Pandora y Eva
Miles de años antes de que el cristianismo apareciera en el horizonte, ya la mujer estaba condenada a sufrir, a parir con dolor, y a cargar con la culpa de todos los males y horrores de la humanidad.
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9 de mar de 2020, 11:40 p. m.
Actualizado el 26 de abr de 2023, 08:15 a. m.
Miles de años antes de que el cristianismo apareciera en el horizonte, ya la mujer estaba condenada a sufrir, a parir con dolor, y a cargar con la culpa de todos los males y horrores de la humanidad.
La mitología griega ya tenía su propia historia sobre el origen del universo, los animales, las plantas, los océanos y el ser humano. Y esas historias fueron sagradas y reverenciadas siglos tras siglos.
Para ellos el mundo lo formaron los dioses del Olimpo Caos y Gea que dieron a luz a Urano. Después nacieron los titanes, los cíclopes y los Hecatonquiros, todos dioses hijos de dioses y todo marchaba bien hasta que Urano le dio por matar y desaparecer los siguientes hijos de Gea. La diosa madre se enfureció y parió al escondido a Cronos que tuvo a bien castrar a su hermano Urano y botar sus genitales al mar. El arma homicida, una hoz, se la proporcionó Gea .
Esa sangre derramada fecundó la Tierra y nacieron Afrodita, ninfas, gigantes y otros dioses, Gea decidió casarse con Crono y a este de pronto le dio por comerse sus hijos hasta que el menor de ellos y más avispado, Zeus, lo destronó, convirtiéndose en el dios más importante del Olimpo. Medio aburrido un día decidió poblar la tierra.
Separó la tierra del mar, creó los animales, fuertes y sagaces, ágiles y por último al hombre, flaco, frágil, indefenso y desnudo. Al ver esto, Prometeo sintió pesar y con arcilla lo moldeó, lo sopló dándole vida, inteligencia, sabiduría en artes y ciencia. Zeus montó en cólera y encadenó a Prometeo en un monte dejándolo a merced de un águila que se le comía el hígado todas las mañanas, aunque le crecía todas las noches. Así lo tuvo treinta años.
Llegó Hércules y lo liberó, y en complicidad con el dios del Fuego, Hefestos moldeó en metal la primera mujer. Quedó tan bella que el mismo Zeus cuando la vio le concedió la vida, la gracia, la inteligencia, la astucia, la falsedad, la curiosidad y la inquietud.
La llamó Pandora. La casó con Epimeteo, y le regaló un cofre adornado con piedras preciosas. Le entregó la llave y le advirtió que si quería ser feliz siempre, jamás abriera el cofre. Pandora vivió tranquila y feliz muchos años hasta que la curiosidad fue más fuerte y abrió lo prohibido. Desde ese entonces fue la culpable de todos los males y horrores de la humanidad y su vida y la de sus descendientes ¡jamás encontraron la paz! La mujer, condenada para siempre.
La historia de Adán y Eva ya nos la sabemos. Adán medio simplón. Eva muy linda, se aburría de semejante perfección de paraíso. Vio una serpiente sonriendo enroscada en un árbol de manzana que era lo único que tenía prohibido. Se conchavo con la serpiente y zaz, mordió la fruta y le dio un bocado a Adán, que ¡vivía boquiabierto! Ya sabemos las consecuencias... Seguimos siendo la encarnación del mal y las tres religiones monoteístas nos condenaron. Alguien dijo sabiamente que la vida y el destino de las mujeres se manejan por un grupo de solterones, homosexuales y pederastas que habitan en el Vaticano. Mientras Jesús fue amigo de ellas hasta su muerte. Ironías de la evolución.
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PD. Gracias a todas las mujeres que con sus luchas y sacrificios me han permitido vivir una vida independiente y libre. Si hubiera nacido en la época de la Inquisición hubiera ido ¡de la cuna a la hoguera express!
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PD2. El primer país de América Latina que permitió votar a la mujer fue ¡Ecuador!

Periodista. Directora de Colcultura y autora de dos libros. Escribe para El País desde 1964 no sólo como columnista, también es colaboradora esporádica con reportajes, crónicas.
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