España
Latinoamericanos en elecciones municipales en España del 28M: ¿Quién puede votar?
Las elecciones permitirán escoger a los alcaldes de más de 8.000 municipios y a los representantes de 12 comunidades autónomas.
Una nueva jornada electoral en España, tendrá lugar el domingo 28 de mayo, donde se estima sean más de 36,5 millones de personas, las llamadas a las urnas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). De este total, serían unos 2.515.837 extranjeros con nacionalidad española, de los cuales 1.653.156 son latinoamericanos, los que podrían votar.
Las elecciones permitirán escoger a los alcaldes de más de 8.000 municipios y a los representantes de 12 comunidades autónomas. Cabe decir que, tal como ha sucedido en años anteriores, el INE incluye a los extranjeros que tienen derecho a voto.
No obstante, estos deberán tener nacionalidad española, ser mayores de 18 años y estar inscritos en el censo electoral de la comunidad autónoma pertinente. Ahora bien, para los comicios municipales, podrán votar quienes cuenten con autorización de residencia en España, no estar privados del derecho a emitir sufragio, y haber residido legalmente en el país cinco años en el momento de solicitar la inscripción al censo electoral en el ayuntamiento correspondiente.
De otro lado, quienes también podrán acercase a las urnas, serán los españoles que residan en el extranjero y que hayan tenido su última vecindad en una de las 12 comunidades autónomas.
Adicionalmente, pueden participar los ciudadanos mayores de edad de la Unión Europea que residan en España y que estén inscritos en el censo electoral. También los ciudadanos de los países con los que España tiene un acuerdo de reciprocidad, que son Noruega, Ecuador, Nueva Zelandia, Colombia, Chile, Perú, Paraguay, Islandia, Bolivia, Cabo Verde, Corea del Sur y Trinidad y Tobago.
Cabe decir que, según el INE, hay 12.420 personas de Ecuador, Colombia, Chile, Perú, Paraguay y Bolivia que figuran inscritos en el censo electoral y que podrán votar en estas elecciones municipales.
Combatir la despoblación en España desde pequeñas alcaldías
Ignacio Martínez nunca ambicionó ser alcalde, pero cuando tomó conciencia de los problemas de su pequeño pueblo de montaña en el noreste de España, lanzó su candidatura apoyado por un grupo de amigos en 2015.
“La situación que había en el pueblo antes de que nos presentáramos a las elecciones era un poco de tristeza y parálisis”, recuerda a AFP Martínez, un productor de cereales que tenía 32 años cuando se convirtió en alcalde de Allepuz, Aragón, una región vista como la zona cero de la despoblación en España.
Como otros habitantes de zonas rurales escasamente pobladas en España, Martínez sintió que no podía quedarse de brazos cruzados y ver cómo languidecía su pueblo de 114 residentes, a medida que morían los mayores y otros se mudaban en busca de trabajo.
“Hay muchos pueblos que están al borde del colapso demográfico”, señala Martínez, quien dice haber sentido que le “tocaba” lanzarse a alcalde.
Mejores servicios de internet, transporte público, subvenciones para familias que se muden a pueblos... las promesas para atraer a votantes rurales han estado a la orden del día durante la campaña para las municipales y regionales de este domingo.
Pero los votantes de Teruel, la provincia más escasamente poblada de Aragón, con menos de 10 habitantes por kilómetro cuadrado, una de las tasas más bajas de Europa, no muestran mucho entusiasmo.
“En vísperas de elecciones, todos ofrecen mucho, y luego se olvidan”, dice un hombre de 74 año que solo da su apellido, Calvo, en la plaza donde espera a que llegue el vendedor de pan en este pueblo que, al no tener mercados, depende de vendedores que recorren las carreteras con sus productos.
“El ayuntamiento está promoviendo unas viviendas, que es fundamental por si vienen ya familias, pero luego, si no hay trabajo, no podemos hacer nada”, lamenta.
“Escuela abierta = pueblo vivo”
En los pueblos pequeños, los candidatos tienden a no asociarse con partidos, como es el caso de Martínez, y los lugareños dicen que votan por personas en las que confían y no por formaciones políticas.
“Yo conozco a las personas que se presentan, me da igual (...) el partido”, dice Carmen Igual, alfarera de 56 años vecina de Villaroya de los Pinares.
“Se vota a la persona, (...) una persona que la gente conoce y que sabe cómo va a trabajar”, coincide Francisco Esteban, de 69 años de edad, en un bar de la carretera donde los lugareños devoran huevos con panceta ahumada.
“Cuando uno vive en una población tan pequeña”, no se postula como candidato “porque quiera meterse en política”, sino porque se quiere “invertir un tiempo para trabajar por tu pueblo”, estima Gloria Blanc, la alcaldesa de 56 años de Monroyo, un pueblo en lo alto de una montaña de 312 habitantes.
Martínez, quien dejará el ayuntamiento tras ocho años, afirma que el mayor logro de su mandato fue reabrir la escuela. “Escuela abierta = pueblo vivo”, se lee en una pared en la calle principal del pueblo.
“En este pueblo, cada vez somos menos vecinos”, pero “mientras haya escuela” hay “futuro”, dice un sonriente Calvo.
Con información de AFP y El País