Política
“Entre más alertas hay, más se radicaliza el Gobierno”: Catherine Juvinao alerta que la reforma a la salud podría generar una debacle en el sistema
La representante a la Cámara Catherine Juvinao asegura que aprobar la reforma a la salud como está es un acto de temeridad
Por Sofía López Bueno, reportera de El País
“La reforma a la salud parece perder más apoyos, no solo en el Congreso, sino en la sociedad entera, porque mientras más sectores del país entienden la iniciativa, más temen”.
Así lo asegura la representante a la Cámara de Alianza Verde Catherine Juvinao, quien ha denunciado varias irregularidades en el trámite de este y otros proyectos para que sean aprobados en el Congreso.
Juvinao insiste en la falta de intenciones del Gobierno por lograr consensos y reitera que el presidente Gustavo Petro está cada vez más “atrincherado”.
Luego de los desacuerdos con el Gobierno, ¿cuál cree que deba ser la postura del partido?
Cuando Gustavo Petro era candidato se comprometió a transformar las maneras de hacer política. ¿En dónde ha estado el divorcio entre el ‘verde’ y el Gobierno? No está en los qué, nosotros seguimos alineados en una visión sintonizada de transformación para Colombia, lo que nos está generando fracturas son las diferencias en los cómo, porque creemos profundamente en la concertación.
Ellos dicen que sí están concertando en el Congreso y que los que estamos diciendo que no somos unos mentirosos, pero acaban de radicar la reforma laboral por la puerta de atrás, solo con las firmas de los ponentes del Pacto y uno de Comunes, es decir, dejaron a los partidos por fuera, a pesar de que estos habían pedido 15 días más para presentar la ponencia con algunos ajustes.
Entonces el ‘verde’ queda atrapado en ese dilema que queda ilustrado en el capítulo desafortunado por el Ministro de Salud, por eso pienso que en este momento son tantos los congresistas que estamos incómodos al interior de la bancada que creemos que la independencia es el lugar que nos da garantía a todos.
¿Se siente lastimada por esas declaraciones del Ministro de Salud?
Sin duda, porque nos metió en esa discusión cuando no tenemos representación, y eso no tiene nada que ver con moralismos baratos, es legítimo los colegas que sí la tienen, pero nosotros no, nuestro estilo es otro y quedamos metidos en ese chantaje y lo que me parece más triste es que ahora la bancada termina denunciada por esas declaraciones y ya nos recusaron en plenaria, no pudimos participar y ahora tenemos que esperar a que la Comisión de Ética sesione y resuelva esa recusación. Paradójicamente, el Ministro logró lo contrario a lo que quería y terminó saboteando aún más el trámite de la reforma.
En campaña usted apoyó a Petro, ¿se siente defraudada?
Sí, pero arrepentida no, porque los políticos tomamos decisiones en contextos imperfectos y en las elecciones de 2022 era Rodolfo o Petro y en ese escenario yo prefiero al segundo, porque quizás estaríamos peor, pero es que el Presidente tampoco ha cumplido con las expectativas porque el tono negociador y conciliación le duró tres meses, luego empezamos a ver al Petro de siempre, atrincherado, radical, que se empieza a sentir acorralado y empieza a patear, como cuando sacó a los tres exministros, Ocampo, Cecilia y Gaviria, ese fue el quiebre del Gobierno, porque ellos le daban confianza y tranquilidad a los sectores que no lo apoyaban.
Desde ese momento se ha visto cada vez más radicalización, salvo el gesto de reunirse con empresarios, pero dejaron por fuera la reforma laboral. Uno a veces cree que ellos hacen las cosas para autosabotearse y luego victimizarse para decir que el país no los dejó hacer el cambio, pero parece que hacen todo para fracasar.
Hay un plan tortuga de la oposición en el Congreso, ¿cree que la reforma a la salud salga adelante?
El nivel de incertidumbre en el Congreso es muy alto y creo que puede pasar de todo. Todas las semanas hay rumores de que inminentemente se va a hundir, pero no termina pasando nada, simplemente estamos atorados en el trámite y la oposición va a usar las herramientas que le da la ley quinta para que el proyecto no avance y una de esas es romper quórum.
Los ‘verdes’ queremos dar el debate, pero estamos exigiendo el concepto fiscal de Minhacienda, me parece irrespetuoso que estemos en el segundo debate de una reforma estructural a la salud sin habernos enviado ese documento.
Si se va a hundir o va a pasar, no me quiero aventurar a decirlo, pero lo que sí es una realidad es que el proyecto parece perder más apoyos, no solamente en el Congreso, sino en la sociedad entera, porque mientras más sectores del país entienden la iniciativa, más temen.
¿Cree que la obstinación del Presidente para concertar podría llevar a una debacle a la salud?
Si se aprueba la reforma como está sí va a generar una debacle, eso no es una especulación, todas las organizaciones de agremiaciones médicas, científicas, de pacientes, exdirectivos del sector, están advirtiéndolo, entonces yo le hago una pregunta al Gobierno, ¿si todos los expertos están en contra de la reforma, no será que hay algo por revisar? ¿De verdad puede autoconvencerse de que los únicos que tienen la claridad son ellos y que todos los demás están equivocados? La Administración ni siquiera tiene la sensatez para hacer ese simple análisis, pero no, entre más alertas hay, es como si el Gobierno más se radicalizara y se atrincherara y llegara con más agresividad a la plenaria para tratar de pupitrear.
