“No fui a conversar, ni a adquirir, ni a negociar, ni hablar de Pegasus”: Secretario de Seguridad de Cali sobre su papel en la presunta compra del software

El secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Jairo García, está hoy en el ‘ojo del huracán’ luego de que el presidente Gustavo Petro asegurara que durante el gobierno del expresidente Iván Duque, en el que García fungió como viceministro de Defensa, se adquirió un software espía israelí llamado Pegasus. El funcionario habló en El País sobre el rol que cumplió durante una visita a Israel en ese entonces y dice que “no tiene nada que esconder”.

Usted está siendo cuestionado por muchos críticos, después de las denuncias del presidente Petro sobre la presunta compra del software de espía ilegal Pegasus en el gobierno Duque. ¿Qué tiene usted para decir?

Lo primero que tengo que decir es que la noticia de la visita a Israel fue publicada en noviembre del 2021 con todas las fotografías y la gente con la cual tuvimos agenda pública, porque fue la Sexta Cumbre bilateral entre Colombia e Israel, entonces aquí no se está descubriendo nada, no hubo ninguna reunión secreta y en esa agenda no se discutió ningún elemento asociado al software Pegasus.

En esa reunión se discutieron dos temas estratégicos: uno fue la protección de las fronteras, porque Israel es uno de los países más avanzados en la protección de fronteras, y el otro tema fue la modernización en la renovación de la relación con Israel. Esos fueron los dos temas que se discutieron en la reunión.

Es decir, ¿usted no fue a Israel a negociar el software Pegasus?

Uno va a una cumbre diplomática representando a un país, representando a una entidad y así se construye la agenda, no es la persona, es el cargo y como Viceministro de Defensa de Colombia no fui a conversar, ni a negociar, ni a adquirir, ni hablar del software Pegasus.

¿Cuando se da esa cumbre, en 2021, usted como Viceministro de Defensa qué conocimiento tenía sobre el software Pegasus?

Ninguno. Uno de los proyectos más importantes del Ministerio de Defensa era la renovación de capacidades de las Fuerzas Militares, hoy es de público conocimiento que muchos de los aviones de superioridad aérea están en proceso de obsolescencia, que las capacidades de la Armada Nacional también requerían una renovación y que del Ejército Nacional tenía que tener un proceso de modernización. Ese era el objetivo principal del Ministerio de Defensa en esa visita a Israel.

¿Esto quiere decir que la negociación de un software como Pegasus no hacía parte de los propósitos del Ministerio de Defensa en ese momento?

No, por lo menos en la planeación y estrategia que tiene que ver con la visión a mediano y largo plazo de las Fuerzas Militares.

Recientemente se ha hablado de la presunta participación de la Policía Nacional, que no fue a Israel, los únicos equipos técnicos que participaron fueron del Ejército Nacional. No coinciden las fechas, no coinciden las entidades y no coinciden los temas. Además, algo que quiero reiterar, fue una visita pública y todas las fotografías fueron publicadas por los gobiernos de Colombia e Israel.

Pero justamente las investigaciones que se han hecho en Israel dicen que sí hubo interés de algún área del Gobierno por un software como Pegasus y que, de hecho, habría habido una negociación….

Eso hay que preguntarselo a los investigadores. El Ministerio de Defensa de Colombia no sale mencionado en ese primer artículo, allí hablan de unos presuntos altos funcionarios del Gobierno, eso es tarea de las autoridades. Pero lo que sí quiero ser claro en que en la cumbre bilateral que se realizó entre octubre y noviembre con Israel toda la información fue pública y no se discutió ningún tema asociado al software Pegasus, lo demás que sea materia de investigación.

¿Cuándo fue la primera vez que usted tuvo conocimiento de un software de esta naturaleza?

Durante mi gestión no lo conocí. Yo no hacía seguimiento a los temas de inteligencia. Me enteré con las noticias de este año que sale en una investigación internacional.

¿Usted ha sido requerido por la Procuraduría o alguna instancia de investigación desde que se conoció este tema?

No, ninguna, a la fecha no tengo ninguna invitación requerimiento.

¿Por qué cree usted que ha surgido de repente este escándalo y se ha puesto en la agenda nacional?

No tengo ningún interés en hacer una lectura de esto. Lo que quiero reiterar es que no puede haber ninguna duda sobre la transparencia de mis acciones como viceministro de Defensa y hoy como secretario de seguridad de Cali. Creo que esa página hay que cerrarla y pasarla.

O sea, ¿Pegasus no lo trasnocha?

No. A mí me trasnocha la violencia de la ciudad, las tareas que tenemos y me hace madrugar darle resultados a esta ciudad porque creo que eso es lo importante, no nos podemos dejar desconcentrar y hay intereses por hacerlo.

Hubo gente que, a raíz de este escándalo, dijo que usted debía renunciar, ¿va a renunciar por esto?

