En Bolivia, madre e hija fueron asesinadas por su propio inquilino para no pagarles una deuda

Luego de estar cuatro días desaparecidas, este jueves 8 de febrero fueron hallados los cuerpos sin vida de María Lindaura Vega Jaldin y Miranda Lucía Tejada Vega, madre e hija de 64 y 22 años respectivamente, en el municipio de Viacha, región occidental de Bolivia.

Las mujeres fueron asfixiadas hasta quedarse sin signos vitales (asfixia mecánica por estrangulamiento), según relatan los informes oficiales de las autoridades.

El responsable del crimen, identificado como Gabriel Edmundo Montalvo Rodríguez, sería el inquilino de una vivienda propiedad de la mujer de 62 años, el cual, ante la deuda que tenía con ella por un valor de $ 51.000 dólares, decidió asesinarla a María Lindaura y a su hija para no levantar sospechas o que hubiese testigos.

El ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Eduardo del Castillo, aseguró que para lograr su cometido, el inquilino les ofreció $ 3500 dólares a un albañil y al hermano de este para ayudarles a acabar con la vida de la propietaria y luego de su hija.

Además, también para que lo asistieran en la desaparición de los cuerpos, que fueron encontrados a 47 kilómetros al sur de donde se efectuó originalmente el crimen, es decir, en La Paz, capital boliviana.

“Este sujeto, de acuerdo a los informes oficiales por parte de la policía boliviana, habría planificado la muerte de esta mujer en octubre de 2023. Él habría planificado quitarle la vida a esta mujer el día sábado (3 de febrero), sin embargo, por actividades sociales y otras que esta mujer tenía, recién pudo encontrarse con Gabriel en el bien inmueble al día siguiente, el domingo”, informó Del Castillo.

En el trabajo investigativo para dar con los responsables, la Policía revisó más de 50 horas grabaciones de varias cámaras de seguridad, así como los movimientos en las cuentas bancarias que registraban en los últimos días tanto la madre como la hija.

Esto debido a que la dueña de la vivienda se dedicaba a la compra y venta de inmuebles, y también prestaba dinero, por lo que esta revisión permitió descartar otros posibles responsables del doble asesinato.

Adicionalmente, se interrogó a la pareja de la mujer frente a las sospechas de que se tratara de un caso de feminicidio, pero esto quedó descartado tras las respuestas y la coartada del individuo.

El Ministro de Gobierno pedirá la pena máxima de 30 años de prisión para los tres responsables, y aclaró que el delito por el cual se les acusará es el de asesinato y no el de feminicidio. “La justicia boliviana tiene todos cada uno de los elementos para que ningún fiscal o juez se atreva a liberar a estos asesinos”, concluyó.