Dueño de nada

En las últimas décadas del siglo pasado, cuando Venezuela era rica, jovial y democrática, una figura de la canción popular sobresalió de manera particular. Se trata de José Luis Rodríguez, apodado ‘El Puma’, cuya sólida fama de intérprete ha perdurado hasta nuestros días.

Una de sus canciones más conocidas es ‘Dueño de nada’. Otro venezolano, el tirano Nicolás Maduro resolvió dar un golpe de Estado y convertirse en dueño de nada. La sideral ignorancia de Maduro lo llevó a desconocer que en una democracia el gobernante se sostiene por la voluntad de los ciudadanos expresada en las urnas.

Maduro se ha convertido en un juguete de su guardia pretoriana. En cualquier momento un grupo de militares de baja graduación resolverá que es mejor para ellos reclamar las recompensas millonarias que se han puesto sobre la cabeza de Maduro, Cabello y Padrino y darán el zarpazo.

Son muchos más lo estados del mundo que han desconocido la pantomima del 10 de enero, que los pocos autoritarismos que de boca para afuera manifiestan su apoyo al chavismo-madurismo. Cuando la lógica de los acontecimientos provoque la caída de Maduro y su camarilla, Ortega y Díaz Canel miraran para otro lado.

Es que no es sostenible en el mediano plazo un gobierno que ha causado la emigración de 8 millones de compatriotas, que se apoya en 6 millones de empleados públicos y no encuentra la manera de financiar sus gastos. De hecho, se considera que desde el 2013 el PIB per cápita no ha hecho más que bajar, siendo hoy un 42% de lo que era hace 12 años.

Las grandes crisis sirven, en su lado bueno, para mostrar la aparición de personajes públicos de mucho valor. Hoy es figura mundial María Corina Machado. Su lucha por defender el resultado legítimo de las últimas elecciones es reconocida a nivel internacional y destacada en todos los medios de opinión serios.

Con gran dignidad el ganador de las elecciones Edmundo González Urrutia se paseó por países amigos y organismos internacionales de renombre para defender su nítido triunfo en los comicios. No se puede descartar que tras desembarazarse de Maduro y sus secuaces, Venezuela llame a González Urrutia para presidir una etapa de reconciliación nacional.

Poco hay que hablar sobre la sinuosa posición del actual gobierno de Colombia. Es totalmente cierto que no se puede declarar la guerra al vecino que comparte 2200 kilómetros de frontera con nosotros, pero el decoro debió indicar a nuestros gobernantes que el silencio total sobre el atraco de Maduro era la vía más recomendable.

Una nueva oleada de inmigrantes venezolanos causaría en Colombia problemas de atención en servicios básicos difícilmente superable dada la actual situación de nuestra economía. No es un secreto para nadie que lo mejor que nos puede suceder es que se disponga rápidamente sobre la suerte del ‘dueño de nada’.

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Posdata: En las ocasiones en que traté a Rodrigo Lloreda Caicedo siempre encontré un caballero a carta cabal; un vallecaucano profundamente preocupado por el devenir de nuestra comarca; y un patriota dispuesto a influir de manera decisiva en los destinos de nuestra nación.

La verdad es que la vida no le alcanzó a Rodrigo Lloreda para demostrar todo su valor y su capacidad de liderazgo. Nuestra comunidad lo recuerda hoy al igual que su esposa María Eugenia Piedrahita, la inolvidable.