Preguntas sueltas

- ¿Qué hacia el Presidente a las 3:00 de la mañana de un domingo twitteando mensajes contradictorios que pusieron en jaque más de cincuenta millones de colombianos?

- ¿Le gusta madrugar?

- ¿No se había acostado?

- ¿Estaba alicorado o enguayabado?

- ¿Por qué no asistió a la Casa de Nariño a la reunión con Murillo, Sarabia y los que le ayudaron a sacar la pata?

- ¿Se quedó dormido?

- ¿Por qué nos explica su aversión a viajar a los Estados Unidos? ¿A quién le importa?

- ¿Por qué dejó ‘en el aire’ los aviones en que viajaban los deportados?

- ¿No pensó en una posible catástrofe?

- ¿Por qué no le prohíben trinar?

Más preguntas

- ¿Trató acaso de ‘echarle humo’ a la sangría del Catatumbo?

- ¿Cómo va ayudar a más de cuarenta mil desplazados?

- ¿Sigue con la misma cantaleta de la Paz Total, sin darse cuenta que la violencia, la desaparición de líderes sociales, el poder del narcotráfico, siguen aumentando?

- ¿En qué quedó su respaldo o rechazo a la usurpación del poder de Maduro?

- ¿El Ministró de Defensa no sirve para nada o lo tienen acuscambado y maniatado?

Las últimas

- ¿No se ha dado cuenta del despelote de la Salud?

- ¿No le importa que los medicamentos están desapareciendo y los enfermos crónicos se están muriendo como moscas?

- ¿Tampoco sabe que las entidades de salud y clínicas se pelotean los pacientes como si fueran unos apestados de los cuáles nadie quiere hacerse responsable?

Ya no pregunto más. ¿Para qué?

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Cambio de tema. Colombia, gracias a Beatriz Koop de Gómez, instauró en Colombia el DMD, Derecho a Morir Dignamente y la eutanasia está aprobada en este país. - “El amor a la vida debe también manifestares en la voluntad de poder morir dignamente”. Desgraciadamente es difícil porque los médicos y las tecnologías de punta facturan. Y como el dios es el dinero, los condenan a tratamientos costosísimos a sabiendas de que no tienen esperanza.

Concluyo. Es casi imposible vivir dignamente en este país, desplazados, arrinconados y menos morir dignamente, porque si no lo asesinan a mansalva, los médicos tampoco les dan su pasaporte al ‘viaje final’.

Mientras tanto, vivamos como podamos, sin preguntas, sin respuestas. Al día, cada día.

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Posdata: Cuando no podemos cambiar la situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.

Al ser humano se le puede cambiar todo menos una cosa: elegir su actitud ante cualquier circunstancia y elegir su propia manera de sentir.

O sea que sobrevivamos como podamos en este país, que más que país, parece un guion delirante de Pirandello.