MUJERES
Buscan a abusador serial en Cali: se conocen seis casos de mujeres
El hombre, de nacionalidad ecuatoriana, tiene un tatuaje con la figura de Michael Jordan en el cuello. Autoridades instan a víctimas y comunidad a entregar información sobre el abusador.
En alerta están autoridades de Cali por el accionar de un violador en serie de mujeres en la ciudad, que reduce a sus víctimas y, suministrándoles escopolamina, abusa sexualmente de ellas, generalmente en hostales y hoteles del centro, y les roba sus pertenencias.
De acuerdo con información que manejan las autoridades y a la que tuvo acceso El País, desde comienzos de este año se han conocido los casos de seis víctimas, entre ellas una estudiante universitaria menor de edad y dos trabajadoras sexuales, pero se especula que pueden haber más mujeres abusadas que no se han atrevido a denunciar.
Una fuente cercana a la investigación manifestó que, de acuerdo con relatos de algunas de las víctimas y otros detalles recabados, el violador es de nacionalidad ecuatoriana. Es un hombre afrodescendiente de 25 a 30 años, de 1,77 a 1,78 m de estatura; de contextura mediana, de pelo ondulado y su característica principal es que tiene un tatuaje de Michael Jordan en la parte izquierda del cuello y usa tenis y gorra con la imagen del famoso basquetbolista estadounidense.
El modo de actuar de este delincuente es que contacta a mujeres incautas por redes sociales como Facebook, WhatsApp y en páginas o ‘apps’ a través de las cuales las personas quieren conocer hombres o mujeres. Después de charlar amablemente con ellas y ganarse su confianza las invita a conocerse personalmente en un sitio público y concurrido de la ciudad, como para no levantar sospechas. Y les ofrece, posteriormente, venderles modernos celulares a precios económicos e incluso, a bajarles ciertas aplicaciones en sus aparatos móviles o en sus computadores.
Cumplida la cita, después de una conversación amena, él las motiva a que desbloqueen sus celulares o computadores para ayudarles a bajar las aplicaciones. Entre tanto, les brinda un jugo o una bebida energizante a la que le suministra escopolamina, y una vez se apodera de las claves de los aparatos, las lleva a hostales u hoteles del centro de la ciudad.
Allí las accede sexualmente y les roba sus celulares, computadores portátiles, billeteras y más.
“La mujer toma la bebida que le ofrece el hombre y ya no se acuerda absolutamente de nada hasta que se levanta al día siguiente o en horas de la noche totalmente desnuda, sin plata y sin sus pertenencias”, explica uno de los funcionarios al tanto de estos casos.
El delincuente, en algunas ocasiones, relata otra fuente, ha dejado a las víctimas, aún en estado de seminconsciencia, en estaciones del MÍO o inclusive las ayuda a abordar a algún transporte. “Hasta ahí recuerdan las muchachas”.
No actúa solo
Las autoridades aseguran que el hombre no actúa solo, que para sus encuentros con sus víctimas se hace acompañar de otro hombre o alguna mujer, de quienes no se conocen sus características porque cuando arriba a los lugares de hospedaje él llega solo.
El delincuente y sus secuaces se hacen pasar por venezolanos, panameños e incluso, argentinos. Pero se ha confirmado que el violador es ecuatoriano.
Dos de sus víctimas las contactó en la Avenida Sexta. Él y el hombre que lo acompañaba les dijeron que eran visitantes de la ciudad y que se fueran a otro sitio. Las jóvenes aceptaron. Antes de llegar al lugar planeado las invitaron a tomar algo, les ofrecieron un jugo y a partir de allí, dice la fuente, las muchachas no se acuerdan absolutamente de nada.
A otra de las víctimas la contactaron en la Terminal de Transportes. El hombre actuó bajo el mismo modus operandi: le brinda un jugo o una bebida energizante a la que le echa escopolamina, la lleva a un hostal modesto del centro, las accede sexualmente y las despoja de sus pertenencias.
El último caso del que se ha tenido conocimiento sucedió hace tres meses contra una joven de 17 años, no vallecaucana, estudiante de una de las universidades del sur de Cali. A ella la ultrajó sexualmente y le robó un celular y un computador portátil.
A través de las investigaciones que se llevan cabo desde principio de año, cuando las autoridades supieron del accionar de este delincuente, se ha establecido, además, que utiliza los anuncios de los periódicos donde se ofrecen trabajadoras sexuales para solicitar sus servicios con el fin de violarlas y hurtar sus objetos.
Una de las trabajadoras sexuales que fue víctima casi toma justicia por sus propias manos. Cuenta uno de los funcionarios cercanos al caso que “ella lo que hizo fue volverlo a contactar y llegó con otras personas que agredieron al sujeto. Fue ella la que dio información de que no había sido agredida por una sola persona sino por dos”.
Se cuenta también con un video donde aparece el delincuente, que no es de muy buena calidad, para poder determinar con exactitud todos sus rasgos, pero por lo menos a través de él las autoridades han podido establecer que la imagen que aparece coincide con lo que han manifestado varias de sus víctimas: que tiene un tatuaje de Michael Jordan en su cuello y que acostumbra a vestir de camiseta, zapatillas, y que usa una gorra con la imagen del famoso deportista, del que, al parecer, es muy fanático.
