¿Quién está dando la orden de atacar a la Fuerza Pública con artefactos explosivos en el casco urbano de Jamundí?

Los ataques terroristas de los días recientes en el municipio de Jamundí, y que han tenido entre sus objetivos los puestos de control o patrullas de la Policía en la cabecera del Municipio, son para algunos analistas la consecuencia del abandono de la seguridad por parte del Gobierno Nacional.

Esa obsesión por sacar a cualquier precio la llamada paz total, dicen los expertos, y a la que se volvió a referir el presidente Gustavo Petro durante su discurso del 20 de julio, ha permitido que grupos ilegales dominen sin resistencia sectores como la zona alta de Jamundí, convertido en un corredor para el tráfico de armas y drogas.

Es a ese envalentonamiento de estas estructuras, producto de las restricciones a las operaciones de la Fuerza Pública en diversos sectores del país, que se le atribuyen los actos violentos de los últimos días en el municipio de Jamundí, perpetrados por la columna móvil Jaime Martínez de las disidencias de las Farc, uno de los grupos que iría a diálogos de paz con el Gobierno.

El más grave de ellos fue el registrado el miércoles en la noche, cuando fue lanzado un artefacto explosivo en el barrio Portal del Jordán y que dejó como saldo diez personas heridas, entre ellos dos agentes de Policía que fueron llevados a una clínica en Cali, y un civil muerto.

Horas después fue lanzada una granada contra una patrulla de la Policía que transitaba por el barrio Los Anturios y que al no activarse fue explotada de manera controlada por parte de la Fuerza Pública.

Hasta el momento, de acuerdo con el alcalde de Jamundí, Andrés Felipe Ramírez, se viene realizando un monitoreo de la situación y son varias las hipótesis frente al caso que dejó varios lesionados y que generó pánico entre los habitantes del municipio.

“Una de ellas, es que los hechos están relacionados con los decomisos de material de intendencia por parte de la Fuerza Pública en dos ocasiones en el último mes, en especial por parte de la Policía, y los allanamientos y órdenes de captura realizados contra la columna Jaime Martínez”, explica el alcalde.

La otra hipótesis apunta a la conmemoración del aniversario de la creación de la columna móvil Jacobo Arenas de las Farc, de donde surge la disidencia Jaime Martínez, y que tiene en alerta a las autoridades por el posible incremento de acciones terroristas hasta el día de la conmemoración, que según organismos de inteligencia es el jueves 10 de agosto.

“Es una situación muy compleja y hemos levantado la mano en los dos consejos ministeriales que se han realizado pidiendo la atención del Gobierno frente a lo que sucede en Jamundí. Se ha avanzado parcialmente en los compromisos y el pie de fuerza solo se incrementa cuando ocurre algún hecho. Hemos pedido al Gobierno que el incremento de Policía y Ejército sea de manera permanente para contener y dar seguridad en corredores estratégicos como San Antonio, Villa Colombia, Potrerito, Puente Vélez, San Vicente, Timba, entre otros”, señala el alcalde Ramírez.

Jamundí hace parte de un proyecto piloto que se viene trabajando con el Ministerio de Defensa sobre la implementación de la paz total del Gobierno, pero la comunidad y el mismo Alcalde han pedido acciones contundentes y no más consejos de seguridad que no han conducido a nada.

Alarmas encendidas

El pánico se apoderó de nuevo de la comunidad en la noche del pasado viernes cuando una detonación sorprendió a quienes viven o transitaban por la avenida Circunvalar, donde fue dejado un tercer artefacto explosivo en una estación de combustible, sin que se reportara personas heridas.

Sebastián Lancheros, experto en temas de seguridad, indica que la comunidad jamundeña se encuentra atemorizada por estas situaciones y el lanzamiento de un artefacto en el barrio Los Anturios que no explotó, pero iba dirigida a una patrulla de Policía.

“Es muy triste ver cómo se desvirtúa el tema de la seguridad y de la paz total. Hacemos un llamado al Gobierno Nacional a reforzar la seguridad y que se construya la estación de Policía de Terranova, a la PM se le construya un cantón militar en Jamundí y se mejore el parque automotor”, dice Lancheros.

La columna móvil Jaime Martínez mantiene el control absoluto de los cultivos de uso ilícito en la zona alta del municipio de Jamundí y se encuentra en confrontación con el clan del Golfo por quedarse con el control territorial en el bajo Calima, de donde cientos de familias se han desplazado.

Igualmente, han denunciado habitantes de sectores como Villa Colombia que este grupo armado ilegal está instrumentalizando a la población civil para que rechace la presencia de la Fuerza Pública, Ejército y Policía, en la zona alta del municipio, donde se reporta el aumento de los cultivos de uso ilícito.

Jamundí, para nosotros, se ha convertido en una prioridad en materia de seguridad, indicó el comandante de la Policía Metropolitana, general José Daniel Gualdrón, “y hemos llevado capacidades de inteligencia de Policía Judicial, pero también unas capacidades operacionales para hacer intervenciones en las áreas rurales y en el casco urbano del Municipio”.

“Hay una recompensa de hasta $30 millones por información que conduzca a la captura de los autores materiales de estos hechos. Pero es importante también que cualquier situación compleja o inusual que vea la comunidad, llame al cuadrante o la línea 123; queremos dar un parte de confianza de que en la Policía, el Ejército Nacional y la Alcaldía de Jamundí estamos muy comprometidos para darles tranquilidad en materia de seguridad a los ciudadanos”, asegura el general Gualdrón.

Pese a la difícil situación que viene afrontando en los últimos años el municipio de Jamundí en materia de orden público y a ser el sector que recoge buena parte de la violencia de los grupos armados ilegales y del narcotráfico de toda la región Pacífica, desde Nariño hasta el Chocó, no ha sido tenido en cuenta por el Gobierno Nacional para ninguno de los programas importantes en lucha contra las drogas, como lo es el Programa Nacional de Sustitución de Cultivos (Pnis).

“Jamundí evidencia una clara falta de liderazgo de la bancada parlamentaria y de los gobiernos departamentales y locales de los últimos años, que se sentaron como espectadores a ver cómo el municipio era marginado de las iniciativas gubernamentales”, señala el docente y catedrático Diego Javier Sánchez.

“Ahora hablan de un plan piloto de la llamada paz total y el resultado de ese piloto es que el municipio y sus habitantes están recogiendo toda la violencia de unos grupos armados que no tienen el afán ni la voluntad real de someterse a los intereses de un Gobierno absolutamente permisivo”, señala el analista.

El estar ubicado en un enclave de cultivo, producción y transporte de droga por el Pacífico y en especial cerca al puerto de Buenaventura, explica el politólogo y catedrático Jorge Luis Yarce, lo convierte en zona de confrontación constante.

“Estos grupos están combatiendo y tratan de establecer hegemonías y control sobre los productores, transportadores y cobran por el uso de las rutas.“ Es un fenómeno que se viene estudiando y que está empeorando”, dijo.