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El caso de Jessie Hoffman: la primera ejecución con gas nitrógeno en Luisiana, Estados Unidos
El estado sureño aplicó la pena de muerte por hipoxia de nitrógeno por primera vez en su historia.

Luisiana llevó a cabo la primera ejecución de pena de muerte por hipoxia de nitrógeno en su historia y la primera en el país fuera de Alabama, marcando un hito en la aplicación de estas condenas en Estados Unidos. Jessie Hoffman, de 46 años, fue declarado muerto el martes por la noche tras inhalar gas nitrógeno a través de una máscara que llevó puesta durante 19 minutos.
Hoffman fue condenado por el secuestro, abuso y homicidio de Molly Elliott, una mujer de 28 años, en Nueva York en 1996, cuando él tenía 18. Tras 28 años en el corredor de la muerte, el estado de Luisiana aplicó el nuevo método letal que ha sido objeto de controversia a nivel nacional e internacional.

Posturas encontradas sobre la ejecución
El secretario de Seguridad Pública y Correccionales del estado, Gary Westcott, calificó el procedimiento como exitoso y aseguró que “la ejecución ha ido tan bien como esperábamos”. Por su parte, la fiscal general de Luisiana, Liz Murrill, afirmó en la red social X: “Esta noche se ha hecho justicia para Molly y para el estado de Luisiana”.
.@LAGovJeffLandry & I made a promise to the citizens of Louisiana & to the family members of victims of these heinous crimes that we would follow the law & put them FIRST.
— Attorney General Liz Murrill (@AGLizMurrill) March 19, 2025
Justice has been delayed for far too long. I am committed to ensuring justice is carried out in all death… pic.twitter.com/wTqvLiu9eP
El gobernador Jeff Landry también defendió la decisión, señalando que “se ha cumplido con la justicia tras 28 años”, destacando que la familia de la víctima “ha tenido que revivir el sufrimiento a través de interminables procesos judiciales” y que “por fin se ha honrado el compromiso adquirido con sus seres queridos”.
Sin embargo, la ejecución no estuvo exenta de críticas. Cecelia Kappel, una de las abogadas de Hoffman, la calificó de “innecesaria”, argumentando que su cliente ya no era el mismo joven de 18 años que cometió el crimen. “Jessie era padre, esposo y un hombre con una notable capacidad de transformación”, sostuvo.
Por otro lado, Amnistía Internacional condenó la ejecución, señalándola como un “castigo cruel, inhumano y degradante” que debería ser abolido en todo el mundo. La ONG recordó que esta fue la primera ejecución con hipoxia de nitrógeno en Luisiana y la quinta en EE.UU. desde 2024, cuando Alabama comenzó a utilizar este método alternativo a la inyección letal.
This is Molly Elliot on her wedding day. Molly was only 28 when leaving work she was kidnapped, robbed, raped and murdered by Jessie Hoffman Jnr, who dumped her body in the river like discarded trash. pic.twitter.com/pMMfLPnxqC
— Cuculainn 2.0 (@0Cuculainn) March 19, 2025
El debate sobre la hipoxia de nitrógeno
La hipoxia de nitrógeno, aprobada en algunos estados como método de ejecución, consiste en privar al recluso de oxígeno al obligarlo a inhalar gas nitrógeno puro. Defensores del procedimiento sostienen que es una “opción más humana y menos dolorosa” en comparación con la inyección letal, la cual ha presentado fallas en diversas ocasiones.
No obstante, expertos y grupos defensores de los derechos humanos advierten que no existen suficientes estudios que demuestren la ausencia de sufrimiento en este tipo de ejecución. En el caso de Hoffman, aunque las autoridades aseguraron que fue un proceso “controlado”, el debate sobre la eticidad y viabilidad del método sigue abierto.
Con la ejecución de Jessie Hoffman, Luisiana reanudó la aplicación de la pena de muerte tras 15 años y avivó una discusión que, en los últimos tiempos, ha llevado a varios estados a reconsiderar la vigencia de la pena capital en el sistema judicial estadounidense.
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