Yo tengo toda la convicción de haber hecho todas las cosas bien, voy a seguir haciendo las cosas bien como lo hace esta Administración. Aquí no nos podemos acostumbrar a los grises, aquí tenemos que seguir trabajando por una ciudad que tiene muchos retos y que estamos recuperando porque es que lo que hemos recibido han sido cosas complejas.

También recibió el respaldo desde muchos sectores, incluido el Concejo ¿qué lectura hace de eso?

En el momento en que yo llegué me dijeron que la meta era tener una Política Pública de Seguridad y reconocimos el trabajo de todos los sectores, por eso de manera unánime se aprobó la política que es tal vez el tema más controversial que tiene esta ciudad porque hay un falso debate entre la inversión social y la autoridad y entre capacidades institucionales y capacidades sociales.

Transformar el escenario de violencia de Cali requiere un esfuerzo a largo plazo que no puede determinarse por los temas políticos. Esta política lo que nos está diciendo es que nos pusimos de acuerdo todos, incluso las visiones más opuestas.

¿Cómo se ve reflejada la aprobación de la Política de seguridad en el trabajo con las comunidades?

Estamos trabajando con casi mil jóvenes por semana en los parques, acompañándolos ya que sabemos que tienen miedos, preguntas sobre su futuro debido a la incertidumbre porque hay unos personajes que están diciéndoles que mejor se dediquen a la violencia, al desorden y al caos.

Se trata de ir a la calle y decirle a la gente que aquí están los recursos que nos aprobaron para mejorar las casas de Justicia, adquirir vehículos, tener más comisarías de familia y eso es lo que estamos mostrando.

Líderes del oriente de Cali reclaman acompañamiento ante la problemática del güireo ¿cómo lo está abordando la Secretaría?

A nosotros nos preocupa mucho, por eso tenemos un equipo interinstitucional que está yendo a las principales comunas en las que están ocurriendo, pero esto requiere un trabajo comunitario porque los involucrados son niños de 8 y 9 años; la institucionalidad tiene que tener acompañamiento de la familia y la familia tiene el acompañamiento de la institucionalidad, pero no hay ninguna justificación para que un niño esté en la noche en un parque solo.

Van 624 homicidios en 2024 ¿cree que es posible terminar el año con menos de 1000? ¿Cuál es la cifra ideal?

La cifra ideal siempre es cero, pero el año pasado teníamos 712 homicidios. Para nosotros la meta inicial de este año es estar por debajo de los mil, tenemos que romper con lo que muchos dominan como el techo de cristal para poder seguir bajando los asesinatos en estos cuatro años de manera sostenida.

Queremos tener una tendencia que nos aleje de la tasa aproximada de 44 homicidios por cada 100.000 habitantes y que podamos llegar cerca de la tasa de 35 y ojalá por debajo de los 700 homicidios al año, pero venimos de un cuatrienio de subidas y bajadas en las cifras de este delito.

¿Cuál es el gran disparador de esa violencia?

Tenemos una posición geográfica bendecida, nosotros somos un corredor hacia el mar y hacia el interior. Por aquí pasan muchísimas cosas buenas, pero también pasan armas, pasan drogas, pasan recursos y eso genera una presión de múltiples grupos. Hemos tenido desde un atentado terrorista a la Tercera Brigada por parte de un grupo armado organizado sofisticado, hasta el hurto a personas que generan miedo en el MÍO y casos de intolerancia. El grado de amenaza y de actores es multivariado.

¿Qué pasa con la intolerancia en Cali? Las lesiones personales son un delito que ha aumentado

Las lesiones personales aumentaron en un 23%, eso es una mala resolución del conflicto, entonces necesitamos trabajar en el esfuerzo por promover un acceso a la justicia y un mecanismos alternativos de solución de conflictos y por eso el Alcalde ha hablado de reconciliación.

Es tan importante la judicialización de los de los miembros de grupos organizados como que podamos tener mayor presencia de las casas de Justicia en las en los barrios.

¿Las cámaras de seguridad de la ciudad están funcionando? ¿Se han adquirido nuevas?

Esperamos que este sea el año de la estabilización, nosotros encontramos un sistema de más o menos el 30% y hoy vamos llegando al 80%, estamos en proceso de contratación del próximo modelo de mantenimiento y en una reunión que tuvimos con el Ministerio del Interior de la semana pasada se definió que vamos a tener un proyecto conjunto de videovigilancia, principalmente para fortalecer capacidades en el centro de la ciudad, y esperamos también modernizar algunos aspectos del sistema para que el próximo año podemos empezar a evaluar su crecimiento.

Cali está siendo sede de grandes eventos, ¿cuáles son los retos de más importantes a los que ha tenido que enfrentarse?

Los principales retos ya los estamos teniendo, pero todos los días demostramos que en Cali tenemos la capacidad de administrar grandes eventos y así como ha salido muy bien este mundial de fútbol femenino, el Petronio y así como estamos teniendo carreras todos los fines de semana, el reto identificar las mejores prácticas y que podamos darle la mejor experiencia a los visitantes.