Cuidado al limpiar sus electrodomésticos: lo que no debe hacer con su nevera porque podría dañarla

La limpieza de la nevera es una labor esencial en cualquier hogar, ya que no solo garantiza la higiene, sino que también contribuye a prolongar la vida útil de los electrodomésticos y previene la aparición de malos olores. Sin embargo, muchas personas desconocen que, al realizar esta tarea, existen ciertos errores comunes que pueden ocasionar daños al aparato e incluso afectar su funcionamiento. Para evitar estos inconvenientes, es fundamental tener conocimiento de qué prácticas se deben evitar al limpiar la nevera.

No desconectar la nevera antes de limpiarla

Aunque existe la creencia de que no es necesario apagar la nevera, lo cierto es que hacerlo previene diversos problemas. Al desconectar el electrodoméstico, se minimiza el riesgo de dañar el sistema eléctrico o de encenderlo accidentalmente durante el proceso de limpieza. Asimismo, esta medida ayuda a evitar la fuga de agua derivada del deshielo, especialmente en modelos con congelador.

Utilizar productos abrasivos o corrosivos

El uso de productos de limpieza agresivos, como aquellos que contienen amoníaco, cloro o compuestos abrasivos, puede causar daños irreparables en las superficies internas de la nevera. Estos productos pueden desgastar las superficies, provocar manchas o incluso comprometer la integridad de los materiales que conforman las paredes internas del electrodoméstico, afectando tanto su estética como su funcionalidad. En lugar de estos productos, se recomienda el empleo de soluciones suaves, como una mezcla de agua con vinagre o bicarbonato de sodio, que son igualmente efectivas y seguras.

Evitar el uso de agua caliente

El congelador de la nevera está diseñado para mantener temperaturas extremadamente bajas. Por este motivo, algunas personas recurren al uso de agua caliente para eliminar el hielo acumulado. Sin embargo, este método puede resultar perjudicial. El choque térmico causado por el contacto del agua caliente con las superficies frías del congelador puede dañar las paredes de plástico y, en algunos casos, alterar el sistema de refrigeración.

No limpiar las rejillas de ventilación

Las rejillas de ventilación y las bobinas ubicadas en la parte trasera o inferior de la nevera desempeñan un papel crucial en el rendimiento del aparato. Al limpiar estas áreas, es esencial evitar el uso de agua o productos que puedan obstruir las rejillas o dañar las bobinas. La acumulación de polvo y suciedad en estas zonas puede afectar la eficiencia energética del electrodoméstico, lo que se traduce en un mayor consumo de energía.

Forzar la apertura de compartimentos

Cuando los compartimentos o cajones de la nevera se atascan debido a la acumulación de hielo o suciedad, se debe evitar forzarlos. El intento de abrir estos elementos con fuerza puede dañar los mecanismos internos del electrodoméstico, rompiendo los rieles o las piezas plásticas. En lugar de recurrir a la fuerza, se debe permitir que el hielo se descongele de manera natural o, si es necesario, utilizar herramientas adecuadas, como una espátula de plástico, para retirar suavemente los residuos.

La limpieza de la nevera es un proceso indispensable para mantener tanto la higiene como la eficiencia del aparato. No obstante, es crucial llevar a cabo esta tarea correctamente para evitar posibles daños. Dedicar tiempo a aprender las mejores prácticas y seguir las recomendaciones del fabricante resulta esencial para conservar la nevera en condiciones óptimas.