Yuan, el dólar y la geoeconomía
Dentro de las herramientas que un Estado tiene cuando va a implementar esta estrategia está poder establecer su moneda como una reserva global
En relaciones internacionales, el término geoeconomía es conocido como la utilización de instrumentos económicos para promover y defender los intereses nacionales que produzcan resultados geopolíticamente deseables. Dentro de las herramientas que un Estado tiene cuando va a implementar esta estrategia está poder establecer su moneda como una reserva global que domine las transacciones internacionales, pues le daría un poder monetario a nivel global. La hegemonía económica adquirida por Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial vino a expensas de la libra esterlina como moneda de reserva global. En esta ocasión, Rusia y especialmente China, buscan quitarle el poderío económico global a Washington y socavar el dólar como reserva global. Sin embargo, Beijing aún tiene mucho camino por recorrer.
En primer lugar, aunque el yuan se ha convertido en la moneda más tranzada en Rusia, como consecuencia de las sanciones económicas implementadas por Occidente por la guerra en Ucrania, a nivel global su impacto está por debajo del dólar, euro, libra esterlina y el yen japonés.
Según el último reporte del Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés), el dólar estuvo presente en el 88% de las transacciones internacionales, el euro en el 31%, el yen japonés en 17%, la libra esterlina en el 13% y el yuan en el 7%, aunque este último subió del 4% reportado en el 2019. Por consiguiente, aunque el yuan ha incrementado en su participación en transacciones internacionales, su impacto a nivel global sigue siendo muy bajo. Esto entonces pone en duda la capacidad de China de poder imponer su moneda como reserva global.
Adicionalmente, el papel del gobierno chino en el control de su moneda no genera confianza a nivel global. Beijing maneja el sistema financiero de su país de una manera opaca y altamente politizada dependiendo del mandatario de turno. Esto a su vez ahuyenta a personas a nivel global de tener una moneda cuyo valor es controlado y manipulado por el partido comunista chino y no por fuerzas del mercado.
Ahora, la Reserva Federal de Estados Unidos ha tomado, desde el 2020, una serie de decisiones que han afectado su credibilidad, empezando por su desacertado análisis sobre el comportamiento de la inflación en el 2021. No obstante, expertos internacionales afirman que los errores de esta institución se pueden corregir aumentando la transparencia en la toma de decisiones, y con el nombramiento de personas más independientes dentro del comité que toma decisiones monetarias.
China, por su parte, no ha mostrado intenciones de establecer una institución que garantice una independencia de la política monetaria.
Finalmente, las sanciones de Estados Unidos y demás potencias mandaron una señal de que las decisiones de política exterior de los países van a determinar el acceso de estos a monedas como el dólar, euro y la libra esterlina, algo que no ha pasado desapercibido por Rusia, China y demás países emergentes. Por consiguiente, aunque estos no miren con malos ojos la construcción de un sistema económico multipolar, este futuro está aún muy lejos de ser una realidad. Por ahora, Putin no tiene otra alternativa que incrementar su dependencia con China, mientras Xi obtiene recursos energéticos de Rusia y aumenta su presencia a nivel global como alternativa al sistema construido por los Estados Unidos.
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