Sí se puede, Buenaventura

Sí se puede. Lo dice Zorayda Mondragón, representante legal de la Asociación de Mujeres Cabeza de Hogar, con la experiencia de años de trabajo por su gente y con una convicción contagiosa. Sus palabras fueron inspiración, en medio de un conversatorio el pasado jueves, durante el lanzamiento del ‘Premio Cívico por una ciudad mejor’, que luego de diez años regresa a Buenaventura para apoyar diez proyectos sociales que resulten ganadores; con formación para su sostenimiento y, a cinco de ellos, con capital semilla en especies.

La Asociación de Zorayda fue una de las favorecidas del premio hace diez años. Para entonces eran 23 las integrantes, hoy, luego de una década y una pandemia, son siete las que siguen en frente de esta asociación, levantándose día a día con la ilusión de que las cosas vayan bien para su gente: “nosotras somos la prueba de que sí se puede, nos pueden visitar y ver que existimos, con dificultades, que siempre las va a haber, pero lo importante es que nos caemos, nos levantamos y salimos adelante. Trabajar con la comunidad es difícil pero no imposible. Y ha sido también gracias a la comunidad que nos hemos fortalecido”.

Ella y su asociación son la prueba de que en Buenaventura lo que se necesita son oportunidades, alguien que se asome a su realidad, tome de la mano a su gente y le ayude a avanzar. Sí, hay problemas, ausencias imperdonables del Estado, estigmas, miedo, cifras inocultables, pero también hay cientos de personas como Zorayda que nos invitan a creer.

Amín Sinisterra, líder del programa Buenaventura Cómo Vamos, cuenta que el desempleo sigue por encima del promedio nacional, que pese a la recuperación que otras ciudades lograron después de la pandemia, no ocurre igual con el Distrito. Y que sectores como las mujeres y los jóvenes se ven más golpeados por la ausencia de ingresos. Las cifras de homicidios en 2023 llegaron a 137, la extorsión se sostiene y hay barrios en los que es difícil entrar. A ello se suma, que el 52 % de sus habitantes no cree ni participa de iniciativas sociales, porque han perdido la confianza.

Esta semana se cumplieron 60 días de la tregua entre los Shottas y Espartanos, y se reporta una caída del 70% en los homicidios. Según el congresista Alejandro Ocampo, del 5 de mayo al 5 de julio han ocurrido 8 homicidios en Buenaventura, no relacionados con la disputa de estas bandas, mientras que en igual periodo de 2023 la cifra fue de 34. Los Espartanos volverían a la mesa de negociación y la tregua se mantendría 30 días más. Ojalá se extendiera por siempre.

Justo hace un año, bajo el título ‘Buenaventura, otra vez’, entre muchas otras columnas escritas sobre una tierra que aprendí a amar desde niña, hablaba de las cifras de violencia, disparadas en ese momento; de la deserción educativa, de las familias que huyeron a Antofagasta, en Chile, donde hoy existe una pequeña Buenaventura desplazada, y de cómo el gobierno debía ejecutar programas sociales y de seguridad definitivos, en lugar de apariciones fruto de la coyuntura.

Hoy, una vez más, clamamos por la esperanza que significa escuchar a Zorayda Mondragón, a Bryan Montaño, líder de la Fundación Pro y Paz, también presente en el conversatorio del jueves, y por todas esas organizaciones que construyen país, en el bello puerto del mar. Que se multipliquen esfuerzos como el ‘Premio Cívico por una ciudad mejor’, liderado por Compromiso Valle y la Cámara de Comercio de Buenaventura, en apoyo con la Sociedad Portuaria, el Hotel Cosmos y las fundaciones Alvaralice, WWB Colombia, Carvajal, Bolívar Davivienda, Corona, Fanalca, Plan Internacional y Smurfit Kappa, el Colegio Freinet, Cedecur, el Noticiero 90 Minutos y El País.

Sí se puede, Buenaventura. Siempre habrá razones para volver a escribir sobre ti.

@pagope