Tres hábitos que mejoran la circulación de la sangre en las piernas

La circulación sanguínea garantiza el correcto suministro de oxígeno y nutrientes necesarios para un óptimo funcionamiento del organismo, distribuyendo estos en los tejidos y órganos, ayudando a su vez a la eliminación de toxinas y desechos.

No obstante, son muchos los factores que pueden afectar de forma negativa la circulación, tales como el sedentarismo, una alimentación inadecuada o condiciones médicas preestablecidas.

Por fortuna, existen muchas maneras de mejorar la circulación mientras se está en el hogar, a través de hábitos saludables.

Realizar actividad física de forma constante

Una buena práctica de ejercicio es clave si se busca mejorar la circulación sanguínea. El ejercicio periódico ayuda a fortalecer el sistema cardiovascular, mejorar los vasos sanguíneos y estimular el frlujo de sangre por los torrentes. Actividades como nadar, caminar, correr, montar en bicicleta e incluso bailar son opciones muy recomendables, sanas y divertidas.

Para las personas que buscan incursionar en el mundo del ejercicio, se recomienda que se haga de forma paulatina, con al menos 30 minutos al día, especialmente si se es una persona sedentaria por lo general.

Elevar por ciertos periodos las piernas

En caso de tener una actividad constante que implique estar largos periodos sentados o de pie, se recomienda elevar las piernas unas cuantas veces al día. Lo idea es poner una almohada o cojín debajo de los pies para alzarlos por encima del nivel del pecho.

No más sedentarismo

La falta de movilidad constante afecta seriamente la circulación sanguínea. Aquellos que trabajan de una forma que implica el sedentarismo, lo recomendado es levantarse y estirar al menos cada hora, o si es posible, dar breves paseos o ejercicios de estiramiento, especialmente para las piernas.

Implementar una alimentación saludable

Tener una dieta saludable es muy bueno para mantener sana la circulación. Comer frutas, verduras, granos y proteínas magras en la dieta será clave para mejorar la circulación sanguínea.

Correcta hidratación

Consumir suficiente agua es esencial para contribuir al correcto funcionamiento de la circulación sanguínea. Lo recomendado es beber al menos ocho vasos de agua al día, así como evitar bebidas alcohólicas o que contengan cafeína.

Cabe recordar que estos consejos son recomendaciones generales. En caso de presentar problemas que se consideren serios o tener condiciones médicas específicas, lo mejor es consultar con un profesional de la salud.

Esta fruta ayuda a la circulación sanguínea

En la época actual, se encuentran diversas variedades de frutas que ofrecen soluciones a los desafíos de salud que las personas enfrentan en su vida diaria.

Entre la abundancia de frutas ricas en vitaminas, destaca una en particular por sus beneficios notables y su refrescante naturaleza: la sandía.

Este fruto se caracteriza por su corteza suave y una pulpa de llamativo color rojo, compuesta en su mayoría por agua, aproximadamente un 90%.

Es importante señalar que la sandía no prosigue su proceso de maduración una vez se separa de la planta. Por lo tanto, la selección de sandías de calidad es esencial, ya que no resulta apta para el consumo cuando aún está verde.

La sandía es reconocida por sus múltiples propiedades, entre las cuales destacan:

• Aminoácidos.
• Baja en contenido graso, siendo un aliado en dietas para perder peso.
• Funciona como antioxidante.
• Rica en vitamina A.
• Contribuye a la hidratación, promoviendo una piel saludable y bien nutrida.

Estos son algunos de los beneficios que brinda la sandía y que están relacionados con el cuidado del organismo, especialmente la circulación sanguínea.

• Hidratación eficaz: Gracias a su contenido de electrolitos, la sandía es una opción refrescante y saciante, ideal para satisfacer la sed en días soleados. Se aconseja mantenerla refrigerada para disfrutar de su frescura.
• Salud ósea: Nutrientes como el potasio y el calcio presentes en la sandía contribuyen al mantenimiento de huesos fuertes y previenen problemas articulares.