Las víctimas quedan tan afectadas por la escopolamina que no pueden determinar ni en qué hotel, residencia o establecimiento las mete, dice un funcionario, lo que ha dificultado el trabajo de los investigadores para ubicar cámaras y acceder a la imagen completa del delincuente.
Ha trascendido, además, que al parecer, el hombre fue llevado en una ocasión a una estación de Policía de la ciudad, pero se identificó con una cédula falsa.
Según la fuente cercana a la investigación, los policías que lo retuvieron ese día no tienen responsabilidad en que el delincuente esté libre por las calles de Cali, porque como todos los agentes no son peritos en documentología no pueden determinar si es una cédula falsa o no. “Y si el hombre presenta la cédula y no tienen antecedentes no hay problema, sigue su camino”.
Con esta información, a la que accedió El País, lo que las autoridades desean es hacer un llamado de prevención a todas las mujeres que viven en Cali a que no salgan solas, a que no hablen con extraños, a que no compartan datos personales en las redes sociales con individuos que no conocen o a los que apenas empiezan a conocer, y mucho menos que no accedan a citas clandestinas o a ciegas con ellos.
Las autoridades invitan a las mujeres que consideren que han sido víctimas de este violador para que denuncien y entreguen más información sobre sus características o su accionar, para dar pronto con él y que no siga haciendo más daño.
Para entregar datos relacionados con esta persona, o con cualquier hecho que afecta la seguridad de la ciudad, puede llamar a las líneas 123, 156 y 3116253670 de la Policía de Cali, o escribir al correo fuentes.mecal@hotmail.com
Consejos
Nazly Borrero, especialista en seguridad en delitos informáticos y CO IT de la empresa Service and Beratung SAS, brinda algunos consejos para que las personas sean más precavidas y tengan más herramientas para no ser presa de delincuentes como el abusador en serie que actualmente tiene su radio de acción en Cali.
Cuando se tenga contactos con personas en aplicaciones como Tinder y se entable una comunicación más certera en otra red social como Facebook o WhatsApp, verifique que el perfil de quien la está contactando sea verdadero.
Un perfil verdadero se identifica teniendo presente que los contactos de la persona sean numerosos, que sus fotografías no sean solo en grupo, sino que tenga varias fotos individuales; que sus contactos no sean solo mujeres, porque, por ejemplo, cuando vemos el perfil de una persona que el 90 % de sus contactos son mujeres, eso nos debe encender una alarma. Una persona que no entable relación con hombres, que solo se enfoca en mujeres, es algo dudoso.
Verificar, hacer mucho estudio de la persona que la está contactando por la red social.
No entregue información personal ni confidencial, como direcciones de lugar de residencia o de trabajo, ni de tarjetas de crédito, tarjetas débito, porque este tipo de personas se acercan a ofrecer venta de artículos y pueden hacer captación de cualquier tipo de información.
En lo posible, evite salir con esa persona que no conoce. Si quiere salir con esta, vaya acompañada, porque así tendría que usar otro tipo de mecanismos más complejos para podérsela llevar para otro sitio, si lo desea.
No dé correos electrónicos. A través de este, si es una persona muy habilidosa con la tecnología, puede robarle información. Y con esta puede comprometerla y obligarla a salir con ella.
Aprenda a ser hábil con la tecnología. Aunque usted sea una persona estudiada y que se crea avezada en temas de seguridad, no se confíe tanto. Muchos han sido víctimas de robo, especialmente, por pensamientos como: “eso no me va a pasar a mí”, o “tengo la seguridad habida o por haber”.
Si sale con una persona que no conoce, lo primordial es que usted solicite su bebida y siempre la tenga en sus manos. Y aunque vaya al baño, nunca se desprenda de ella, porque no puede confiar de una persona con la que apenas está entablando una comunicación.
Si esa persona le ofrece un chocolate u otro dulce, guárdelo en el bolso. Más adelante, bótelo. No reciba este tipo de ofrecimientos porque pueden venir alterados y no solamente con escopolamina. Hoy en día le están introduciendo drogas sintéticas que son muy chiquiticas y se diluyen fácilmente.
Tenga en cuenta
De acuerdo con la Ley 1236 de 2008, por medio de la cual se modifican algunos artículos del Código Penal relativos a delitos de abuso sexual, el que realice acceso carnal con otra persona mediante violencia, incurrirá en prisión de doce (12) a veinte (20) años.
El que realice en otra persona acto sexual diverso al acceso carnal mediante violencia, incurrirá en prisión de ocho (8) a dieciséis (16) años.
Y quien realice acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir o en estado de inconsciencia, o en condiciones de inferioridad síquica que le impidan comprender la relación sexual o dar su consentimiento, incurrirá en prisión de doce (12) a veinte (20) años. Si se ejecuta acto sexual diverso del acceso carnal, la pena será de ocho (8) a dieciséis (16) años.
Se debe tener presente que en el caso de este violador serial las penas serían mucho más altas por agravantes como la cantidad de víctimas que lo denuncien o si entre ellas hay menores de 14 años.