Judicial
“El batallón de alta montaña en Jamundí no es la única solución”: Expertos en seguridad sobre propuesta de la Gobernación
El orden público debe ser abordado con estrategias y golpes a la economía ilegal de las disidencias.
Ante el aumento de las acciones terroristas por parte de las disidencias de las Farc en la zona rural y urbana de Jamundí, una de las soluciones que se ha planteado es la construcción de un batallón de alta montaña en el municipio, una propuesta de la gobernadora, Dilian Francisca Toro, quien ha hablado de su importancia desde que inició su mandato ya que, según ella, con la construcción de dicha infraestructura militar se restablecerá la seguridad.
Cabe recordar que hace una semana explotó una motocicleta bomba en el centro del casco urbano de Jamundí, por lo que 300 militares llegaron a reforzar el Batallón Pichincha y aumentando las capacidades de la Fuerza Pública en el sur del Valle del Cauca, sin embargo, la Gobernadora insistió en que “el batallón de la zona alta de Jamundí va a ser muy importante para bloquear el paso de los delincuentes para el Naya, evitar el transporte de coca e impedir la entrada de maquinaria que sirve a la minería ilegal”.
El consultor en seguridad y experto en inteligencia estratégica, Iván Carvajal, indicó que construir esta infraestructura militar es una solución a los problemas de orden público de la región, ya que es necesario tener “mucho más control de Fuerza Pública, más presencia y contundencia en las operaciones”.
El experto explicó que, a pesar de que se cuenta con una instalación de estas características en los Farallones, más puntualmente en Pichindé, es necesario que se construya otro hacia el sur del departamento, en el municipio de Jamundí, que ha sido fuertemente golpeado por la inseguridad.
Sobre lo anterior, el coronel (r) Carlos Soler, abogado experto en derechos humanos, asesor y consultor en seguridad nacional, explicó que si bien el batallón puede traer soluciones a la inseguridad que se vive en Jamundí debido a las acciones terroristas de las disidencias de las Farc, esta no es la única solución. “No son solamente los hombres, sino los cuadros de control, las capacidades de movilidad, las capacidades del poder relativo de combate, el nivel de instrucción que tengan, el armamento especial, la capacidad de mortero, la capacidad de drones y la capacidad de inteligencia”, explicó.
Además, Soler aseguró que el éxito del batallón dependerá del nivel de entrenamiento de los hombres y mujeres militares, el conocimiento que tengan del área, de las aeronaves, de las horas de vuelo y de la moral combativa del Ejército.
Por su parte, el consultor en seguridad y paz, Felipe Fernández, añadió que para conocer la viabilidad de la construcción de un nuevo batallón de alta montaña en el departamento se debe tener en cuenta la amenaza que representan los grupos armados ilegales o actividades ilícitas en la región. Además, entre otras cosas se debe “considerar el efecto de la presencia militar en la población local, incluyendo su seguridad y bienestar”.
Fernández aseguró que se debe evaluar el terreno para determinar la eficacia de las operaciones militares en cada área, pues “las montañas pueden ofrecer ventajas tácticas, pero también pueden presentar desafíos logísticos”. Asimismo, se debe asegurar que la ubicación del batallón permita una cobertura eficiente de todas las zonas de responsabilidad, incluyendo Cali y Jamundí, para responder rápidamente a cualquier amenaza.
Cabe resaltar que los expertos coincidieron en que este batallón debe contar con un mínimo de 500 militares experimentados, entre ellos, activos con experiencia en inteligencia para operar capacidades electrónicas especiales. De la misma manera, los uniformados tendrán que realizar operativos de control territorial, otras unidades se encargarán del corte de suministros de la cadena de producción de cocaína y de la erradicación de cultivos ilícitos, entre otras acciones necesarias para preservar la seguridad.
Si bien el norte del Cauca también presenta graves problemas de orden público por la presencia de grupos ilegales, para Iván Carvajal, la construcción del batallón de alta montaña debe hacerse en zona rural de Jamundí, ya que es en este municipio donde falta más presencia militar. “El movimiento de tropas en el Cauca ya está bien organizado por el comando específico, lo que tenemos un poco más débil en presencia del Ejército es en el sur del Valle”, afirmó.
Sin embargo, para que la situación mejore, deben existir otras acciones que complementen a la Fuerza Pública. Carlos Soler explicó que estas amenazas se deben detener a través de una acción unificada en la que se incluya a la Personería, Defensoría del Pueblo y a los alcaldes de la región. De la misma manera se deben implementar consejos de seguridad en las partes altas, diseñar proyectos productivos, entrega de tierras con titulación, entre otras mejoras urgentes, concluyó el especialista.
Regístrate gratis a nuestro boletín de noticias
Recibe todos los días en tu correo electrónico contenido relevante para iniciar la jornada. ¡Hazlo ahora y mantente al día con la mejor información digital!