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¿Cuáles son los límites entre el amor y la privacidad? Un estudio revela que la revolución digital está impactando la vida de las parejas colombianas. | Foto: El País

AMOR

Los cambios radicales del amor en tiempos de 'apps'

Las redes sociales, likes, emoticones y etiquetas han dificultado el amor. Las nuevas maneras de relacionarse, con mediación tecnológica y a la vista de todos, afecta la vida sentimental. Celos, obsesiones y más.

16 de febrero de 2020 Por: Redacción de El País

En tiempos de redes sociales, el amor se ha ‘enredado’ un poco más. Ahora stalkear es sinónimo de espiar, vigilar dudar, desconfiar, entremeterse en las redes sociales y en la vida del otro; un ‘like’ en una foto o la ausencia de este y la opción ‘eliminar para todos’ del Whatsapp, puede ser motivo de discordia en la pareja, y un ‘bloqueo’ la razón para terminar.

Incluso, la nueva declaración de amor, en la era de los millenials es “he desinstalado Tinder” y la manera más práctica de terminar una relación es a través de un medio digital, para evitar el comprometedor “face to face”.

“Las relaciones cambiaron de una manera radical. Estamos en un momento en donde uno hace las cosas de acuerdo a lo que cree que va a pensar el otro y maneja las redes de acuerdo con eso. Estamos viviendo más que para nosotros, para lo que los demás piensan. Las redes sociales hacen que la gente tenga un comportamiento muy particular que no es necesariamente el que va a tener face to face”, asegura el sexólogo argentino Ezequiel López Peralta, autor del nuevo monólogo ‘Appasionado’, en el que habla del amor y las redes.

“Hay una frase que dice: ‘La tecnología nos acerca de los que están lejos, pero nos aleja de los que están cerca’. A nivel de relaciones de pareja, inclusive sexuales, las redes sociales permiten un acercamiento más fácil. Te podés conectar con gente de muchos lugares del mundo, establecer un vínculo y con todos los avances de la tecnología tener una relación que sientas muy cercana es ideal para personas tímidas, pero finalmente terminan mostrando una cara que no es la real”, agrega el experto.

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Muestra de que la tecnología puede dividir más que acercar es la escena, cada vez más habitual, según López, en los encuentros, cenas o comidas de pareja, donde los invitados están más pendientes de la selfie, de su Instagram, de su teléfono, que de lo que pasa en el momento. “Esta evolución tecnológica hace que no estemos tan presentes en las relaciones físicas, sino en las virtuales”, afirma.

Sin embargo, para Herney Bolaños Pazos, psicólogo, representante del campo disciplinar de psicología de la sexualidad para el suroccidente del Colegio Colombiano de Psicólogos, “no son las redes sociales las que complican o mejoran una relación, son las personas quienes por formación, principios, hábitos y ética, permiten o no que la presencia o ausencia de redes sociales como medio de comunicación dentro de la relación o el uso de las mismas por su pareja logre que le afecte o no en su bienestar, tranquilidad y confianza. Si una persona confía en su pareja, con redes sociales o sin ellas, la confianza permanece y si es celosa, con redes sociales o sin ellas, tendrá celos”.

Por el consejo de los expertos es saber poner un límite a la tecnología, hay momentos de intimidad en los que hay que dejar el teléfono a un lado, para disfrutar el presente. Existen bares o cafeterías donde ofrecen la opción de dejar el celular en un sitio, para poder propiciar el encuentro cara a cara.

Incluso se puede hacer buen uso de las redes sociales para mejorar las relaciones en pareja, a través de aplicaciones como aquellas que proponen nuevas poses sexuales, juegos de rol, entre otras dinámicas para revivir la pasión y disfrutar de los momentos íntimos con el otro, por ejemplo los Dados Eróticos, Sexopoli, Kamasutra Sex Positions, que sugiere posiciones sexuales para cada día del año, apps que replican el clásico Verdad o Reto para jugar en pareja, o simuladores eróticos o para tener sexo virtual a distancia.

Es posible también, aún estando en pareja, recurrir a aplicaciones como Tinder, Grindr, Parejas (Facebook) que permiten conocer otras personas y concretar el flirteo virtual en citas reales. De acuerdo con Bolaños, esta práctica se puede catalogar como infidelidad. “Toda acción que esté por fuera de las condiciones inicialmente pactadas dentro de la pareja o de la relación y el flirteo en redes sociales es equiparable a un coqueteo en una fiesta, paseo o discoteca”, opina el psicólogo Bolaños.

