Aprovechar la cuarentena para vivir Semana Santa de reflexión, recomiendan expertos

Que esta Semana Santa deba ser a puerta cerrada debido a la cuarentena por el coronavirus, es algo que puede aprovecharse positivamente, propiciando un espacio introspectivo, de reflexión, de cambio y de diálogo en familia.

“El aislamiento preventivo parece una metáfora, porque es quedarnos dentro, no poder salir, y eso es una metáfora de la experiencia espiritual, donde tengo que buscar mi interior, hacer introspección, generar un autoconocimiento profundo. Esta cuarentena nos ayuda a tener momentos de silencio, con uno mismo, momentos en los cuales uno trate de entender por dónde va la vida y desde allí tener una experiencia espiritual”, dice Alberto Linero, escritor, conferencista y exsacerdote católico.

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“Esta Semana Santa habría que generar unos ritos muy familiares, muy existenciales, reunirse a dar gracias, decirse mutuamente lo que se valoran el uno al otro, hacer un momento de oración, buscar esas experiencias personales que son las que construyen una experiencia espiritual fuerte”, aconseja Linero.

“¿En qué te está cambiando este aislamiento? ¿Cuáles son las experiencias positivas de esto que vivimos?”, son algunas preguntas para hacernos, dice Linero.

“Es importante nutrirse no solo a nivel físico, también mental y espiritual; dejar ir lo negativo, el miedo, la frustración; empezar un nuevo estilo de vida más responsable, porque los problemas que tenemos muchas veces provienen de un enfoque muy reducido de la realidad: ‘yo, yo y siempre yo’; tenemos que desarrollar el altruismo, una visión más amplia, somos un ‘todos’”, dice Krish Benvenuti, chef de BienEstar y profesor de meditación, yoga y ayurveda. La enseñanza espiritual es una transformación, y para ello “es necesario soltar los apegos; fortalecer el sistema inmunológico teniendo en cuenta el rol que juegan la mente y el espíritu”.

Recomienda Alexander Hau singh Valencia, médico ayurvédico tradicional formado en India, para reforzar el sistema inmunológico: “Consumir menos proteína animal y más vegetal, porque es importante tener un organismo alcalino y no ácido, en este último la enfermedad se genera más fácil.

Comer menos, elegir productos más naturales y agradecer por los alimentos, su preparación y estar unidos en familia. Regresar a lo natural, consumir más cereales integrales, legumbres, verduras, frutas, semillas, frutos secos. Usar hierbas y especias, cebolla y ajo; tomar líquido al clima o caliente y dejar las bebidas muy frías”.

Meditar para reconectarse. “El tener que usar tapabocas cuando salimos es una metáfora que nos hace reflexionar sobre el poder del silencio”, expresa Krish. “Cuando rezamos u oramos, pedimos a Dios, al universo, a la vida; cuando meditamos, escuchamos las respuestas”, expresa y continúa:

“A través de la meditación se atienden emociones como el miedo y se puede dialogar con ellas. Cuando tenemos un enemigo tratamos de huir, en el momento actual es necesario desarrollar la compasión. Es como invitar nuestro enemigo interior a casa, ofrecerle un tinto y preguntarle por qué nos molesta tanto”.

Dedique una parte del día a la meditación, respire, relájese y medite.

La meditación online de Ismael Cala en su canal de YouTube; el libro ‘Vive y déjame vivir’, de Alberto Linero con reflexiones sobre la libertad, para tener en cuenta.

En este periodo, dice Krish Benvenuti, profesor de meditación, yoga y ayurveda, “hay que poner mucha atención al tema de la limpieza, no solo exterior, sino interior. Limpiar nuestros pensamientos y lo que miramos.

Podemos empezar a hacer una limpieza en las redes sociales, tener solo contactos que con sus publicaciones nos aporten y nos inspiren y dejar de seguir personas negativas o que comparten solo temas que incrementan el miedo, el odio”. Propone él, investigar cuáles cambios se pueden hacer en casa para impactar menos al medio ambiente, como crear detergentes naturales, usar menos plásticos”.

Otra actividad que se puede hacer de manera individual, en familia o vía online con seres queridos, en la mañana o en la noche, es escribir esas pequeñas/grandes cosas por las cuales nos sentimos agradecidos. Dice Krish que “al principio es difícil encontrar cosas para agradecer, pero hay que entrenarse para reconocerlas y escribirlas, como la mirada de mi perro o de mi gato al levantarme, el olor del café, el estar vivo, tener buena salud. Agradecer es la ruta a la felicidad”.

Alberto Linero, escritor, conferencista y exsacerdote católico, recomienda leer en los evangelios, los relatos de la Pasión de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, compartirlos y conversarlos en familia, acompañados de Salmos como el 27 o 91 donde está claro que Dios nos ama, nos protege y nos cuida o el Salmo 22, testimonio de fe. “No basta con oír una misa digital, es necesario vivir momentos de oración y de cercanía con la familia o con quienes se está”, dice

Todo lo que se consume a través de los sentidos es una forma de nutrición. Por eso es clave en este periodo mirar películas inspiradoras, que nos lleven a soñar, a crecer espiritualmente.

Se pueden ver en familia, solos o compartir la experiencia virtualmente con otros.

Algunas recomendadas son: El Niño que Domó el Viento, La Cabaña, Comer Rezar Amar, El Médico Africano, En Busca de la Felicidad.

Dice Alberto Linero que a los niños no se les debe imponer nada, “hay que mostrarles con serenidad los misterios de la fe, y hacerlos participar con experiencias muy existenciales donde ellos tengan un protagonismo”.

“Pero no imponerles que se queden frente a una pantalla una o dos horas, que, por Dios, yo no creo que eso ayude en nada”, agrega.