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La Licorera
El proyecto, de crecimiento progresivo y de ocupación por etapas, se está realizando lentamente mediante una arquitectura regenerativa...
Se trata de un grupo de edificios de diversos tamaños para dedicarlos a actividades culturales y afines. Fue concebido en 2017 por Mariana Garcés Córdoba, ministra de Cultura de Colombia de 2010 a 2018, para reutilizar las antiguas instalaciones de la Industria de Licores del Valle, en remplazo de un Bailódromo descartado por su alto costo, y buscando “fortalecer manifestaciones artísticas” del que se encargaría Dilian Francisca Toro en su primer periodo en la Gobernación. Su proyecto fue dirigido por el arquitecto Jorge Alberto Giraldo Balcázar, y desarrollado con Jorge Dávila, Joaquín Molina y Santiago Martínez.
El proyecto, de crecimiento progresivo y de ocupación por etapas, se está realizando lentamente mediante una arquitectura regenerativa, la que desde 2024 ya es una categoría más en las Bienales de Arquitectura en Colombia, y es en Cali un muy pertinente ejemplo de intervención en el patrimonio construido, que lo más indicado actualmente para reutilizar convenientemente muchos edificios en lugar de demolerlos, como equivocadamente se ha venido haciendo en Cali desde mediados del Siglo XX para ‘modernizar’ la ciudad, entre ellos varios importantes bienes de interés cultural, BIC, del Estado, como el Palacio de San Francisco o la sede del Batallón Pichincha.
Actualmente, La Licorera es usada por el Centro de Danza y Coreografía del Valle del Cauca, y para otras actividades públicas o privadas, y no necesariamente de carácter puramente cultural. Cuenta con muchos alojamientos, seguramente en el futuro tendrá varios restaurantes y hasta algunos bares que recuerden positivamente su nombre, y la posibilidad de un estacionamiento público en uno de sus varios edificios cuya estructura lo permitiría. Sin duda, buena parte del atractivo de esta iniciativa es que se trata de un proyecto en evolución, al que además se debería vincular el Municipio de Cali debido a su crucial localización en la ciudad y su área metropolitana de hecho.
La Licorera está justo donde se cruzan los dos nuevos ejes urbano-regionales propuestos para Cali: de Yumbo a Jamundí y de Buenaventura a Palmira, y por supuesto se debería unir peatonalmente con las cercanas Estación principal del Tren de Cercanías y la Terminal de Transportes; e incluso con Cementerio Central, convirtiéndolo en un parque cementerio, como el Cementerio del Bosque en Estocolmo, cuya tumba más famosa es la de la actriz Greta Garbo. Sería conformar un centro regional pertinente para el área metropolitana de Cali, para la subregión del sur del valle alto del río Cali y en últimas para todo el Departamento del Valle del Cauca.
Conservar su nombre es lo indicado, igual que se hizo con el Centro de Arte Contemporáneo y Espacio Cultural, de los arquitectos Arturo Franco, Fabrice van Teslaar y Diego Castellanos, en el antiguo Matadero y Mercado Municipal de Ganados de Madrid; un conjunto de muchos edificios dedicados a matadero y mercado de ganado durante las décadas centrales del Siglo XX, y centro de reclusión y clasificación de mendigos tras la Guerra Civil (Wikipedia). O el centro cultural de CaixaForum de Herzog & De Meuron, en Madrid, 2003-2008, que mantuvo ciertos rasgos de la vieja construcción como materiales y partes de las fachadas, pero modificando la estructura.