Usted denunció que las EPS están recibiendo ‘regalitos’ de partidos....
Los ponentes de la reforma han desarrollado un argumento que es completamente falaz y es que las EPS hoy tienen $ 80 billones y que ellos les están reduciendo el presupuesto a $ 5 billones o a $ 7 billones, que es el ‘regalito’ que denuncié. Eso no es verdad porque las EPS manejan todo el presupuesto en salud, pero no es que $ 80 billones sean para ellas, porque esa cifra incluye el funcionamiento de todo el sistema y de la UPC (Unidad de Pago por Capitación), entonces las EPS pueden emplear entre el 8 y el 10 % para los gastos administrativos, aunque el año pasado solamente dos de ellas tuvieron gastos administrativos superiores al 8 %.
Las EPS, por la misma crisis en la que están, cada vez pueden destinar menos recursos a esos gastos administrativos. ¿Qué es lo que yo digo? Que a las EPS se les permite entre el 8 y el 10 % de la UPC, porque ellas son responsables del riesgo financiero del sistema, es decir, de administrar recursos escasos para que puedan producir los mayores resultados, porque esa es la gestión financiera del sistema y la gestión del riesgo en salud, o sea, ellos le ofrecen toda la ruta de atención al paciente y son quienes tienen que responderle por todo.
¿Y qué plantea la reforma?
Les están quitando todas esas funciones, las EPS no serán responsables por la gestión financiera porque se acaba la intermediación vía giro directo, y tampoco son las responsables del riesgo en salud porque este ahora está atomizado entre una cantidad de nuevas instancias en una arquitectura institucional supremamente confusa, difusa y dispersa.
Ahora el riesgo en salud estaría entre los Caps (Centros de Atención Prioritaria en Salud), que son la puerta de entrada y tienen 50.000 funciones de las que uno no tiene ni idea de eso cómo va a resultar, y luego la reforma se inventa unas instancias que son las coordinaciones municipales, distritales, departamentales. ¿Qué son? Instancias políticas en las que están gobernadores, alcaldes, secretarios de Salud, es decir, políticos, y resulta que esas coordinaciones en esos diferentes niveles también van a tener funciones administrativas que se traslapan con las de las gestoras, pero también con los Caps. ¿Qué va a pasar ahí? Los expertos dicen que va a pasar lo que ocurría con el Seguro Social, que la coordinación departamental terminaba dirimiendo para dónde iban los pacientes ¿y a quién se le pagaba? al político.
¿Qué debería hacer el Gobierno?
Hacer un estudio que pueda determinar la carga administrativa y saber realmente cuánto cuesta y eso no es reuniéndose con los partidos de la U y Liberal a puerta cerrada solo para tener sus votos en la reforma.
Me atrevo a decir que aprobar esta reforma es un acto de temeridad, porque estamos advertidos de lo que se va a venir si no se le hacen los ajustes que se le tienen que hacer.
Estoy de acuerdo con que se le quite la intermediación financiera a las EPS, pero tiene que haber claridad en quién va a manejar el riesgo en salud porque si le dejamos esa responsabilidad al Estado, se nos va a morir la gente porque no está preparado.
¿Cómo califica el papel de algunos ministros durante los debates?
El Gobierno de Petro no es el primero que manda al batallón de funcionarios a la plenaria para que busquen el voto de los congresistas, eso es una mala práctica que se ha visto en todas las administraciones, pero eso no significa que la tengamos que naturalizar. Aquí se ha normalizado la vulneración al principio de separación de poderes. No está bien que en un debate estén los ministros sentándose al lado del congresista diciéndole qué le ofrece para que vote según la conveniencia y eso es absolutamente desesperanzador de un proyecto que dijo que iba a cambiar las formas de hacer política.
Cambiando de tema, ¿qué cree que le costó la salida al ex alto comisionado de Paz?
Danilo Rueda, más allá de las intenciones, seguramente nobles que tenía, se equivocó en la estrategia desde un comienzo, porque no armó un equipo lo suficientemente competente, se notó en la falta de resultados y creo que fueron o muy ingenuos o muy ambiciosos al pretender que era posible abrir cinco negociaciones con cinco grupos absolutamente distintos en su naturaleza, inclusive, llegando al extremo de darle estatus políticos al Estado Mayor Central, porque les permitió reencauchar la marca Farc, siendo una bofetada a quienes se desmovilizaron en 2016. El Gobierno no tenía por qué permitirle a una bandola de narcos adueñarse del nombre de un grupo del que 13.000 combatientes se desmovilizaron, eso fue un error garrafal que hasta el mismo presidente Petro reconoció.
¿Cómo ve la llegada de Otty Patiño como Alto Comisionado de Paz?
Creo que lo puede hacer mejor porque él mismo es un desmovilizado y lleva muchos años en la sociedad civil estudiando temas de paz. Ahora, no estoy metiendo las manos en el fuego por él, habrá que ver su gestión, pero espero que lo haga mejor porque es absolutamente imperativo corregir la estrategia de Paz Total.
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