Juliana Guerrero, la joven que acompañó a Benedetti a la Presidencia y que Petro presentó en Consejo de Ministros

Desde que se anunció que Armando Benedetti se convertiría en ministro del Interior, políticos de oposición y gran parte de la izquierda colombiana sentaron su posición en contra de ello, por diversos motivos. Y, con su regreso, llamó la atención la presencia de una joven que se convirtió en su mano derecha y ha resaltado en su esfera.

Juliana Guerrero, de 22 años y oriunda del departamento del Cesar es una activista de izquierda que se ha abierto paso y será nombrada como jefa de Despacho del Ministerio del Interior, en donde liderará diferentes procesos de la cartera, por lo que se sabe que es de la entera confianza de Benedetti.

De acuerdo con información revelada por SEMANA, la joven nació en Valledupar, pero se crió en Agustín Codazzi, junto con su familia de orígenes humildes, y sufrió el conflicto armado en el Caribe colombiano.

En 2018 se graduó del colegio con uno de los resultados más altos de las pruebas Icfes en la región y comenzó a estudiar contaduría pública en la Universidad Popular del Cesar, donde demostró su gusto por la política al convertirse en representante estudiantil ante el Comité de Bienestar Institucional, a pesar de que su familia nunca se interesó en esos temas.

Según el mencionado medio de comunicación, Juliana fue la representante más votada al prometer luchar por una cobertura educativa para todos los habitantes de su departamento. También participó en el paro universitario entre 2019 y 2020, en el que se peleaba por el financiamiento de la institución. Además, fue nombrada Consejera de Paz para el comité de su municipio.

En medio de su carrera universitaria hizo parte de varias asociaciones de estudiantes nacionales, mientras se convirtió en activista por la protección del medio ambiente al interior de la organización Cesar Libre de Gas y Fracking.

Al militar en las políticas de izquierda llegó al Pacto Histórico, partido en el que hizo parte del grupo de juventudes y donde comenzó a destacar, adquiriendo más responsabilidades y participando en eventos que se realizaron en varias partes del país, incluyendo el cierre de campaña del presidente Gustavo Petro en Atlántico.

De acuerdo con Semana, Guerrero sufrió un atentado un día antes de las elecciones, luego de que ella y su familia sufrieran amenazas. El vehículo en el que estaba recogiendo el material de campaña fue blanco de disparos de arma de fuego, sin embargo, no se conocen los móviles de esos hechos delictivos.

Luego de estos hechos, Juliana salió de su territorio y llegó a Bogotá, donde inició a colaborar en el empalme de la Consejería Presidencial para las Juventudes. Tras la posesión del presidente Petro comenzó a trabajar en la Secretaría de la Transparencia y en 2023 pasó al Ministerio del Interior, donde lideró el programa Jóvenes Guardianes de Paz, por mandato del Primer Mandatario.

Así conoció a Benedetti

Aunque nunca conoció a Benedetti en campaña, el Presidente pidió que Guerrero se uniera al equipo de trabajo del político. Sin embargo, se conoce que la relación entre la joven y el ahora ministro del Interior fluyó de manera natural.

Cabe destacar que fue Juliana quien lo acompañó al entrar al Congreso de la República, luego de su designación como ministro del Interior.

Además, en el polémico Consejo de Ministros televisado el mismo Petro la presentó: “He hecho un trabajo, me lo ha hecho Armando Benedetti, que está aquí sentado, con Juliana, que no se pone su cachucha, pero se las quiero presentar, porque esa cachucha me la acaban de regalar. Se la pedí prestada, pero que pueda conocer la gente a Juliana”.

En una conversación con SEMANA, la joven cesarense aseguró que su sueño es convertirse en ministra del Interior en algún momento.

“Yo quiero ser la ministra del Interior más joven de Colombia, si las condiciones se dan. Es el sueño que tengo”, dijo Juliana Guerrero a dicho medio de comunicación.

La activista añadió que la izquierda debe unirse: “Tenemos que cuidarnos. El Presidente está bastante triste. A nosotros, como jóvenes y progresistas, nos queda un mensaje de que tenemos que proteger nuestro corazón. Tenemos que ser delicados y sensibles. Es una base de la revolución”.