Tecnología
Red wifi hackeada: estas son las señales a las que debe estar atento para evitar el robo de información
La detección temprana de estos ataques es fundamental para mitigar los riesgos y las consecuencias negativas de una intrusión.

En la actualidad, los dispositivos tecnológicos se han consolidado como uno de los principales objetivos de los ciberdelincuentes, quienes buscan obtener información personal con fines delictivos, tales como fraudes, suplantación de identidad, extorsión y estafas, entre otros. No solo los teléfonos móviles son blanco de estos criminales, sino que los routers wifi también se han convertido en objetivos frecuentes de ataques.
Mediante técnicas sofisticadas, los delincuentes logran vulnerar redes domésticas con el propósito de explotarlas, lo que pone en riesgo la seguridad de todos los miembros del hogar.
Con el fin de protegerse de estos riesgos, resulta fundamental que los usuarios se mantengan alertas ante señales que indiquen que su red wifi ha sido comprometida. Algunas de las más comunes son las siguientes:

- La aparición de equipos no reconocidos en la lista de dispositivos conectados es una clara señal de que alguien más podría estar utilizando la red. Muchos routers permiten monitorear, en tiempo real, los dispositivos conectados a través de su interfaz de administración.
- La disminución en la velocidad de la red podría ser indicativa de que los atacantes están utilizando el ancho de banda para realizar descargas, streaming o incluso actividades ilegales.
- La recepción de alertas inusuales, como intentos fallidos de acceso o mensajes de acceso no autorizado, puede ser un indicio de que la red wifi está siendo hackeada.
- Cuando los dispositivos que habitualmente se conectan sin inconvenientes comienzan a presentar desconexiones o errores de conectividad, podría estar ocurriendo una interferencia en la señal, posiblemente causada por un atacante que intenta interrumpir o ralentizar el servicio.
La creciente amenaza de los ciberdelincuentes en la era digital es un asunto de suma relevancia, que afecta tanto a usuarios comunes como a grandes empresas. Estos deben estar más atentos a los métodos cada vez más sofisticados empleados por los atacantes. La información personal y confidencial que circula a través de los dispositivos tecnológicos se ha convertido en un objetivo constante para los criminales, quienes buscan explotar cualquier vulnerabilidad con el fin de obtener beneficios ilícitos.

Es esencial que los usuarios comprendan que la seguridad digital no es una tarea exclusiva de los expertos en tecnología o de las organizaciones, sino que constituye una responsabilidad individual el proteger tanto los dispositivos como la información. La educación sobre las amenazas digitales y las mejores prácticas de seguridad resulta crucial para reducir el riesgo de convertirse en víctima de estos delitos.
Además, la prevención se erige como la clave para disfrutar de la conectividad sin comprometer la privacidad ni la seguridad de los entornos cercanos. Solo mediante un enfoque proactivo y consciente de esta problemática será posible reducir las probabilidades de sufrir ataques informáticos y garantizar un entorno digital más seguro.
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