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Ola de manifestaciones antirracistas sacude a Europa tras la muerte de George Floyd

En Madrid, los manifestantes, unos 3.000 según las estimaciones de la policía local, se reunieron a media jornada frente a la embajada de Estados Unidos, para condenar la muerte de George Floyd.

7 de junio de 2020 Por: Redacción de El País - Agencia AFP
En Madrid, los manifestantes, unos 3.000 según las estimaciones de la policía local, se reunieron a media jornada frente a la embajada de Estados Unidos, para condenar la muerte de George Floyd. | Foto: Agencia AFP

De Bruselas a Budapest, pasando por Madrid y Roma, decenas de miles de europeos salieron a la calle el domingo para denunciar el racismo, siguiendo la ola de protestas desatada en Estados Unidos por la muerte de un hombre negro asfixiado por un policía blanco en Minneapolis.

En Madrid, los manifestantes, unos 3.000 según las estimaciones de la policía local, se reunieron a media jornada frente a la embajada de Estados Unidos, para condenar la muerte de George Floyd, un afroamericano de 46 años, repitiendo sus últimas palabras "No puedo respirar".

Además, corearon los mensajes "No hay paz sin justicia" o "Vosotros los racistas, sois los terroristas".

En Roma, una espontánea manifestación congregó en la famosa Piazza del Popolo a miles de jóvenes que se arrodillaron en silencio, con el puño en alto, durante nueve minutos, el tiempo durante el cual el policía mantuvo su rodilla apoyada sobre el cuello de Floyd, hasta que éste falleció. Al levantarse, gritaron también: "¡No puedo respirar!"

Puede leer: En el mundo continúan las protestas por la muerte de George Floyd

Miles de británicos se manifestaron en Londres, por segundo día consecutivo, y en otras ciudades como Brístol. En esta localidad del suroeste con pasado esclavista, una estatua del negrero Edward Colston fue arrancada del pedestal y pisoteada por los manifestantes una vez en el suelo, según imágenes de la BBC.

Después la arrastraron por la ciudad portuaria y la echaron, rociada con pintura roja, al río Avon, bajo gritos de alegría.

Otra estatua fue blanco de la ira el domingo frente al Parlamento en Londres, la del ex primer ministro conservador Winston Churchill, héroe de la Segunda Guerra Mundial. "Era un racista", escribieron sobre su nombre en la base.

La manifestación en el centro de la capital degeneró en incidentes con la policía a primeras horas de la noche, tras haber comenzado pacíficamente en la tarde delante de la embajada de Estados Unidos.

En Bruselas, cerca de 10.000 manifestantes, según la policía, se congregaron ante el palacio de justicia.

Hubo actos vandálicos después de la manifestación y la policía detuvo a 150 personas, informó el alcalde de Bruselas.

Miles se manifestaron en Holanda, en Zwolle (norte) y Maastricht (sur). En Budapest, un millar de personas se reunieron cerca de la embajada estadounidense. También hubo protestas en Copenhague, Suecia o Canadá.

En Alemania, los jugadores de cuatro equipos de la Bundesliga se arrodillaron en apoyo a la lucha antirracista. En Suiza, miles de manifestantes, vestidos de negro, desfilaron en Lausana.

Arrodillados

En Madrid, los manifestantes se arrodillaron durante un minuto de silencio en señal de protesta contra los abusos policiales contra los negros, un gesto iniciado por el jugador de fútbol americano Colin Kaepernick en 2016 en un estadio cuando sonaba el himno de Estados Unidos. Luego marcharon pacíficamente hasta la emblemática Puerta del Sol, en el corazón de la capital.

Para Leinisa Semedo, una traductora de español de 26 años de Cabo Verde, "el racismo no conoce fronteras".

"He vivido en China, Portugal, y ahora en España y en todos los países donde he vivido, he experimentado discriminación debido al color de mi piel", afirmó.

En la manifestación de Roma, con muchos migrantes africanos, Michael Taylor, originario de Botsuana, acudió con toda su familia.

"Soy un africano blanco, y a veces siento miedo y el desprecio únicamente porque soy un extranjero", dijo a la AFP. "Imagínese cómo serían las cosas si yo fuera negro".

"Es realmente duro vivir aquí", declaró por su parte Morikeba Samate, senegalés de 32 años, uno de los decenas de miles de migrantes llegados a Italia tras una peligrosa travesía por el Mediterráneo. "Piensan que somos todos unos ladrones".

En Barcelona, en el noreste de España, cientos de manifestantes llenaron la plaza de Sant Jaume, donde se encuentra el gobierno regional. Con mascarillas y manteniendo su distancia, levantaron carteles en inglés para denunciar el racismo en España y Europa.

La organización Comunidad Negra, Africana y Afrodescendiente en España (CNAAE) convocó manifestaciones en diez ciudades del país, desde Pamplona, en el norte, hasta el archipiélago canario, frente a la costa occidental de África.

En Tailandia, donde se prohibió una manifestación antirracista, más de 200 personas participaron en una protesta virtual, conectándose en la plataforma Zoom para ver videos sobre el movimiento "Black Lives Matter" ("Las vidas de los negros importan")" y levantar el puño en alto contra la violencia policial.

La indignación que provocó que cientos de miles de estadounidenses tomaran las calles para manifestarse después de la muerte de Floyd el pasado 25 de mayo se ha extendido progresivamente a buena parte del resto del planeta.

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