El pais
SUSCRÍBETE

Columnistas

¿Un nuevo orden internacional?

Algunos dirán qué se trata de una actitud imperial. Otros dirán que es la resurrección de lo que se llamó por muchas décadas el ‘destino manifiesto’ de los Estados Unidos.

25 de enero de 2025 Por: Fernando Cepeda Ulloa
Fernando Cepeda Ulloa
Fernando Cepeda Ulloa | Foto: El País.

Las instituciones multilaterales que hoy se ocupan de los asuntos globales, la ONU, la OEA, el Banco mundial, el Fondo Monetario Internacional y una colección muy importante de agencias especializadas en diversos temas, medio ambiente, salud, juventud, drogas, aviación civil, cultura e información, mujeres, infancia, etc., son producto del orden internacional que se creó después de la Segunda Guerra Mundial y en el cual Colombia tuvo una participación valiosa.

El discurso de posesión de Trump es, en realidad, el anuncio de un nuevo orden internacional que contará con la preeminencia en todos los campos de los Estados Unidos. El presidente Trump habla de no participar en guerras o de prevenirlas o de ponerles término y no cita para nada al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que tiene esa como su principal función. Promete obtener excelencia en todos los campos del quehacer humano, dando lugar a pensar que contarán con la influencia de los Estados Unidos, si así lo desean. Algunos dirán qué se trata de una actitud imperial. Otros dirán que es la resurrección de lo que se llamó por muchas décadas el ‘destino manifiesto’ de los Estados Unidos.

La existencia de los Estados Unidos, un país nuevo, si se lo compara con los europeos, es un ejemplo admirable de la construcción de una gran nación en lo político, lo económico, lo social, lo intelectual, lo militar. Basta con mirar su sistema educativo que ya de vieja data le dio la superioridad sobre el resto de países del mundo. Su red de Fundaciones, en todos los aspectos, es al mismo tiempo una manifestación innegable de su generosidad, traducida en un espíritu filantrópico que muy pocos pueden imitar ni siquiera en mínima parte. Su cultura está alimentada por una legítima ambición que se ha materializado en la expresión popular, el Sueño Americano. Y los ejemplos pululan, están a la vista, son sorprendentes. Creo que el papel preponderante que se le ha dado a Elon Musk tiene que ver con proyectar la encarnación de un inmigrante, de origen sudafricano, que llegó a Estados Unidos a pedir limosna y hoy es no solamente el hombre más rico del mundo sino el que ha desarrollado tecnologías que tienen un enorme impacto en la vida de todos los ciudadanos y que continúa con ese espíritu ambicioso de innovar.

Conocimiento, experiencia, audacia y perseverancia parecen ser las virtudes que se estimulan y aprecian. ¿De qué otra manera se puede construir una gran nación?

En su discurso, Trump hace una breve pero deslumbrante descripción de las realizaciones de Estados Unidos, igual su papel victorioso en las dos guerras mundiales que en la construcción de rascacielos, que en la conquista del espacio, que en la producción agrícola, que en el manejo del átomo, que en la producción de drogas para asegurar una buena salud, que en la construcción de automóviles o aviones, etc. Y eso lo dice con orgullo y como fundamento para un mundo que puede ser aún mejor. Para no hablar de las grandes obras de Infraestructura que una compañía como Bechtel ha hecho en el mundo.

¿Megalomanía? ¿Espíritu pionero e innovador? ¿Capacidad de emprendimiento y de correr riesgos? Ojalá propósitos tan grandiosos, vayan acompañados de los sentimientos que la predicadora demandó en la Misa que antecedió los demás ritos de la posesión.

Regístrate gratis al boletín diario de noticias

Descarga la APP ElPaís.com.co:
Semana Noticias Google PlaySemana Noticias Apple Store

Te puede gustar

AHORA EN Columnistas

Gonzalo Gallo

Columnistas

Oasis

Gloria H.

Columnistas

¿Se retrató?