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La medición del IMD analiza la realidad de 67 países, basándose en cuatro grandes pilares que inciden sobre los negocios. | Foto: Foto: Archivo El País

Editorial

¿Un Valle competitivo?

En el caso de Colombia, el documento del IMD enfatiza que Colombia tuvo un notable retroceso en la eficiencia del Gobierno y en el desempeño de la economía.

20 de junio de 2024 Por: Editorial

Pese a las dificultades que enfrenta su economía y a su agitada realidad política, Colombia sigue avanzando en el propósito de ser un país cada vez más competitivo. Uno de los dos rankings más importantes en este campo -el que realiza el Instituto Internacional para el Desarrollo de la Administración (IMD) de Suiza- acaba de revelar que en el último año Colombia logró recuperar una posición en la medición mundial, situándose ahora en el lugar 57.

La medición del IMD analiza la realidad de 67 países, basándose en cuatro grandes pilares que inciden sobre los negocios. El ranking este año es liderado por Singapur, seguido de Suiza y Dinamarca. El último lugar lo ocupa Venezuela y, antes de ella, se encuentra Argentina.

En el caso de Colombia, el documento del IMD enfatiza que Colombia tuvo un notable retroceso en la eficiencia del Gobierno y en el desempeño de la economía. Pero, por otro lado, logró avanzar de forma significativa en los otros dos componentes de la medición: infraestructura y eficiencia de los negocios.

El informe mundial del IMD coincide con otro divulgado esta misma semana a nivel nacional -el Índice Departamental de Competitividad (IDC)-, el cual pone la lupa sobre las regiones. Esta investigación, que realizan cada año el Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario, se basa en la metodología del Foro Económico Mundial y evalúa variables fundamentales para que un territorio genere desarrollo económico y bienestar para su población.

Y sus resultados han dejado un sabor agridulce para el Valle del Cauca. Por un lado, el departamento logró recuperar dos puestos en ese ranking y volvió situarse como la tercera región más competitiva del país, después de Bogotá y Antioquia. Esto gracias a la diversificación y sofisticación de su aparato productivo, a la mejoría en indicadores de salud y a sus significativos avances en sostenibilidad ambiental.

Pero la investigación también evidenció que el Valle sigue retrocediendo en uno de los factores más importantes para la competitividad: la calidad de la educación. La medición en este campo, en efecto, dejó a nuestra región en una posición realmente vergonzosa: el Valle hoy hace parte de las diez regiones de Colombia con la peor calificación en materia de educación básica y media.

Esta realidad, a todas luces inaceptable, no es nueva. De tiempo atrás se conocen otros informes y diagnósticos que dan cuenta del grave problema de calidad educativa que padece el Valle del Cauca, pero todo indica que los responsables de diseñar y ejecutar políticas públicas para resolverlo, no han hecho su tarea adecuadamente.

Es momento de que la Gobernación y los 42 alcaldes del Valle, todos con planes de desarrollo aprobados, le den prioridad al asunto y planteen acciones concretas para cambiar esta realidad. Se deben abordar temas como la financiación de la polémica cobertura educativa y la infraestructura, con visión de largo plazo y con criterios técnicos, antes que políticos. O nuestros avances en competitividad estarán en duda.

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