

Justamente, los 620 soldados con los que cuenta actualmente el Batallón de Policía Militar se concentrarán en esas comunas donde más asesinatos ocurren.

“Lo nuevo con la llegada de estos 270 nuevos soldados es que vamos a aumentar los operativos que veníamos realizando en los puntos críticos de la ciudad en lo que tiene que ver con homicidios. Vamos a intervenir más puntos simultáneos, y más veces a la semana. Además, los patrullajes serán permanentes de lunes a domingo, día y noche. Anteriormente solo se estaban haciendo en la noche. También se hará presencia en corredores estratégicos como la Autopista Suroriental y la Calle Quinta”, comentó Andrés Villamizar, Secretario de Seguridad de Cali.

Durante diciembre, los soldados también harán presencia en el centro de la ciudad, junto a la policía. Así lo determinó el alcalde Maurice Armitage en una reunión realizada esta semana para diseñar el plan especial de seguridad para fin de año, que será lanzado en los próximos días.

Igualmente, los hombres del Batallón de Policía Militar del Ejército están apoyando operativos para desarticular bandas criminales, lo que, en teoría, no solo disminuiría la cifra de personas asesinadas, sino también las estadísticas de hurtos.

Según los datos de la Secretaría de Seguridad y la Policía, en lo que va del año en estos operativos se han capturado a 207 personas en las comunas más críticas, y se han desarticulado 32 organizaciones criminales.

Expertos en seguridad coinciden, a propósito, en un asunto: la presencia de los soldados en las calles tiene un efecto “disuasivo del delito”. Todo debido a un fenómeno que viene ocurriendo en el país: cada vez se respeta menos a los policías (basta asistir a un partido de fútbol para constatarlo), pero, en cambio, muy pocos, ni siquiera los más temidos pandilleros, se atreven ni siquiera a levantarle la voz a un soldado.

“En Cali, es evidente, hay una crisis de autoridad en el caso de la Policía. La gente le ha ido perdiendo el respeto, lo que debe ser un llamado de atención a la institución y a la sociedad en general. En zonas consideradas como peligrosas la gente ni siquiera confía en los policías. Considera en cambio que están “en llave” con los delincuentes. No entienden por qué si la Policía sabe dónde están las ollas y los expendios de drogas y armas, no se hace nada. La única explicación que le da la gente al tema es la corrupción, y en buena parte tiene razón. La Policía ha ido perdiendo legitimidad con la ciudadanía, mientras que los soldados, al permanecer en los batallones, no están permeados por esas dinámicas”, aseguró al respecto un analista en temas de seguridad que pidió no ser citado con su nombre.

Frente a ello el general Hugo Casas, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, explica que el irrespeto por parte de la ciudadanía hacia el policía es evidente, pero todo parte de una problemática estructural de la justicia.

“Cuando el ciudadano sabe que si es capturado por cualquier delito a los pocos días va a estar por fuera o en su casa para seguir delinquiendo, se pierde el respeto hacia el policía. El policía como primera autoridad en la calle necesita de un sistema que lo respalde. A la ciudad, sin embargo, le puedo garantizar que la mayoría de mis policías son muy buenos agentes, y personas”.

El dilema del pie de fuerza

Los soldados que llegaron a la ciudad inician labores el próximo 1 de diciembre, según lo informó el teniente coronel Ómar Arciniegas Pinilla, comandante del Batallón de Policía Militar Número 3.

Estos 270 hombres hacen parte de los 350 soldados que anunció en septiembre pasado para la ciudad el general Alberto José Mejía, comandante de las Fuerzas Militares, y los 1000 que, entre policías y militares, arribarán a Cali en lo que queda del 2018 y los primeros meses del próximo año para incrementar el pie de fuerza. A inicios de este mes llegaron 297 policías más, de hecho, cuyo trabajo está enfocado en disminuir los hurtos.

Con estos nuevos hombres se intenta conjurar el déficit de pie de fuerza en la ciudad. Según un informe estadístico que conoció este diario, a octubre de 2018 Cali sigue siendo una de las capitales con menos policías del país por número de habitantes (apenas está por encima de Cartagena y Bogotá) y en cambio es superada por ciudades con menos complejidades en materia de seguridad como Bucaramanga, Tunja, Popayán, Ibagué, para nombrar solo algunas.

Expertos en seguridad como Hugo Acero, exsecretario de seguridad de Bogotá, han venido advirtiendo que el déficit de policías es un problema nacional, acrecentado tras la sentencia del Consejo de Estado que reconoció que los policías y patrulleros pueden retirarse voluntariamente con 15 años de servicio. Según el Ministro de Defensa, Guillermo Botero, serían 16 mil los agentes que se podrían retirar bajo las nuevas condiciones.

Por otro lado, en el Ejército, tras la firma de la paz con las Farc, hay superávit de soldados, por lo que la propuesta que viene adelantando Acero para superar el déficit de policías es capacitar a casi 30 mil de estos soldados que no tendrían lugar en las Fuerzas Armadas, convertirlos en policías, distribuirlos en zonas rurales para que brinden seguridad, y los policías que actualmente prestan este servicio, trasladarlos a las ciudades.

En otras palabras, en días de posconflicto, el país debe debatir sobre el papel protagónico que debe desempeñar el Ejército Nacional para garantizar la seguridad ciudadana.

Mientras eso sucede, en Cali la meta de la Secretaría de Seguridad es terminar el año con tendencia a la baja de los homicidios, así los números sigan haciendo parecer a Cali como una ciudad en guerra.

“Es evidente que la violencia en Cali es muy alta y no va a desaparecer del todo en un buen tiempo. Pero, estadísticamente, hemos demostrado que tras los esfuerzos que se están haciendo, la tendencia a largo plazo es la disminución de esa violencia y los nuevos hombres del Batallón de Policía Militar de la ciudad, como la Policía, son fundamentales para esa tarea”, dijo Andrés Villamizar, Secretario de Seguridad.

¿Por qué nos matamos?

Las venganzas entre personas con antecedentes judiciales es uno de los principales motivos de los homicidios en Cali.

Le siguen las riñas, el microtráfico de drogas y la guerra de pandillas.
El Vergel, Potrero Grande, Manuela Beltrán, Alfonso Bonilla Aragón, El Poblado, son los barrios con los más altos índices de asesinatos en Cali.

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