Para que no se cumpla la lapidaria frase de “hasta que las redes los separen”, se debe llegar a acuerdo de pareja, basados en el respeto, la autonomía, la dignidad, la libertad y la autodeterminación mutuas. “Nunca bajo ninguna circunstancia alguien podrá revisar el celular, el computador, las cuentas del correo electrónico, las conversaciones en las redes sociales, ni siquiera es muestra de confianza permitirle a la otra persona que los lea y los revise”, agrega el especialista en comportamiento humano.

En opinión de López Peralta, “las redes facilitan la infidelidad porque es mucho más fácil acceder a personas con nuestros mismos intereses, de manera discreta, pero asímismo también permiten que se descubran las infidelidades, que en su mayoría salen a la luz por un mensaje de
Whatsapp o hasta por comentarios en las redes sociales”.

Se considera incluso que los celos se han fomentado en tiempos de Tinder, por no saber gestionar con las parejas estos espacios virtuales. “La tecnología con su inmediatez genera ansiedad. Antes, con las cartas físicas disfrutabas de la espera; en cambio ahora mandas un mensaje virtual y si tu pareja no te responde a los 3 minutos, entras en pánico, si leyó y no te contesta te genera emociones negativas, si manda un mensaje y lo elimina, provoca mucha ansiedad, por la misma dificultad para esperar”, considera López.

Como este tipo de mensajes van por escrito, es más susceptible de ser malinterpretados, ya que no tienen la carga dada por el tono de voz, la gestualidad y la corporalidad, que representan el 70 % del entendimiento de un mensaje, mientras que la palabra sólo significa un 30 %

Sin embargo, al hacer buen uso de las redes sociales, a juicio de los expertos, estas facilitarán las relaciones de pareja en lugar de complicarlas, al aprovecharse para una mejor comunicación, expresar sentimientos, acrecentar la expectativa de un encuentro sexual planeado, sorprender al otro con expresiones y sorpresas casuales o decirle a la pareja lo mucho que le importa. Sí, frente a todo el mundo.

Consejos

Es necesario poner límites muy claros sobre el manejo de la tecnología y utilizarla a su favor.

Hay momentos en los que hay que desconectarse al cien por ciento de la tecnología para conectarse emocionalmente, eróticamente, personalmente y como pareja.

Las redes sociales pueden incrementar la pasión si los implicados se mandan mensajes de expectativa frente a un encuentro sexual, si hay mensajes auténticos de deseo y halago frente a la otra persona, si se comunican de manera fluida y con creatividad. Todo esto complementado con acciones que signifiquen más que un emoticón. Hay que dedicar tiempo real y de contacto físico con la pareja y no dejar que toda comunicación sea a partir de pantallas y redes sociales.

Términos de la discordia

Stalkear:
Espiar, acosar, vigilar, perseguir a través de una revisión de las redes sociales del otro constantemente. El stalker es una especie de espía. “Ninguno de estos verbos llevados a la vida de cualquier persona es sano. Cada uno decide cómo interactuar con su pareja, pero nunca acosándola, vulnerando los derechos de alguien ni ejerciendo poder y destrucción frente a la autonomía, libertad y dignidad de una persona. Así como no se abre una billetera, ni un bolso, no se debe revisar un correo electrónico ni una cuenta en redes sociales que no sea la propia”, opina el psicólogo Bolaños.

Bloquear: O borrar contactos en redes sociales. Suele ponerse en práctica con la expareja, al terminar con ella, para no saber nada de su vida y hacer más llevadero el sufrimiento. De acuerdo con el sexólogo López Peralta esto está bien siempre y cuando se hayan dialogado previamente, y cara a cara, las razones del rompimiento. Cuando no se ha tenido la conversación real previa, se considera un acto de inmadurez, frivolidad e incluso poca empatía y podría significar, en algunas ocasiones, que quien actúa de esa forma no le dio importancia suficiente a esa relación, duradera o no.

Like:
Es la más moderna forma de aprobación o rechazo al otro. Sinónimo de “me gusta”, es motivo de discordia entre parejas cuando, a veces, uno de los dos recibe un like de un tercero que resulta sospechoso para su compañero, haya o no justificaciones para ello.

Este mensaje fue eliminado:
Esta opción de Whatsapp genera una incertidumbre tal, que es motivo de conflicto entre parejas.

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